Parlamento

¿Se abre la puerta al transfuguismo con la última reforma del reglamento del Parlamento?

Los expertos consideran que no, pero interpretan que el mecanismo para que la CUP tenga grupo propio es un "fraude" de ley

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El presidente del Parlament, Josep Rull, en una imagen del pleno de este jueves.

BarcelonaUna nueva reforma del reglamento del Parlament se ha aprobado este jueves con el apoyo del PSC, Junts, ERC, los comunes y la CUP. El texto pactado, más allá de las dos enmiendas para permitir el voto de los exiliados con el procedimiento delegado y el voto telemático en general, introduce un mecanismo que permite que los cuperos salgan del grupo mixto que comparten con Aliança Catalana y puedan obtener grupo parlamentario propio a pesar de tener sólo cuatro diputados y no cinco –lo mínimo que hasta ahora se requería–. ¿Cómo? Con un mecanismo similar al del Congreso de los Diputados: se permite la posibilidad de conseguir un diputado cedido de otro grupo y que éste pueda volver a su lugar de origen durante los cinco primeros días de cada período de sesiones. Este viernes ERC ha anunciado que serán ellos quienes cedan el diputado Ruben Wagensberg a los cuperos para que se puedan constituir en grupo propio -luego volverá a ERC-. Pero más allá de este caso, ¿el cambio implica una puerta abierta al transfuguismo?

Según los expertos consultados no es que se abra la puerta al transfuguismo, sino que se formaliza un "fraude" que permite más derechos parlamentarios a un grupo al que, por el apoyo electoral que ha obtenido, le correspondería ir al grupo mixto . Más derechos que implican, entre otras cosas, más tiempo de intervención, participación en la junta de portavoces y mayores recursos en asesores. "No es una puerta al transfuguismo; es una dinámica de fraude de ley que introduce una nueva herramienta de negociación política", recalca Pablo Simón, profesor de ciencia política de la Universidad Carlos III de Madrid. Matiza que "a efectos prácticos no es transfuguismo porque se sigue la disciplina del partido para ceder a los diputados para conformar grupos y después vuelven a su grupo original", pero comenta el "retorcimiento" reglamentario amparándose en la soberanía de la mesa cometiendo el que una sentencia del Tribunal Constitucional (TC) ya censuró. Pero el alto tribunal no puede hacer nada por impedirlo porque los parlamentos tienen la potestad de decidir sobre su organización interna.

El cambio

En la cámara catalana hasta ahora existía un reglamento que no permitía ese mecanismo: antes de la reforma de este jueves, si un diputado salía de su grupo no podía ir a otro, sino que pasaba a ser un diputado no adscrito. Una norma, pues, que no permitía ceder parlamentarios para que otros grupos se constituyeran, a diferencia de lo que ocurría en el Congreso de los Diputados. Así, el politólogo investigador de la UPF Pau Torres también coincide en que el mecanismo del diputado cedido "es un fraude de ley, pero que se ve como un estado de las cosas: forma ahora parte de las negociaciones o como paso previo para entablar- las". Esta misma legislatura lo fue en Madrid cuando Junts y ERC obtuvieron grupo propio en el Congreso gracias a los representantes prestados socialistas. Subraya que históricamente "no se ha aprovechado esta rendija para el transfuguismo, pero tiene que ver con el debate del transfuguismo". Aunque es una vía que "va en contra de cómo se pensó el mecanismo de formación de grupos", admite que "no está perseguida por la justicia".

El transfuguismo es diferente

¿Y por qué no es transfuguismo? El matiz es que "las dinámicas de transfuguismo ocurren cuando un diputado sistemáticamente rompe la disciplina de voto, incumple la posición de la dirección de su formación o cambia de partido", según Simón. Esto ha ocurrido con los diputados de Unió del Poble Navarro que se opusieron a la reforma laboral pese al apoyo del partido; con la ausencia de los socialistas Eduardo Tamayo y María Teresa Sáez –el tamayazo– para frustrar la investidura de su candidato a Madrid para favorecer a Esperanza Aguirre, o con José Luis Ábalos negándose a dimitir de diputado, contradiciendo el criterio de la dirección, que le pedía que se plegara. Torres asevera que los partidos del 15-M como Podemos se oponían en su día a la cesión de diputados "haciendo énfasis en poner luces y taquígrafos ante las cesiones que generaban sospecha". Ahora, sin embargo, los comunes han validado la propuesta.

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