La Comisión Bilateral se tambalea: el gobierno español ya da casi por hecho que será en septiembre
Vilagrà hablará las próximas horas con la nueva ministra de Política Territorial
Madrid / BarcelonaEl nuevo gobierno de Pedro Sánchez ha empezado a andar con el freno de la carpeta catalana puesto. El presidente catalán, Pere Aragonès, y el español acordaron en la reunión en la Moncloa hace solo dos semanas que la Comisión Bilateral Generalitat-Estado se reuniría antes de acabar el julio. Pero con la crisis de gobierno en la Moncloa y la llegada de la nueva ministra de Política Territorial, Isabel Rodríguez, todo se ha trastocado, y ahora desde el gobierno español ya se da casi por hecho que será en septiembre.
De hecho, Rodríguez aseguró el martes, durante su estreno como portavoz del gobierno español durante la rueda de prensa posterior al consejo de ministros, que "no tenía conocimiento" de que la comisión se tuviera que reunir en un máximo de dos semanas y aseguró que no tenía el encuentro programado. "Mi agenda es ahora un poco caótica, y espero en las próximas horas tenerlo todo más claro", se disculpó.
Rodríguez, sin embargo, sí tenía más que clara una fecha: la próxima reunión física de la conferencia de presidentes, que será el viernes 30 de julio en Salamanca. El aplazamiento, pues, se da casi por hecho en el gobierno español, que incluso ya pensaba en posponer la reunión antes de la remodelación del pasado sábado a pesar de que el anterior ministro de Política Territorial, Miquel Iceta, ya hubiera puesto en marcha los trámites para configurar el orden del día. "No está tan claro que se celebre; hasta hace pocos días la intención era aplazarlo a septiembre", señalan desde el ejecutivo de Pedro Sánchez.
Ante esta situación, la Generalitat reclama que se comunique por los canales oficiales el posible aplazamiento, puesto que este fue justamente un acuerdo al que llegaron Aragonès y Sánchez en la reunión en la Moncloa del 29 de junio. Fuentes del Govern aseguran que la consellera de la Presidencia, Laura Vilagrà, todavía no ha podido hablar con la nueva titular de Política Territorial, Isabel Rodríguez, y que será en las próximas horas -este viernes o el fin de semana- cuando abordará las cuestiones pendientes para julio. Vilagrà es la encargada de presidir la parte catalana de la Comisión Bilateral.
Rodríguez, de hecho, todavía no ha definido a su equipo. El que hasta ahora era mano derecha de Iceta, el secretario de Política Territorial, Víctor Francos (también del PSC), no continuará junto a la nueva ministra, y está a la espera de que se confirme si será director general de Cultura.
A su vez, fuentes cercanas al president Aragonès afirman que si tiene que haber algún cambio de fecha por parte de la Moncloa se tiene que discutir al más alto nivel y que hoy por hoy consideran vigente el acuerdo de activar estos mecanismos estatutarios de forma inmediata, del mismo modo que se acordó reunir la mesa de diálogo la semana del 13 de septiembre. En caso de aplazamiento de la Comisión Bilateral, acabarían coincidiendo las dos reuniones con muy poco margen de tiempo, siempre que se mantenga la fecha de la mesa de diálogo, que coincidirá también con la negociación de los presupuestos generales del Estado para el 2022, que Sánchez quiere aprobar con ERC y tiene intención de presentar antes de que acabe el mes de septiembre.
Orden del día
La idea de la Generalitat -que trabaja internamente con el orden del día del encuentro- es llevar a la Comisión Bilateral todo lo que tiene que ver con la gestión de la autonomía y dejar para la mesa de diálogo las cuestiones de fondo del conflicto político. Así pues, aspectos como la ampliación del aeropuerto de El Prat, conflictos de competencia en la última ley de vivienda o la co-gestión de los fondos europeos irían en este encuentro. A la mesa de diálogo el Govern pretende traer la amnistía y la autodeterminación.
El último encuentro de la Comisión Bilateral Generalitat-Estado fue el 1 de agosto de 2018, cuando la presidía, por la parte catalana, el ex conseller de Exteriores Ernest Maragall, y por la parte española la entonces ministra Meritxell Batet. No dio frutos: se constató la distancia política entre la Moncloa y la Generalitat y solo se acordó constituir las comisiones sectoriales.