El acuerdo por la amnistía y la autodeterminación no acaba de arrancar

El Govern prevé acelerar los encuentros con partidos y entidades de cara a septiembre

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El candidato de Esquerra, Pere Aragonès, durante el debate de investidura.

BarcelonaUno de los compromisos que lanzó el president de la Generalitat, Pere Aragonès, durante el primer debate de investidura en el Parlament fue el de impulsar un acuerdo por la amnistía y la autodeterminación que sirviera para aglutinar a todos los partidos y agentes sociales y económicos del país que son partidarios de esto. El objetivo de Aragonès era que este gran pacto empezara a andar antes de la primera reunión de la mesa de diálogo con el Estado. Lo explicaba él mismo en una entrevista en RAC1 pocos días después de ser investido: "Nuestra voluntad es iniciar esta mesa de negociación lo antes posible, y si es antes del verano mejor, pero antes quiero poner en marcha el acuerdo nacional por la autodeterminación y la amnistía". La mesa de diálogo finalmente será la semana del 13 de septiembre, pero el pacto promovido por el president está todavía por arrancar. Antes de las vacaciones de verano se hicieron las primeras reuniones entre los socios de gobierno y la CUP, pero la iniciativa ha quedado en stand-by. Fuentes del gabinete del president explican que se está trabajando en este acuerdo y que se quieren asentar las bases antes de la primera reunión con el gobierno español. "A lo largo del mes de septiembre se le dará forma y se establecerá su funcionamiento", aclaran.

A pesar de la intención del Govern de activar este pacto antes de la primera reunión de la mesa de diálogo, de entrada el objetivo no es supeditar esta herramienta a la mesa de negociación con el Estado. Tendría que servir para aglutinar a todos los partidos y entidades partidarios de la amnistía y la autodeterminación, pero también como un aval de país para que el Govern defienda estos dos consensos ante el gobierno español en la mesa de diálogo. "Se está trabajando con la discreción necesaria para aglutinar apoyos", explicaba hace dos semanas la portavoz de ERC, Marta Vilalta, en una entrevista en Catalunya Ràdio. Y recordaba: "Es un proceso que se tendrá que desarrollar a medida que avancen las semanas y los meses". "Tiene que avanzar en paralelo a la mesa de negociación", explican fuentes del Govern, que admiten, sin embargo, que a estas alturas este proyecto está todavía en una "fase muy embrionaria". Ni siquiera está claro que haya una fotografía de familia, como las que se hicieron partidos y entidades en el Parlament con los pactos nacionales por el derecho a decidir y por el referéndum.

En julio hubo el primer contacto con la CUP para hablar de esta cuestión. Representantes del Govern se reunieron con la formación anticapitalista para explicarles la idea que tiene el president Aragonès. La CUP es favorable a sacar adelante este pacto. Ahora bien, fuentes de la formación anticapitalista defienden que la herramienta tendría que servir para "presionar" la mesa de diálogo, pero también para "ir más allá". En este sentido, remarcan que es urgente convocar una reunión antes del primer encuentro con el gobierno español. JxCat mantiene una posición similar a la de la CUP y fuentes de la formación defienden que este pacto sirva para aglutinar los "grandes consensos de país" y que supere el marco de la mesa de diálogo.

Desde las entidades, ANC y Òmnium, aseguran que todavía no han recibido ninguna propuesta sobre esta cuestión. Con todo, desde el ejecutivo recuerdan que en los encuentros que Pere Aragonès mantuvo este verano con las entidades después de que fuera investido president, ya les planteó la idea. Fuentes de la Asamblea explican que cuando reciban una propuesta del Govern lo tendrán que someter a consulta de las bases para decidir si se suman al pacto o no.

El 'no' de CCOO

Quien ya ha decidido que no estará es uno de los sindicatos mayoritarios, CCOO. Su secretario general, Javier Pacheco, explicó hace unas semanas al ARA que su organización no se sumaría esta vez –había formado parte del Pacte Nacional pel Referèndum y del Pacte Nacional pel Referèndum– porque considera que ahora la pelota para resolver el conflicto entre Catalunya y el Estado está en el tejado de los políticos y no de los agentes sociales. Fuentes de la UGT mantienen que todavía no han recibido ninguna propuesta –tampoco CCOO– y que hasta que no la puedan leer no tomarán una decisión. Uno de los riesgos, de hecho, es que Aragonès no consiga llegar a partidos y entidades más allá de los independentistas. La misma posición que la UGT la mantienen los comuns, que aseguran que el Govern tampoco se ha puesto en contacto con ellos para explicarles cómo funcionará este pacto. Tanto los comuns como el PSC defienden que el Govern reúna a todos los partidos del Parlament antes de participar en la mesa de negociación con el Estado para llevar una propuesta de consenso de las fuerzas catalanas. Una posición que no comparte el independentismo, que asegura que tanto la amnistía como la autodeterminación tienen el 80% de apoyo ciudadano.

Durante las últimas semanas Pere Aragonès se ha centrado en las visitas en el territorio y en la gestión de la pandemia, y el acuerdo nacional ha quedado en un segundo plano. De cara las próximas semanas, sin embargo, el Govern remarca que las reuniones se intensificarán porque el objetivo es llegar a la semana del día 13 de septiembre con el pacto mínimamente hilvanado para que pueda discurrir en paralelo a la mesa de diálogo.

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