Vox rompe todos los pactos con el PP en las autonomías
Abascal cumple la amenaza: el partido abandona los cinco gobiernos de coalición y retira el apoyo parlamentario al de Baleares
MadridVox había avisado y cumplió la amenaza. Santiago Abascal ha anunciado la ruptura de las coaliciones autonómicas con el PP al día siguiente de que los presidentes populares aceptaran el reparto de 400 menores inmigrantes para aliviar la saturación de las Islas Canarias y Ceuta. En una comparecencia sin periodistas una hora y media más tarde de lo anunciado después de haber reunido la cúpula del partido, el presidente de Vox ha confirmado el estropicio que ya había dado por hecho a lo largo del día. Y ha ido aún más allá. Abascal ha explicado que no sólo abandonan los gobiernos de coalición en Murcia, Castilla y León, Extremadura, Comunidad Valenciana y Aragón, sino que también retiran el apoyo parlamentario al PP, lo que afecta, además, a las Islas Baleares, donde los populares gobiernan en solitario con el apoyo externo de la extrema derecha.
Abascal lo ha explicado en una breve declaración sin preguntas que ha hecho acompañado de los miembros del comité ejecutivo de Vox, del que forman parte los cuatro vicepresidentes autonómicos que "anunciarán su dimisión". "Vox pasará a la oposición, tanto leal como contundente, al igual que en el resto de España, a los pactos cada vez más habituales entre Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo", ha dicho Abascal, tras haber constatado que "los acuerdos regionales están rotos a consecuencia de la agresión de Feijóo". El presidente de la formación de extrema derecha culpa al líder del PP de la situación y criticó que haya preferido "pactar permanentemente con el autócrata", en referencia al presidente del gobierno español y los recientes acuerdos no sólo para el limitado reparto de menores inmigrantes sino también para renovar el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ).
El PP acusa a Vox de "irresponsable"
Feijóo no valorará la decisión de Abascal hasta el viernes, cuando comparecerá en la sede estatal del PP, según fuentes del partido. Antes de que el presidente de Vox confirmara la ruptura en las autonomías, Feijóo se había mostrado "tranquilo" pese a ser el blanco de los ataques de Abascal. "Lo que me preocupa es ser coherente con lo que pienso", ha dicho en los pasillos de la Cámara Baja. El líder de Vox acusa a Feijóo de haber presionado a los varones autonómicos del PP y de haberlos "obligado" a votar a favor del reparto voluntario de menores inmigrantes, que el partido de extrema derecha había vetado.
La dirección de los populares ha negado que se haya producido ninguna injerencia de Génova en la decisión de las autonomías presididas por el partido y se ha sacudido la responsabilidad del quebradizo cuando todavía era una hipótesis. En declaraciones a los medios en el Congreso por la mañana, el vicesecretario de coordinación autonómica y local del PP, Elías Bendodo, ha acusado a Vox de ser "irresponsable" y de utilizar la cuestión de los menores inmigrantes como "coartada". Además, Bendodo ha explicado que la dirección de Vox no se ha puesto en contacto con la del PP para abordar la situación y, en su caso, haberla reconducido.
"Tienen que decidir qué quieren ser, un partido de gobierno o un partido para protestar", remachó el dirigente popular. Fuentes de Génova niegan que se trate de un puñetazo sobre la mesa de Feijóo, que hace un año no evitó las coaliciones con Vox pactadas justo antes de las elecciones generales del 23-J, y que le pasaron factura a las urnas, cuando se quedó junto al Palacio de la Moncloa. Por el contrario, Abascal argumentó por la mañana que Feijóo no se sintió cómodo desde el principio con las coaliciones con Vox y "no paró hasta convertirlas en imposibles".
"Es imposible pactar con quien no quiere pactar y con quien pretende imponernos una política de fronteras abiertas", apuntó Abascal en su comparecencia. El del reparto de menores inmigrantes es el segundo pacto de los populares con los socialistas. Hace un par de semanas también cerraron la renovación del CGPJ y reivindican su rol de "partido de estado". Sin embargo, estos acuerdos chocan con la política que defiende Vox, que ve cómo aparecen plataformas aún más radicalizadas que rivalizan con ellos en la denuncia de las "traiciones" de Sánchez.
Es el caso del eurodiputado Alvise Pérez, que irrumpió en las elecciones del 9 de junio con la plataforma Se ha Acabado la Fiesta. En su canal de Telegram, el agitador de extrema derecha, que arañó votos a Vox en las europeas, se había comprometido a no presentarse a las elecciones autonómicas si el líder de Vox rompía con el PP y defendió que lo planteaba para "forzar" a Abascal a cumplir su promesa de luchar contra "la llegada masiva" de menores inmigrantes. Pese a la ruptura de los gobiernos autonómicos, Alvise considera insuficiente los movimientos de Vox porque "no provocarán elecciones".
El futuro de los seis gobiernos
Desde el PP no descartaban que pudiera haber alguna deserción entre las filas de Vox de cargos que no quieren perderlo, y explicaban que durante el día ha habido desconcierto e incertidumbre en los gobiernos regionales, también entre miembros del partido de extrema derecha . Ahora bien, todos los consejeros de Vox que se han pronunciado públicamente a lo largo del día han prometido acatar la decisión que tomara la dirección del partido. El presidente de la Comunidad Valenciana, el popular Carlos Mazón, afirmó antes de la reunión de la cúpula de Vox que haría "todo lo posible por seguir gobernando para todos". "Tengo la vocación, convicción e ilusión de seguir liderando el cambio, y esto ocurrirá en cualquier caso", ha dicho. Justamente este jueves el PP y Vox del País Valencià han unido los votos para aprobar uno de los compromisos de la coalición, la polémica ley que han llamado "de concordia", que sustituye a la de memoria democrática y avala el relato negacionista de la extrema derecha sobre la dictadura franquista.
En Aragón, la portavoz del gobierno de coalición, Mar Vaquero, descartó un adelanto electoral y anunció una reestructuración "inmediata" del gabinete del popular Jorge Azcón. En su caso, ganó las elecciones del 28 de mayo. Es distinto el caso de Extremadura, donde, gracias a Vox, María Guardiola accedió a la presidencia pese a ser la segunda fuerza. La presidenta extremeña ha advertido a la extrema derecha que deberá dar explicaciones y ha argumentado que en el acuerdo PP-Vox en Extremadura "no se prevé absolutamente nada que tenga que ver con la inmigración ni con la atención de estos menores" . Aunque sólo se daba por hecha la ruptura de las coaliciones, finalmente también está en cuestión el futuro del Govern Balear, que tenía un acuerdo de gobierno con Vox aunque no formara parte del ejecutivo.