Cien años desde que Gaudí fue detenido por hablar en catalán en la Diada
Hace un siglo la policía le impidió ir a la misa en honor a los caídos de 1714 y le maltrató
BarcelonaEl arquitecto más universal, autor de grandes maravillas, también sufrió la represión policial hace un siglo. Antoni Gaudí, padre de la Sagrada Família, de casas importantes –como Milà o Batlló– y del Park Güell, fue detenido por la policía española por hablar en catalán. Este hecho se produjo hace cien años, concretamente por la Diada de 1924, cuando el arquitecto quería ir a la misa en honor a los caídos en la defensa de Cataluña en 1714 en la iglesia de los santos Justo y Pastor, en Barcelona. Pero unos policías le impidieron hacerlo de malos modos, agarrándole por el brazo y exigiéndole hablar en castellano, después de que Gaudí les contestara en catalán, indicándoles que quería ir a misa: "Su profesión la obliga a usted a hablar en castellano", le replicó un agente cuando supo que era arquitecto.
En este momento, Gaudí estalló: "La profesión de arquitecto me obliga a pagar contribución y ya la pago, pero no a dejar de hablar mi lengua". Un conocido suyo defendió en castellano que "tiene todo el derecho de hablar en catalán", momento en el que los policías volvieron a exigirle el cambio de lengua y Gaudí volvió a negarse: "Yo tengo suficiente con mi lengua", espetó, lamentando que le insultaran por hablar su idioma. Las fuerzas de seguridad incluso se burlaron del nombre de su padre, Francisco, diciendo que debía ser "Francisco", y amenazándole: "Si usted no fuera tan viejo le rompería la cara, sinvergüenza, cerdo", va decir en castellano el policía. Unos hechos recogidos en crónicas de la época y hojas arandelas que están en el archivo de Barcelona, y que este año Plataforma per la Llengua conmemorará por la Diada. ¿Qué trascendencia tienen estos hechos de defensa de la lengua? ¿Qué talante tenía Gaudí?
"Gaudí era persona nacida en gran crecimiento del catalanismo, amante de la tierra, en años de profunda sensibilización nacional, social y religiosa", comenta el historiador Josep Maria Solé i Sabaté en conversación con el ARA. También recalca que hay que tener presente el contexto: la dictadura de Miguel Primo de Rivera llevaba un año en marcha y hacía "persecuciones grandes en la lengua catalana, en los símbolos, las instituciones privadas que hacían textos en catalán y la Iglesia para hacer prédicas en catalán". En estas circunstancias adversas, emerge un Gaudí "convencido por ideas de que no le da la gana de someterse", de que "no tolera agresiones a la catalanidad". Entonces no era tan conocido mundialmente, aunque las principales obras ya las había realizado y era muy reconocido por su gremio, con la Sagrada Família en marcha, y ya con 71 años.
Ahora bien, le sale un catalanismo de raíz católica "de la gente venida de abajo, popular": "No era catalanismo ideológico ni de extrema izquierda ni más nacionalista, sino de estómago, popular", sostiene el historiador. "Lo triste es que episodios similares a los que sufrió Gaudí sigan pasando", asegura el presidente de Plataforma por la Lengua, Òscar Escuder, añadiendo que suceden tanto con los cuerpos de seguridad como protagonistas como en la administración del Estado o en la sanidad, que depende de la Generalitat. Precisamente, sólo en el ámbito de sanidad, la entidad recibió más de 200 quejas de discriminación lingüística.
Reivindicación
En todo caso, Escuder se aferra a Gaudí como modelo: "Si todo el mundo tomara ejemplo de Gaudí y hiciera lo mismo, cambiaría suficientemente la situación", relata. Sobre todo en una situación en la que la media de las encuestas dice que el 80% de los catalanohablantes del Principado se pasa al castellano "por respeto" cuando el interlocutor habla en esta lengua. "Debemos reflexionar en qué lugar del mundo es una falta de respeto hablar la lengua propia del sitio", expone.
El hecho de mantener el uso del catalán, a su juicio, da los mensajes "que la lengua es importante y que es compartida". Ahora bien, es cierto que el contexto social es totalmente diferente de hace cien años: "La única lengua de uso social habitual era el catalán, en todas las grandes ciudades, de Perpiñán en Barcelona, Palma y Alguer", apunta . A esto se suma que una parte sustancial de la población, no escolarizada, ni siquiera comprendía el castellano –tal y como apunta el libro El castellano en la Cataluña contemporánea: historia de una bilingüización (Ola Ediciones, 2021)–, aunque éste no era el caso de Gaudí, que era militante de la lengua.
Por otra parte, ¿por qué es tan desconocida la faceta catalanista de Gaudí? Solé y Sabaté lo tiene claro: "Su dimensión es tan universal arquitectónicamente que ha querido silenciarse. Pensar que detuvieron a un genio universal por hablar en catalán al españolismo no gusta nada y no interesa". En el mismo sentido se expresa Escuder, que añade una reflexión que "ha querido decirse que no hay conflicto lingüístico, pero lo cierto es que hay un problema porque el uso social del catalán va bajando".