Aragonés descarta adelantar las elecciones: "Serán cuando tocan"
El presidente de la Generalitat se muestra convencido de que podrá aprobar los presupuestos de 2024
BarcelonaCon la oficialización de Pere Aragonès como candidato de ERC a las próximas elecciones catalanas han crecido las especulaciones sobre si el presidente estaba pensando en adelantar a los comicios. Pues bien, la respuesta es que no, que Aragonès no tiene intención de convocarlos antes de febrero del 2025. "Mi intención, y no tengo ningún elemento para cambiar la decisión, es que las elecciones sean cuando tocan, febrero de 2025", ha afirmado en una entrevista este lunes en Catalunya Ràdio. El presidente, pues, no se mueve de la idea que ha ido trasladando en estos últimos meses cada vez que se le ha preguntado por esta cuestión. "No tenemos una legislatura completada desde hace casi 15 años", ha añadido.
Varios dirigentes políticos cuestionaron la decisión de los republicanos de este fin de semana de hacer oficial la elección de Aragonès como candidato -el partido abrirá más adelante el proceso para ratificarlo formalmente- porque consideraron que era un movimiento electoralista y que incluso escondía su intención de avanzar los comicios catalanes. Pero el gesto de ERC estaba más pensado para cortar de pura cepa las especulaciones sobre una pugna entre Aragonès y Junqueras y no eternizar un debate que ya se había empezado a enquistar entre los cuadros del partido y también en la esfera mediática. Aragonés, de hecho, este lunes ha vuelto a defender que Junqueras siga siendo un activo político del partido. "Con la amnistía podremos tener un activo listo para las circunstancias que puedan venir en el futuro", aseveró.
La negociación de los presupuestos
Sea como fuere, ahora mismo el jefe del ejecutivo catalán asegura que no se plantea un adelanto electoral y, además, quiere que su acción de gobierno se amplíe cuatro años más: "Completar un ciclo de ocho años de presidencia sería positivo". Antes, sin embargo, el Gobierno tiene varias cuestiones por resolver, una de ellas los presupuestos. Aragonés, en este sentido, se ha mostrado convencido de que podrá sacar adelante las cuentas. "Creo que tendremos presupuestos porque todos somos conscientes de la necesidad de este país de tenerlos", ha afirmado. El ejecutivo catalán mantiene abiertas conversaciones con el PSC, principalmente, pero también con los comunes, la CUP y Junts.
Precisamente de las cuentas también ha hablado esta mañana el primer secretario de los socialistas catalanes, Salvador Illa, que ha instado a Aragonés a dar "pasos" para acordar los presupuestos. "Queremos que haya presupuestos, pero depende de que ERC y Aragonès hagan lo que deben hacer", ha exigido en una entrevista en TV3, donde ha admitido que en las últimas semanas se han intensificado los contactos con el Govern. En este sentido, los socialistas reclaman desatascar macroproyectos como la B-40, la ampliación del aeropuerto o el Hard Rock, cuestiones que chocan con el rechazo de otros grupos, como los comunes y la CUP.
El referéndum y la negociación de la amnistía
En cuanto a la cuestión nacional, Aragonés ha insistido en su apuesta por negociar con el Estado un referendo "reconocido internacionalmente". "De nada sirve un referéndum del que no se pueda aplicar el resultado. Por eso debe ser reconocido internacionalmente", ha defendido. El gobierno español sigue cerrando la puerta a cualquier referendo sobre la independencia de Catalunya, pero el presidente de la Generalitat cree que, al igual que el PSOE rechazaba la amnistía, también puede cambiar de opinión sobre una consulta. "Trabajaré para que en estos cuatro años de legislatura española se fijen las condiciones para que Catalunya pueda hacer un referéndum", se comprometió.
La amnistía debe aprobarse esta semana en comisión en el Congreso. El independentismo sigue negociando las enmiendas con el PSOE. Después de que la operación Catalunya volviera a ser noticia la semana pasada, Aragonès no ha querido mojarse sobre si casos como el que afecta al expresidente Jordi Pujol deberían entrar en la ley. Sin embargo, sí ha afirmado que hay que diferenciar los casos donde ha habido "pruebas falsas" de aquellos en los que hay "indicios de corrupción".