La nueva legislatura catalana

El españolismo civil reniega de Salvador Illa por su "giro nacionalista"

Entidades como Societat Civil Catalana critican al presidente por su discurso, la ausencia de la bandera de España y no haber hablado en castellano

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Salvador Isla

BarcelonaLos primeros pasos del nuevo Govern de Salvador Illa no han gustado nada a las entidades españolistas. Tras recordar que el actual presidente de la Generalitat se había manifestado con ellas, ahora lamentan el "giro nacionalista", según apuntan al ARA las principales organizaciones de este espectro, que habrían querido un pacto unionista con el PP y Vox ahora que el independentismo no tiene mayoría en el Parlament. Precisamente, la retórica de defensa de la nación catalana, el pacto con ERC y la ausencia de la bandera española en la toma de posesión –como viene siendo habitual– han originado una lluvia de críticas desde estas entidades. Por otra parte, su esperanza de un gobierno catalán que apueste por un españolismo desacomplejado en sus políticas va menguando.

La presidenta de Societat Civil Catalana, Elda Mata, lamenta al ARA "los pactos adaptados al ideario nacionalista" con los republicanos, que pueden hacer que se desaproveche la mayoría unionista cuando ahora "Illa tiene la posibilidad de demostrar que gobierna para todos con lealtad institucional". Así, Mata dice que con los primeros pasos de Illa "cuesta creer que gobernará para todos", reprocha que "la bandera nacional no estuviera al lado de la senyera, lo que no es un buen indicador porque dice que solo gobierna por una parte". Tampoco le parece bien "que solo haya utilizado el catalán" cuando "la mayoría de catalanes son hispanohablantes", pero todavía espera que cambie la dinámica hacia el constitucionalismo.

Es más contundente la presidenta de la Asamblea por una Escuela Bilingüe (AEB), Ana Losada, que considera que Illa "se ha marchado definitivamente del constitucionalismo". "Nos han sacrificado porque somos un lastre para él", opina. Aunque espera equivocarse en su pronóstico, Losada dice que "será un gobierno nacionalista más y que los nacionalistas conseguirán muchos de sus objetivos y más" en vez de "unir la Catalunya plural". Quien también lamenta la "transformación" negativa de Illa hacia el "nacionalismo" es el presidente de Impulso Ciudadano, José Domingo: "Se ha olvidado de lo que prometió y de los motivos por los que mucha gente le votó", recalca, y añade que no reconoce al político que acudió a su lado tras la pancarta de la manifestación de octubre del 2017 contra el 1-O, momento en el que tenían sintonía.

Precisamente, Illa participó activamente en múltiples coloquios, encuentros, manifestaciones e incluso escuelas de verano de Societat Civil Catalana como la del 2022, cuando alabó el papel de esta organización. Pero todas las entidades destacan que se enfriaron las relaciones por completo con la aplicación de la amnistía, cuando Illa acusó a las organizaciones españolistas de "reaccionarias".

En este giro, el cambio en el uso de la lengua ha sido total. Desde la campaña de 2021 hasta la campaña electoral del 12-M de este año Illa había alternado catalán y castellano en sus actos, y en algunos había utilizado exclusivamente en castellano, como en L'Hospitalet de Llobregat. Incluso había hablado en castellano en el Parlament, lo que defendió con firmeza en una entrevista en el ARA en 2021: dijo que muchos castellanohablantes se sentían "descolgados" y que buscaba que "todo el mundo se sienta suyas las instituciones catalanas" porque "ha habido gente que ha querido identificar el catalán con una determinada forma de pensar". "Yo quiero que el Parlament de Catalunya todo el mundo se lo sienta suyo y, por eso, introduzco algunas expresiones en castellano en mis intervenciones y lo seguiré haciendo mientras me parezca conveniente", llegó a decir, mientras que, al menos por ahora, lo ha dejado estar. El propio Illa también reconoció en la cámara catalana que el PSC había "movido posiciones" en áreas como la fiscalidad.

¿Esperanza españolista o resignación?

Ahora bien, la presidenta de Societat Civil Catalana recalca que "existe la posibilidad de que Catalunya se desnacionalice en el sentido de que [Jordi] Pujol quería nacionalizar Catalunya". Si bien su carta de presentación no ha sido de su agrado, añade que el presidente "no tiene un ideario nacionalista" y que el partido "tiene trayectoria constitucionalista". De ahí que piense que Illa todavía puede dar un giro de volante. "En absoluto cierro la puerta a la esperanza, está en sus manos", remarca Mata, aunque reconoce que depende del presidente español, Pedro Sánchez, y de las alianzas en el Congreso. Pero no tira la toalla porque reconoce que hay varios consellers que le han gustado.

Uno de ellos es Jaume Duch, el encargado de liderar el departamento de Unión Europea y Acción Exterior, por su lucha contra el independentismo desde Bruselas. "Es una persona muy respetada y que conoce las consecuencias de tener la Acción Exterior en manos de los nacionalistas", afirma, y recalca que Duch tiene la oportunidad de potenciar las "agencias comerciales" y sacar la política de la conselleria. "Existe una oportunidad de que el nacionalismo tenga el mínimo protagonismo como minoría que es, porque no tiene sentido que con mayoría constitucionalista gobierne un ideario que no compartimos", concluye.

En Impulso Ciudadano lo ven con más pesimismo, pero continuarán intentando "hacerle ver [a Illa] que debe gobernar para todos" y que seguirán "picando en la puerta para que la abra", aunque admite que la interlocución no es fluida por ahora. También avisa de que continuarán yendo a los tribunales y criticando la acción del ejecutivo al igual que hacían con los gobiernos independentistas. En cambio, a juicio de la AEB, "el monolingüismo del catalán en la enseñanza continuará" y el PSC "ya no tiene ninguna posición constitucionalista": "Esta parte de la sociedad les molesta", sentencia Losada.

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