Entidades

Cambios en Societat Civil Catalana: sangría económica y un exsocialista de líder en tiempo de Isla

Álex Ramos es elegido presidente mientras se rebaja en 60.000 euros el presupuesto de la entidad, que ha sufrido un recorte de un millón de euros respecto a 2018

BarcelonaLa entidad espanyolista Sociedad Civil Catalana (SCC) está en pleno proceso de transición. Después de la dimisión de su presidenta, Elda Mata, a principios de mayo, este viernes ha tenido lugar la asamblea de socios en la que se ha consolidado la sangría económica de la entidad, que sigue cayendo en gasto y que ha perdido relevancia desde el post-Proceso. Además, la entidad también ha dado un leve giro en la dirección. El nuevo presidente es un exsocialista que estuvo en las listas de Miquel Iceta de los comicios catalanes del 2017 y que siempre ha tenido un perfil muy cercano al PSC: se trata de Álex Ramos, que hasta ahora era vicepresidente de la organización. Ha sido elegido por el 99,1% de los votos para liderar una junta que tendrá a la jurista experta en derecho constitucional Teresa Freixes como vicepresidenta. En la asamblea, celebrada este viernes por la noche, han participado 103 socios.

También se han aprobado las cuentas del ejercicio 2024 y ha sacado adelante el presupuesto y el plan de acción para el próximo año con unos objetivos similares a los de la junta anterior, priorizando la movilización social y la interlocución política y social con el gobierno de Salvador Illa en Catalunya. La cifra del presupuesto de este año vuelve a descender respecto al anterior cambio de presidencia y es de 317.000 euros; desde la entidad se deja claro que es "similar" al del año pasado en una situación que ven estable y recalcan que no reciben subvenciones. Ahora bien, en 2022, Mata estrenó su mandato con una caída ya significativa hasta los 378.000 euros de gasto. La bajada ha sido paulatina, pero en 2022 se disponía de 60.000 euros más para gastar, cifras un millón más bajo respecto a 2018, cuando se habían presupuestado unos gastos disparados de 1.573.886 euros, y en 2017, con un total de 1.494.05.

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Así, se vuelve a constatar la reducción de los gastos por enésimo golpe después de unos años de Proceso llenos de desenfreno financiero y muchos costes –con un presidente como José Rosiñol que incluso tuvo que plegar entre acusaciones de irregularidades–, aunque también muchos más ingresos con donaciones que ahora se ven menos necesarias por parte de antiguos donantes espanyolistas. Entonces, en el momento álgido del Proceso, lleno de manifestaciones, actos diversos y publicidad, multiplicó un gasto ya hinchado en el 2016 con 728.255 euros, pero esto provocó graves problemas económicos con una deuda disparada que se mitigó apretándose el cinturón. Pese al gasto rebajado, la situación aún podría ser peor porque puso su patrimonio en juego para mantener viva la causa del Proceso en el Tribunal de Cuentas.

El nuevo presidente de SCC

En cuanto al perfil de Ramos, ha exhibido un talante continuista respecto a Mata, pero es significativo que en plena presidencia de Illa, lidere la entidad una persona que ha estado próxima al PSC pero radicalmente antinacionalista catalana y crítica con los pactos con soberanistas. El nuevo presidente, por ejemplo, apoyó las redes en la candidatura de Jaume Collboni para ser alcalde y, en octubre del 2023, coincidiendo con una gran manifestación en Barcelona, ​​aseguró en conversación con el ARA que confiaba en una futura presidencia de Salvador Illa, que definía como un "constitucionalista de futuro". Sí que es verdad que, tras las elecciones catalanas, SCC maniobró para que Illa fuera presidente con una alianza con el PP, Vox e incluso Comuns, tal y como explicó este diario, pero este intento no tuvo éxito y la posición de la organización ha ido desde la concesión de un margen de confianza inicial hasta las críticas por los pactos "nacionalistas" en cuanto a lengua y financiación, más allá de la cruzada contra la amnistía.