En medio de un clima de pandemia, pero también porque se trata de unos comicios que no son en domingo, sino que caen en martes, el voto por correo para las elecciones madrileñas se ha disparado un 42,8% más respecto a los anteriores comicios autonómicos del 2019. En concreto, Correos ha admitido casi un cuarto de millón de solicitudes de voto. Del total de 235.696 solicitudes admitidas, 163.207 se han presentado de manera presencial y 72.489 de manera telemática. Según informa Efe, hasta el domingo ya se habían puesto a disposición de los electores 189.113 sobres con los boletines y se habían registrado 106.034 votos por correo. El plazo para pedir el voto acabó formalmente el sábado de manera presencial y el domingo para hacerlo de manera telemática.
Las amenazas de muerte enfangan la batalla por el 4-M
El autor del paquete con una navaja para la ministra Maroto es un hombre con problemas mentales
MadridHace una semana la campaña madrileña empezaba con Isabel Díaz Ayuso acaparando todos los titulares y centrada en el estilo de vida en “libertad” que la candidata del PP quiere vender como diferencial de la capital española. Pero desde el viernes la izquierda ha roto la dinámica y las amenazas de muerte han enfangado la batalla del 4-M hasta el punto de intentar que se derive de ello un cordón sanitario a Vox, una petición que ni el PP ni Ciudadanos comparten. El PSOE, en palabras de su portavoz en el Congreso, Adriana Lastra, denunciará hasta la saciedad cualquier amenaza que pueda vincularse al “discurso del odio” de la extrema derecha para demostrar que “la equidistancia” es “criminal” en estos casos.
A la decisión del gobierno español de reforzar la seguridad del líder de Podemos, el ministro del Interior y la directora de la Guardia Civil por las cartas amenazantes se ha añadido este lunes un paquete con una navaja manchada de rojo –de pintura o sangre– para la ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto. Es justamente la miembro del ejecutivo de Pedro Sánchez más vinculada a la campaña, puesto que el candidato socialista, Ángel Gabilondo, ha prometido que será su vicepresidenta si consigue llegar a la Puerta del Sol. Pero esta vez la amenaza de muerte sí tenía remitente y el caso ya está en manos de la justicia después de que Maroto lo denunciara. La policía ha identificado a un vecino de El Escorial (Madrid) como autor de la misiva. Se trata de un hombre diagnosticado con una enfermedad mental y que en el pasado ya había mostrado obsesión con la ministra, informan fuentes próximas a la investigación.
Esto significa que este paquete no parece que tenga relación con las cartas enviadas la semana pasada. En esa ocasión, se enviaron de forma anónima y no había ningún elemento para proteger las balas, mientras que la navaja del paquete para Maroto estaba entre dos CDs para que no la detectaran los escáneres del ministerio. En el caso de las cartas que llegaron al ministerio del Interior, Correos responsabiliza a la empresa subcontratada que revisa los paquetes de no haber detectado las balas.
Sea como sea, la misiva a Reyes Maroto volvió a sacudir la campaña. Mientras que Gabilondo reclama ahora un “cordón sanitario” a Vox como ha pasado en otros estados europeos con la extrema derecha (hasta ahora no en España), el líder de Unidas Podemos, Pablo Iglesias, va más allá y ha asegurado en una entrevista a la cadena SER que el fascismo “forma parte del proyecto de Isabel Díaz Ayuso” porque, a su parecer, “ella parece más la candidata de la ultraderecha que Rocío Monasterio”.
El PP saca a ETA y EH Bildu
Mientras tanto, el PP sigue mirando hacia otro lado: condena las misivas, igual que hace con cualquier otra expresión de violencia, pero Ayuso se niega a aclarar qué hará con Vox si los necesita para gobernar. De hecho, el alcalde madrileño, José Luis Martínez-Almeida, ha considerado que pactar con Vox “es muchísimo mejor” que hacerlo con Bildu. A su vez, el líder del PP, Pablo Casado, ha comparado las amenazas al gobierno de Sánchez con las que enviaba ETA.
Cada día que pasa la campaña madrileña se enfanga más. El PP y Cs hablan de “polarización” y “radicalidad” para no condenar a Vox, pero la extrema derecha consigue que vaya calando su discurso. El cartel xenófobo en la estación de metro de Sol se mantiene y ahora la justicia tendrá que decidir si atiende el segundo intento de la Fiscalía para retirarlo.