La ONU contra los derechos de las mujeres
El tenista Rafa Nadal, pocos años atrás, opinó sobre la brecha salarial en el mundo del tenis diciendo: “Las modelos ganan más que sus colegas, pero nadie dice nada. ¿Por qué? Porque ellas tienen más seguidores. Con el tenis ocurre lo mismo, ganan más quienes movilizan más público”. Para acabar de arreglar la comparativa, añadió que "evidentemente tengo madre, hermana y son las personas que más quiero en este mundo, o sea que qué más quiero que los hombres y mujeres tengamos los mismos derechos". A principios de este año, el tenista se ha convertido en embajador del tenis de Arabia Saudí justificando que el país "tiene un gran potencial" y "se ha abierto al mundo". El trabajo de Navidad, obviamente, no es altruista. Tampoco es casualidad que Arabia Saudí haya elegido a un hombre para hacer de embajador y no a una mujer. Porque las mujeres, como sabéis, son mejores haciendo de modelos.
Estos días también es noticia Arabia Saudí por el contrato de Luis Rubiales con este país para jugar la Supercopa de España de fútbol masculino. Un contrato en el que intervino Gerard Piqué, que no es uno de los investigados en el supuesto caso de corrupción, pero que también ha contribuido a realizar negocios con el régimen dictatorial saudí. Rubiales es conocido por su feminismo, demostrado con creces durante la celebración de la victoria del Mundial de la selección española femenina de fútbol. Desde el beso a Jennifer Hermoso, al que sigue criticando, hasta el toque de sus propios genitales para demostrar, supongo, que los tiene puestos en su sitio. Por cierto, la candidatura de Carlos Herrera para sustituir a Rubiales ya es firme. Si termina siendo presidente se notará un giro de 180 grados en la Federación. Aire fresco. Helado, diría. Y me callo que yo de fútbol no entiendo.
Pero quien recientemente ha puesto de nuevo a Arabia Saudita en nuestra órbita no es ningún organismo relacionado con los deportes, aunque el gol es histórico. Se trata de la ONU, organismo internacional de dudosa eficacia en general y de esperpéntico momento creativo en concreto. Y es que esta organización ha escogido a Arabia Saudí para liderar el foro sobre los derechos de las mujeres en la próxima reunión anual de la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer, cuya misión es promover la igualdad de género y el empoderamiento femenino. Ningún país ha votado en contra de esta decisión, por lo que el mundo entero demuestra, por si no queda claro desde hace tiempo, la importancia que tienen los derechos de las mujeres. Que Arabia Saudí someta a las mujeres a los hombres, dejándolas sin libertad de expresión, ni de movimientos y con la amenaza de ser detenidas si se marchan de casa por violencia machista, aparte de la potestad masculina de padres o hermanos de hacerlas casar con quienes ellos consideren oportuno, no es un secreto desconocido por nadie y menos por quienes forman parte de la ONU. La decisión de poner en la presidencia de una comisión sobre los derechos de las mujeres un régimen dictatorial que pisa los derechos de las mujeres sistemáticamente es un mensaje muy claro por parte de los gobiernos a las mujeres del mundo, a la vez que demuestra su complicidad explícita en los atentados contra nuestros derechos.
Se les pegan nuestras vidas y nuestra libertad. Cómo se les han jodido a Rafa Nadal, Rubiales o Piqué. Por encima de los derechos humanos están los derechos de enriquecerse y el derecho a seguir perpetuando las desigualdades y la violencia. No hacía falta que nos lo contaran tan gráficamente. Cada día son asesinadas y violadas miles de mujeres por el simple hecho de serlo. Pero contra los derechos de las mujeres, todo vale. En esto, las naciones sí están muy unidas.