Crónica

12-O: el espectáculo del insulto contra Pedro Sánchez

"'Que te vote Txapote'" y "'Puigdemont a prisión'": abucheos al presidente español pese al blindaje de la tribuna de autoridades

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Pedro Sánchez durante el desfile del 12 de octubre

Madrid«Hijo de la gran puta, mira lo que ha hecho para que no le abucheemos, ¡sinvergüenza! ¡Cabronazo!», va diciendo indignada una señora que constata la imposibilidad de acercarse a la Plaza Neptuno, donde está instalada la tribuna real. «Relájate, va...», la intenta tranquilizar su marido. Unos metros por debajo del Congreso de los Diputados ya hay unas vallas que impiden el paso, para lamentación de quienes quieren acercarse a la zona a la que llegarán las autoridades. El cambio de ubicación del desfile militar se convierte en la nota dominante de la jornada: siempre se había celebrado en el Paseo de la Castellana, con la posibilidad de ver de cerca la tribuna real, pero esta vez este espacio queda blindado y reservado para las autoridades y los medios de comunicación acreditados.

Esto no ha impedido que, desde la distancia, el público haya protagonizado un auténtico espectáculo del insulto contra Pedro Sánchez. A su llegada y mientras saluda a Felipe VI, por televisión se pueden oír gritos de «Que te vote Txapote». Desde el Paseo del Prado se intuyen los movimientos en Neptuno y cuando un sector inicia los cánticos, el resto se añade: «¡Hijo de puta, hijo de puta, hijo de puta!». No importa si es Sánchez quien está llegando o no. «¡Qué es el rey!», matiza uno. «Da igual», responde su amiga.

El recibimiento de Pedro Sánchez en el desfile del 12-O.

Entre amigos y familiares que van tomando posiciones, todas las conversaciones se parecen. «¿El desfile cómo lo veremos?», «Es una vergüenza», «Sánchez toma medidas para que no le griten», «Qué gilipollas», «El abucheo se lo llevará igualmente, ¿lo oirá desde allí?». Un señor destaca que ha traído un silbato que suena muy fuerte. Gráficamente, puede resumir la jornada el hecho de que hay quien ha sustituido a la bandera de España por el silbato como indumentaria para el 12-O. «Cuando venga, hacemos el silbido y nos marchamos».

Una señora mayor, de poca altura, lamenta que no ve nada de nada. «¡Queremos pantallas!», grita con el objetivo de que el resto la siga, pero no triunfa como cuando se profiere contra Sánchez. Su hija le hace saber que el acto lo organiza el ministerio de Defensa y que la Comunidad de Madrid de Isabel Díaz Ayuso no ha tenido nada que hacer. La mujer también quiere altavoces, porque tampoco oye nada. Los hay, pero con tanto silbido e insulto se hace difícil. «Todos los pinganillos para traducir en el Congreso», se queja con resignación.

Hechos los saludos y después de que suene la canción La muerte no es el final, que Leonor también canta vestida de uniforme desde la tribuna, comienza el desfile. Hay gente que se va a buscar un sitio mejor. Unos metros más arriba, en la Plaza Cibeles, hay bastante espacio para poder ver a las unidades del ejército de tierra y de marina, con aplausos destacados para la Guardia Civil, la Policía Nacional y la Unidad Militar de Emergencias. Más allá de los insultos a Sánchez, la fiesta de la Hispanidad sigue teniendo ese punto familiar en el que los padres llevan a sus hijos a conocer un mundo normalmente desconocido. «¿Cuándo cambian de equipo, o de lo que sea?», pregunta una niña que observa el desfile subida en un banco. «Ahora viene el Real Madrid», bromea su padre. Ninguna unidad es tan ovacionada como la Legión y el chivo Pacolin, que minutos antes del acto interpretaban El novio de la muerte en la calle Atocha, unas calles más allá de donde discurre el desfile (ver vídeo).

La legión cantando durante el 12-O

La amnistía

En esta edición, tal y como ha ocurrido en los últimos años, la ostentación militar queda eclipsada, sin embargo, por la tensión política. A todo esto, ¿por qué son los insultos? No se oye la palabra amnistía por ninguna parte –sí la menciona Díaz Ayuso en declaraciones a los medios, que subraya que la gente tiene derecho a protestar y avala el «recurso» de abuchear a Sánchez–, pero con el «Puigdemont en prisión» que de vez en cuando se oye, se puede interpretar que el olvido judicial del Procés no se ve con buenos ojos entre el público. En la Cibeles se reparten folletos de propaganda que anuncian la concentración del pasado 29 de octubre en la Plaza de Colón contra la amnistía «y el golpe de Sánchez». Hoy era su primer fascículo.

Aragonés rechaza la «concepción de pensamiento único sobre cómo es España»

Como es habitual, el 'president' de la Generalitat, Pere Aragonès, así como el lehendakari, Íñigo Urkullu, no han ido a Madrid. Desde Bolonia, el presidente catalán ha cargado contra una forma de celebrar el Día de la Hispanidad "basada en los ejércitos y la concepción de un pensamiento único sobre cómo es el estado español". Desde la Universidad de Bolonia, Aragonès ha defendido la cultura del "conocimiento". Aragonès se ha reafirmado en la decisión de no asistir a los actos oficiales del 12-O y ha criticado la «idea de una España única, en la que la presencia de otras lenguas, culturas y naciones que forman parte del estado español no está prevista ni se ha pensado en ello". "Ante el uso de la fuerza que vemos hoy por las calles de Madrid, apostamos por el conocimiento, el saber, la cultura, las lenguas y Europa", ha afirmado –informa Mireia Esteve–. En paralelo, el grupo de ERC en el Congreso ha presentado una proposición no de ley para suprimir los desfiles militares y dedicar las partidas presupuestarias a políticas sociales.

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