Las bases de ERC avalan por un estrecho margen la investidura de Salvador Illa
El 53,5% de la militancia valida el pacto con el PSC y Rovira avisa de que es un 'sí' "vigilante"
BarcelonaERC hará presidente de la Generalitat a Salvador Illa. En una votación extremadamente ajustada, el 53,5% de las bases de Esquerra (3.397 votos) se decantaron finalmente por avalar el pacto con el PSC. Los contrarios se han quedado con el 44,8% (2.857 votos), en una consulta en la que han participado el 77% de los militantes –un 7% más que en la del 2019 para investir a Pedro Sánchez–, es decir, 6.349 personas de un total de algo más de 8.200 afiliados. Hubo un 1,7% de votos en blanco (105). La división que se había instalado en el partido en los últimos días se ha puesto de manifiesto en los resultados, y la dirección ha visto cómo, por un estrecho margen, la militancia ha avalado un pacto que la ejecutiva suscribió el lunes después de una reunión de casi diez horas. De esta forma los republicanos darán a Salvador Illa los votos de sus 20 diputados en el Parlament a cambio, principalmente, de implementar un nuevo modelo de financiación que se acerque al concierto económico.
La secretaria general de ERC, Marta Rovira, admitió que la decisión "se intuía compleja", pero celebró la alta participación de la militancia y, sobre el resultado en sí, Rovira avisó: "El sí que ha emitido la militancia de ERC le entendemos como uno sí vigilante, no es un sí gratuito, absoluto, sino uno sí vigilante y exigente". Rovira, que compareció ante los medios de comunicación acompañada de buena parte de la ejecutiva, volvió a hacer valer un acuerdo que finalmente este viernes el expresidente de ERC Oriol Junqueras también avaló abiertamente. "Hemos avalado un acuerdo histórico para Cataluña. Lo celebro", ha afirmado en un tuit. "El alto porcentaje del no nos debería hacer ser muy exigentes con el despliegue del pacto, y, al mismo tiempo, reforzar el diálogo franco y honesto con el conjunto de la militancia", ha añadido. En este debate, la pugna por el control de la organización -que se debe dirimir en el congreso del 30 de noviembre– que mantienen los junqueristas y los roviristas no ha operado como dos bloques graníticos, sino que dentro de cada sector había partidarios y detractores del pacto.
Desde que la ejecutiva dio luz verde a hacer presidente a Salvador Illa, la dirección se había volcado en intentar convencer a la militancia que, a pesar de que el líder socialista no les guste, habían logrado un acuerdo "histórico" que les permitía justificar su sí y evitar, así, una repetición electoral en la que los republicanos podrían seguir retrocediendo. Marta Rovira es una de las principales caras que ha rematado a favor del pacto y ha intentado desvanecer las dudas de los contrarios al acuerdo, sobre todo en lo que se refiere a la desconfianza por el grado de cumplimiento de los acuerdos por parte del PSOE.
El jueves Rovira valoraba positivamente el comunicado del PSOE en el que se hacía suyo el acuerdo, pero también defendía que si Pedro Sánchez o Salvador Illa no cumplían, ERC retiraría su apoyo al Congreso y al Parlament. Es más, Rovira incluso explicó que habían pactado un "plan B" para implementar el nuevo modelo de financiación si no lograban los apoyos para modificar la Lofca, la ley de financiación autonómica. La dirigente republicana no reveló sus detalles, pero aseguró que podía hacerlo el gobierno español, aunque no sería suficiente para que se pudiera sostener en el tiempo. Oriol Junqueras, por su parte, no defendió abiertamente el pacto, pero tampoco se opuso y avisó de que ERC debería dejar caer a los socialistas en el Parlament y en el Congreso si no lo cumplían.
Los contrarios al pacto
Precisamente ahora el reto de la dirección de ERC será gestionar a la oposición interna que ha generado el entendimiento con el PSC, porque la votación ha dejado el partido dividido y hay casi un 45% de los afiliados que rechazan investir a Salvador Illa. De hecho, la clave será ver si los socialistas cumplen el documento de 25 páginas que firmaron con los republicanos, porque ésta era la principal reticencia de los contrarios a investir a Salvador Illa. Ponían en duda, además, que Esquerra tuviera la fuerza suficiente para empujar al PSOE a cumplir los acuerdos. Sin embargo, algunos de los militantes que se habían opuesto al pacto ya han asumido el pacto. Lo ha explicitado, por ejemplo, la diputada en el Congreso Pilar Vallugera en un tuit: "Respeto, disciplina y trabajo es lo que toca ahora".
"Parte de la militancia desconfía de que el PSC cumpla el acuerdo. Y será exigente, porque este acuerdo se firma para que se cumpla", ha afirmado Rovira en un mensaje dirigido al 44% de los militantes que han votado en contra. La dirigente republicana reiteró que, pese al apoyo de los republicanos a Salvador Illa, ahora ERC pasará a hacer "oposición política": "Nos da más fuerza para ser vigilantes en su implementación [del acuerdo]. Lo que nos dice la militancia es que aprovechamos toda la fuerza política para hacer cumplir ese acuerdo al que hoy hemos dicho que sí”.
Desde que los republicanos firmaron el pacto, los socialistas catalanes se han mantenido en silencio y sólo la coordinadora de las negociaciones, Lluïsa Moret, hizo un tuit para celebrar el pacto. "Era [un silencio] muy rezado, muy acordado, porque estábamos en campaña interna", ha justificado Rovira, quien ha explicado que en los próximos días se reunirán con los socialistas para concretar los siguientes pasos a hacer de cara al debate de investidura , que se prevé para la próxima semana. Precisamente una de las consecuencias de este pacto es que Carles Puigdemont vuelva a Catalunya para estar en este pleno. ¿ERC cambiará su decisión si vuelve el expresidente? Rovira no ha contestado a la pregunta y ha vuelto a pedir que no vuelva si tiene el riesgo de ser detenido: "Si se producen estos escenarios [la vuelta de Puigdemont], la ejecutiva deberá reunirse y tomar decisiones que no están presas".
La incógnita del Jovent Republicà
Con el aval por la mínima de las bases, ahora queda que las juventudes de ERC, el Jovent Republicà, valide el acuerdo. Lo debatirá en un consejo nacional el próximo lunes. De la decisión que tome la organización juvenil depende el voto de su diputada, Mar Besses, que es clave para que salga adelante la investidura de Salvador Illa: son necesarios los 20 votos de los republicanos para que el líder socialista sume 68 escaños. El Jovent había condicionado la investidura de Isla a un referéndum, pero ahora tendrán que debatir si aceptan un pacto que gira en torno a una nueva financiación para Catalunya. En este sentido, Marta Rovira se mostró "convencida" de que ERC tendrá "un acuerdo" con la organización juvenil.