Saludo al proclamar la República Catalana (1931)

Textos de Francesc Macià (Vilanova y la Geltrú, 1859-Barcelona, ​​1933) en las primeras páginas del Diario Oficial de la República Catalana (16-IV-1931), donde se declaraba presidente en funciones del Gobierno de Cataluña. Es uno de los documentos que se muestran en la exposición Los libros de la Generalidad republicana (1931-1939), abierta hasta el 1 de abril en el Palau Robert (Barcelona). Fue una República efímera. Poco después sería sustituida por la Generalitat de Catalunya. El 3 de mayo de 1931 aquél Diario Oficial se convertiría Boletín Oficial de la Generalidad, publicación periódica que a partir de marzo de 1933 dirigió Vicenç Munné i Fité (Barcelona, ​​1893-Tiana, 1983), un funcionario relevante formado en la Mancomunidad de Prat de la Riba, después oficial primero en las secretarías de los presidentes Macià y Companys , prisionero político en 1940, y una de las personas de confianza de Tarradellas cuando este presidente regresó del exilio.

En nombre del pueblo de Cataluña proclamo el Estado Catalán, bajo el régimen de una República Catalana, que libremente y con toda cordialidad anhela y pide a los demás pueblos hermanos de España su colaboración en la creación de una Confederación de Pueblos Ibéricos, ofreciéndoles, por los medios que sean, liberarlos de la monarquía borbónica. En este momento hacemos llegar nuestra voz a todos los Estados libres del mundo, en aras de la libertad, de la justicia y de la paz de los pueblos. Al proclamar el Estado Catalán bajo el régimen de la República Catalana le saludo con toda el alma y le pido que me preste su colaboración, empezando por proclamar la República en su ciudad y preparándole a defenderla cuando os llame. Por la libertad de Cataluña, por la hermandad de los otros pueblos de España y por la paz internacional, sepa hacerse dignos. De acuerdo con el Presidente de la República Federal Española, señor Nicet Alcalá Zamora, con el que hemos ratificado los acuerdos tomados en el pacto de San Sebastián [políticos de toda España se habían conjurado allí el 17 de agosto de 1930 a derrocar la monarquía e instaurar la República], asumo provisionalmente las funciones de Presidente del Gobierno de Cataluña, esperando que el pueblo español y el catalán expresen cuál es en estos momentos su voluntad. Al hacer esta proclamación, con el corazón abierto a todas las esperanzas, nos conjuramos y pedimos a todos los ciudadanos de Cataluña que se conjuren con nosotros para hacerla prevalecer por los medios que sean, aunque hubiera que llegar al sacrificio de la propia vida . Rogamos que cada catalán, así como todo otro ciudadano residente en Cataluña, se haga cargo de la enorme responsabilidad que en estos momentos pesa sobre todos nosotros. [...] Esperamos que todos sabréis haceros dignos de la libertad que nos hemos dado y de la justicia que, con la ayuda de todos, vamos a establecer. Nos apoyamos sobre cosas inmortales como son los derechos de los hombres y de los pueblos y, muriendo incluso si fuera necesario, no podemos perder. Al proclamar nuestra República, hacemos llegar nuestra voz a todos los pueblos de España y del mundo, pidiéndoles que espiritualmente estén a nuestro lado y frente a la monarquía borbónica que hemos abatido, y les ofrecemos aportarles todo el nuestro esfuerzo y toda la emoción de nuestro pueblo renaciendo para afianzar la paz internacional. [...]