Lo que Telecinco ha aprendido con Rocío Carrasco
1. Telecinco ha aprendido que el feminismo también puede ser un buen negocio, y la violencia machista todavía más.
2. Ha descubierto que puede denunciar la violencia mediática que ella misma ha ejercido durante muchos años y, a la vez, continuar practicándola. Puede hacer autocrítica recuperando fragmentos del pasado en los que se trinchaba a Rocío Carrasco que hacen estremecer y, a la vez, seguir poniendo la alcachofa en el entorno de la protagonista que sigue agrediéndola. Puede seguir proyectándole imágenes que ella explica que le hacen daño.
3. Telecinco ha comprobado que de la batalla entre productoras de la cadena, una a favor de Rocío y otra en contra, solo puede salir ganando. El conflicto los beneficia siempre.
4. Telecinco ha visto que puede seguir mintiendo asegurando que ha hecho historia y que hay un antes y un después de este programa en España. Una afirmación peligrosa teniendo en cuenta que la lacra de la violencia machista sigue siendo la misma. Contar la verdad para seguir viva y todas las llamadas al 061 que puede haber desencadenado no han supuesto ningún cambio a nivel social, judicial ni político.
5. La presentadora afirmaba que “Gracias a este programa las suegras han dejado de callarse ante las bromas machistas de sus yernos”. Pretender que el programa ha erradicado el machismo y que los trogloditas están reculando atemorizados por mujeres que acaban de descubrir la opresión es un disparate propio del sello Mediaset.
6. El programa se ha visto en la necesidad de contar con una especialista en perspectiva de género. Una decisión que tendrían que asumir más programas. La colaboración de Ana Bernal-Treviño ha sido la única que ha permitido dignificar la historia, hacerla creíble y comprensible a muchos niveles. Ha traducido un caso individual a una problemática social y colectiva. El resto de colaboradores de la cadena eran innecesarios por la frivolidad que aportaban al caso.
7. La cadena ha demostrado a los políticos que participar de su espectáculo mediático los ayuda en días de campaña y a hacerse visibles para un sector de la población que a menudo vive desconectado de la actualidad. Y a la vez la participación de políticos prestigia el relato de una cadena asociada a la telebasura.
8. Telecinco ha entendido que el éxito de audiencia de la historia de Rocío Carrasco les ha generado dependencia y por eso ya han anunciado una segunda temporada el otoño que viene. La protagonista desvelará los dramas con su familia a raíz del testamento de su madre. Una clara utilización de la víctima que la puede abocar a diluir su propia historia y la situación de empoderamiento que ha experimentado.
Contar la verdad para seguir viva ha llegado al final, pero la maquinaria mediática sigue funcionando. Veremos cómo partir de ahora sacan partido de la historia alimentando nuevos conflictos para preparar la nueva temporada.
Mònica Planas Callol es periodista y crítica de televisión