El Cercle d'Economia reclama a los partidos "acuerdos de estado" inspirados en los Pactos de La Moncloa

El objetivo es hacer frente desde los "consensos" a las consecuencias de la guerra de Ucrania

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El presidente español, Pedro Sánchez, este viernes junto al presidente del Círculo, Javier Faus

BarcelonaAnte las amenazas a múltiples niveles que supone la guerra de Ucrania, entre ellas la salud de la economía, el Cercle ha explicado este jueves cuál es su receta para afrontarlas: a escala global, más Europa y, en el ámbito local, más acuerdos amplios entre los partidos políticos. De hecho, la principal propuesta de la entidad implica reclamar a las formaciones "salvaguardar la paz social" mediante "una serie de pactos de estado" que traigan reformas en temas como la energía, las rentas, la política fiscal y laboral, el estado del bienestar, la seguridad y la defensa. Para el Cercle hay un precedente claro en el que reflejarse: "Demostramos durante la Transición, con los Pactos de La Moncloa, que sabemos hacer lo que la situación exige". Esta posición es la que transmitirán a todos los líderes políticos –como los presidentes Pedro Sánchez y Pere Aragonès– que desfilarán por sus jornadas, que se celebrarán en Barcelona del 4 al 6 de mayo.

El presidente del Cercle, Javier Faus, ha explicado este jueves en la presentación de las jornadas que estos grandes acuerdos pasan en primer lugar por que el PSOE y el PP vuelvan a acercarse: "Tendrían que ponerse de acuerdo". Él mismo ha recordado que tanto Sánchez como el nuevo líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, estarán en las jornadas y así se lo transmitirá. El problema, según el empresario, es que la falta de sintonía entre los dos grandes partidos españoles ha frenado "el ánimo reformista de España" y desde hace entre 15 y 20 años "se han dejado de hacer reformas estructurales".

Los Pactos de la Moncloa hicieron sentar en 1977 en una misma mesa tanto a herederos del franquismo como el dirigente de Alianza Popular Manuel Fraga, como a represaliados por el régimen, como el sindicalista Marcelino Camacho, con el objetivo de impulsar reformas que dotaran a España de una cierta estabilidad política y económica durante el tránsito convulso de la dictadura a la democracia. La idea de recuperar el espíritu de los Pactos ya la ensayó el presidente Pedro Sánchez en el inicio de la pandemia para intentar sumar apoyos transversales –desde la derecha hasta el independentismo– a las reformas que quería emprender para afrontar los estragos del virus. No lo logró. Si esta legislatura España se ha caracterizado por algo no ha sido por los pactos amplios, sino por los acuerdos forjados al último minuto, como el que este jueves ha permitido que el decreto de Ucrania viera la luz.

Pero el Cercle d'Economia vuelve a la carga con la misma idea e insiste que los "consensos" serán clave para conseguir "las reformas, los pactos y acuerdos de estado que necesitamos para salir victoriosos y fortalecidos como país después de esta crisis política". Además, alerta de que la sociedad española está "gravemente tensada por corrientes de malestar y crispación" que han derivado en "el avance de los populismos y la polarización política". Estos pactos también tienen que estar orientados a alinear inequívocamente España –y Catalunya– a favor de la Unión Europea.

En este sentido, el Cercle también respira aliviado por la victoria en las presidenciales francesas de Emmanuel Macron: "Es la victoria europeísta ante el repliegue nacionalista". Las jornadas de este año tendrán un fuerte componente geopolítico, y en este ámbito se posiciona claramente junto a "proteger" Ucrania y en contra de los "crímenes de guerra" de Rusia. La entidad que preside Javier Faus avala la "política de sanciones" contra los rusos e incluso plantea la necesidad de profundizarlas a pesar de las "repercusiones económicas y sociales que provocan dentro de nuestras fronteras".

Sin menciones al Procés

Esta nota de opinión que el Cercle emite antes de sus jornadas también es un termómetro del momento del Procés. En el pasado, algunas de estas opiniones habían sido monopolizadas por el conflicto político entre Catalunya y el Estado con la entidad intentando formular propuestas para encontrar una solución. Esta vez, sin embargo, ni lo mencionan. Sí que hay una referencia a una sentencia que dejó Pasqual Maragall durante su presidencia: "Lo que es bueno para Catalunya es bueno para España, y lo que es bueno para España es bueno para Europa".

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