Tengo un viaje el 23-J: ¿puedo ahorrarme estar en una mesa electoral?

BarcelonaEl anuncio del presidente español, Pedro Sánchez, de convocar elecciones generales anticipadas el 23 de julio, en pleno verano, amenaza con arruinar las vacaciones de miles de personas a las que les tocará ser miembros de mesas electorales. En las últimas municipales y autonómicas del 28 de mayo, 181.728 ciudadanos formaron parte como titulares de las 60.576 meses repartidas por todo el Estado, mientras que 363.456 fueron convocados como suplentes. ¿Hay alguna manera de evitarlo, sobre todo si le toca a alguien con las vacaciones programadas o fuera de su lugar de residencia? ¿puede haber consecuencias legales para saltarse el requerimiento a conciencia, como pasó con la presidenta de una mesa electoral de Mallorca que el 28 de mayo dijo que se iba a tomar un café y no volvió? Pero la ley electoral prevé varias excepciones. ¿Cuáles?

Una rendija cuando hay un perjuicio económico

La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha pedido a las Juntas Electorales de Zona que flexibilicen sus criterios de admisión de las causas para no estar en las mesas electorales y entiendan que las vacaciones son un acontecimiento familiar de especial importancia que no se puede posponer. También ha instado a la Junta Electoral Central (JEC) a establecer criterios unificados sobre las excusas de participación en las mesas. Hoy por hoy, las vacaciones no son una excusa regulada, pero hay una rendija.

Se considera motivo de alegación "la concurrencia el día de las elecciones de acontecimientos familiares de especial relevancia, que resultan inaplazables" o en los que "el aplazamiento provoque perjuicios económicos importantes", siempre que haya una "relación de parentesco hasta el segundo grado de consanguinidad". Aun así, el criterio es bastante amplio para que la Junta Electoral decida en función del contexto y la instrucción recalca que el interesado tendrá que "acreditar documentalmente la previsión de celebración del acontecimiento" y también su carácter "inaplazable" o el gasto que le supondría.

Con la normativa que hay ahora sobre la mesa, los escogidos tienen siete días de plazo desde que reciben la comunicación de que tienen que formar parte de una mesa para presentar alegaciones. Entre la lista de causas de impedimento, distingue entre las causas "personales", las "familiares" y las "profesionales". Los criterios establecidos son amplios y la última palabra la tienen las Juntas Provinciales de Zona, que analizan cada caso. No hay derecho a presentar un recurso contra su decisión.

Estar a cargo de cuidados de menores o personas con discapacidad

En el ámbito de las responsabilidades familiares, la JEC entiende la condición de madre durante el periodo de lactancia hasta que el bebé tenga nueve meses. También cuidar de menores de ocho años o de personas con discapacidad cuando tiene que ser "directa y continua", o bien de menores de 14 años cuando se acredite que nadie más se puede hacer cargo de ellos, así como los cuidados de un familiar hasta el "segundo grado de consaguinidad" (pareja, padres, hijos, hermanos, abuelos y nietos).

El embarazo o la baja médica, algunos eximentes personales

Los mayores de 65 años son los que más fácil tienen ahorrarse estar en las mesas: pueden renunciar directamente (en el sorteo inicial participan todas las personas menores de 70 años y el único requisito es saber leer en el caso de los vocales y tener el título de bachillerato, de FP de segundo grado o equivalente en el caso de los presidentes).

También exime de estar en la mesa una situación de invalidez; la condición de pensionista de incapacidad permanente absoluta y gran invalidez; la incapacidad temporal para el paro con baja médica; estar embarazada de más de seis meses (o antes si la gestación es de riesgo) o estar de baja por maternidad.

Estar en la prisión o en un psiquiátrico sería una excusa válida, así como haber sufrido lesiones o enfermedades que impidan hacer las tareas que corresponden a los miembros de una mesa. También se aceptaría como argumento tener una operación quirúrgica ya acordada o pruebas médicas importantes aquel día o cerca; ser monja de clausura o haber cambiado la residencia habitual a otra comunidad autónoma cuando se justifique adecuadamente. Los que hayan sido miembros de una mesa electoral al menos tres veces en los últimos diez años también pueden ahorrarse una nueva cita en el colegio electoral.

Causas profesionales: médicos, bomberos, directores de los medios

Los funcionarios y trabajadores que el día de las elecciones tengan que trabajar en las juntas electorales, los juzgados o las administraciones públicas con funciones electorales pueden evitar participar en las mesas. También algunos notarios y los que tengan que prestar servicios esenciales: médicos, sanitarios, trabajadores de protección civil, bomberos, directores de medios de comunicación, jefes de servicios informativos y profesionales que tengan que participar en acontecimientos públicos el día de la votación.

Si pido el voto por correo, ¿seré eximido?

Esta es una creencia muy extendida, pero la instrucción de la JEC no lo prevé así. Sea como sea, el voto por correo ya se puede solicitar hasta el 13 de julio.

El premio: 70 euros

Los ciudadanos que tengan que trabajar en una mesa electoral cobrarán al menos 70 euros, 5 más que en las generales del 2019. Pero también hay una contrapartida: el castigo de no asistir o abandonar sin causa justificada la mesa puede comportar una pena de prisión de entre tres meses y un año, o bien una multa económica. También puede ser perseguido aquel que, a pesar de haber sido citado, no se presente el día de las elecciones.