Corrupción

El caso Tarragona Ràdio: subvenciones, comidas y publicidad bajo sospecha

La Fiscalía investiga las denuncias de los responsables actuales mientras el PSC ve una “caza de brujas”

Joan Abel Yuste
3 min
Un estudio de una emisora radiofónica en una imagen de archivo.

BarcelonaSubvenciones encubiertas a asociaciones de la ciudad para tejer una red clientelar; pagos con dinero de la radio municipal de servicios del Ayuntamiento y comidas por valor de 60.000 €. Esto es lo que la Fiscalía investiga a raíz de la denuncia del actual equipo directivo de Tarragona Ràdio, que señala malas praxis con los medios de comunicación locales. Josep Maria Bonet, ex gerente de la entidad, que fue jefe de gabinete del exalcalde tarraconense del PSC, Josep Félix Ballesteros, es el principal señalado en una información que avanzó ahora hace algunas semanas el periodista Rafa Marrasé en el digital Porta Enrere.

Las sospechas empezaron con el cambio de color en el consistorio en 2019, cuando pasó a manos de ERC la Empresa Municipal de Medios de Comunicación de Tarragona (EMMCT), de la que depende la emisora. Los nuevos responsables detectaron “presuntas irregularidades” desde hacía al menos diez años. A raíz de este hecho se encargó un informe externo de la contabilidad de Tarragona Ràdio, al cual ha tenido acceso el ARA, que recomienda trasladar la información a la Fiscalía ante la posibilidad de que “pueda haber habido una práctica habitual de contratación al margen de cualquier procedimiento reglado”.

El informe analiza más de 200 facturas que sumarían casi 800.000 euros desde el 2009 hasta el 2019 que se escaparían del objeto social de la radio, a pesar de que advierte de que la investigación judicial final podría incluir más. Según el estudio contable, algunos de los pagos que el consistorio tarraconense habría tenido que asumir durante ese periodo se hicieron desde la radio, como la ejecución de los espectáculos de la inauguración y conclusión de los Juegos Juveniles Europeos del 2010, que suman un total de 30.608,00 €, un dosier de la candidatura de Tarragona a los Juegos Mediterráneos del 2017 por 20.963,79 €, el alquiler de dos pistas de patinaje sobre hielo para el invierno del 2011, con un coste de 38.100 €, la producción de un festival de bricolaje en 2011 por 30.000 €, o la elaboración del libro 2 anys de Govern de Progrés per Tarragona, por 5.408 €, entre otros. Miembros del entorno del antiguo consistorio defienden que la participación de la emisora en estos acontecimientos formaba parte de su responsabilidad social corporativa en forma de publicidad.

Pero más allá de estos pagos que habría asumido la entidad pública, el informe detalla también el otorgamiento de "una especie de subvenciones encubiertas en forma de "colaboración" con diferentes entidades tarraconenses". En este sentido, se exponen colaboraciones con asociaciones, clubes deportivos y entidades vinculadas a la Semana Santa y a las fiestas de la ciudad. Aparte, también se recogen facturas en restaurantes que sumarían más de 60.000 € en total.

Una práctica habitual

Con todo, según Paula Varas, actual presidenta del consejo de administración de la EMMCT y concejala de ERC, no parece que fueran prácticas para enriquecerse personalmente, sino principalmente para desviar el gasto del consistorio y “tejer una red clientelar”. “Seguramente eran subvenciones que se pedían al Ayuntamiento pero que se pagaban a través de la radio”, denuncia Varas, que explica que se llegaron a convertir en habituales: “Cuando cortamos estos gastos, muchas asociaciones que estaban acostumbradas a ello nos exigían estos pagos”.

El entonces gerente y jefe de gabinete del alcalde, Josep Maria Bonet, ha declinado hacer declaraciones sobre el caso, mientras que Sandra Ramos, portavoz del PSC en el Ayuntamiento, denuncia una “caza de brujas” contra Bonet y apunta que este informe es un intento de ERC de desviar la atención respecto al “descontento popular” con el actual gobierno municipal: “Criticar la única alternativa es la vía que tiene ERC para hacer política”. En todo caso, asegura que si hubiera cualquier tipo de irregularidad, Ballesteros no era conocedor de ello. Varas, sin embargo, apunta a la doble condición de Bonet -gerente de la radio y jefe de gabinete del alcalde- como elemento clave del caso: “Obviamente debía de saberlo”.

El caso de Tarragona Ràdio no es el único que pone bajo sospecha a Ballesteros. El cabeza de lista socialista tiene pendiente un juicio por el caso Inipro, un presunto desvío al partido de fondos de servicios sociales, por el que está apartado de militancia. El PSC, que recuerda que ninguna de las otras demandas presentadas contra miembros de su grupo ha prosperado, dice que espera el juicio del caso “para que quede claro que no hay ningún delito”.

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