Pisos turísticos y Can Collonera
Leo en el ARA que las comunidades de propietarios tendrán la última palabra sobre la posibilidad de que haya pisos turísticos a su escalera, según determina el Tribunal Supremo. Caram, qué ilusión. Además, el citado supremo tribunal decide también que no será necesaria la unanimidad de todos los propietarios, sino que será suficiente con una mayoría calificada de tres quintas partes que apoyen el veto. Muero de amor.
Esto me hace pensar que el gran tenedor de pisos turísticos lo que debe hacer es comprarse toda la escalera. Así no sufre y puede hacer lo que le dé la gana. Pero también me hace pensar en mí, que soy mediante el banco, propietaria rural. Si los de la casa rural de enfrente, los de la casa rural de más allá y los de la casa rural del camino de al lado quieren organizar fiestas de fin de semana que nos revienten los tímpanos gracias a las canciones en primera persona de Shakira, no podemos hacer nada, porque no vivimos en una escalera. Los turistas que acuden cada fin de semana a Can Collonera, junto a mi casa, pueden hacer lo que quieran porque se irán el domingo por la noche, después de tirar la basura al suelo, junto al contenedor. Para que los jabalíes vayan, no sea que tirarlas dentro les provocara hernia irreversible. Entonces, claro, cuando vean un jabalí comiéndose las lombrices del campo del vecino, y estropeando todo tipo de acelgas y coles, dirán que es “muy gusano” y que los cazadores son unos malánimes. Los pescadores, no. Los pescadores, no se sabe por qué, les encantan.