El enfado del PSOE, el fantasma gallego y los elogios envenenados en Junts
Madrid¿El inicio accidentado de la legislatura actuará como vacuna o será la tónica general? Y si es así: ¿cuánto tiempo podrá durar la legislatura? Estas son las dos preguntas que se hace todo el mundo en Madrid y que no tienen una respuesta clara.
Junts considera que ha marcado el terreno de juego con su negociación in extremis del miércoles. Fijémonos en que los junteros renunciaron a plantear la negociación de la investidura como un pez al cuerno y limitaron al máximo las alusiones al paradigma autonomista. Pero esto no quiere decir que hubieran renunciado a ello, sino que, tal y como se vio el miércoles, se lo guardaban para el día a día de la legislatura. Ahora bien, si el PSOE cambia su forma de gobernar, y los convoca con tiempo para negociar, Junts también se verá obligado a adaptarse ya entrar en una dinámica de pez en el cuerno más clásica y sin el poder que le otorgaba una votación agónica en la que el PSOE se jugaba mucho. Pase lo que pase, pues, es difícil que se vuelva a repetir el mismo guión del miércoles. Las cosas serán distintas.
Dentro del universo de Junts sigue existiendo una cierta división entre las cabezas de brote más influyentes. Así alguien como Agustí Colomines hace una defensa cerrada de la vía negociadora en el actual contexto, Vicent Partal se muestra más escéptico. Curiosamente, ambos ya discreparon, por ejemplo, en el voto sobre el Estatut de 2006. El primero defendió el voto afirmativo y el segundo, el no.
En el PSOE reina una evidente preocupación y se hacen una pregunta: ¿ ¿cómo podemos embarcarnos en una operación tan arriesgada como la de la amnistía con unos socios que en la primera de cambio casi nos dejan tirados? Los socialistas necesitan ahora contrarrestar la imagen de caos y extorsión permanente con una serie de votaciones en el Congreso donde se recupere la unidad de la investidura. Y lo necesitan antes de las elecciones gallegas del 18 de febrero. Una derrota muy contundente en la arena gallega puede convertirse en un problema gordo que haga replantear todo el esquema de la legislatura. Se les ha girado trabajo a Félix Bolaños ya Santos Cerdán, que deberá convencer a Carles Puigdemont de que afloje si no quiere poner en peligro todo el artefacto.
Elogis envenenados
Pero sin duda el fenómeno más inesperado de la semana han sido los elogios a Junts desde las bases del PP y Vox por poner sobre la mesa la expulsión de inmigrantes multirreincidentes. Cuando Isabel Díaz Ayuso los tachó de “xenófobos” en la red X, muchos de los comentarios le pedían que hiciera exactamente lo mismo que los de Puigdemont. El usuario @antiprogrecom, por ejemplo, le respondía: “Error, Isa. Últimamente no aciertas ninguna. En este tema, viendo el panorama, mejor Junts que el PP. Es triste pero es así”.
El giro de Junts hacia el pragmatismo, pues, también va acompañado de cierto giro a la derecha, al menos a nivel discursivo y de agenda. En cuanto a la izquierda, en este campo, ni está ni se le espera.
Este viernes en la redacción del ARA empezó a sonar con fuerza la sintonía de la marcha imperial de la saga Star Wars, la música que siempre acompaña la aparición del malvado Darth Vader, sin que nadie supiera de dónde venía. Al final descubrimos que provenía de la chaqueta de un entrevistado que le había dejado colgada mientras se tomaba unas fotos. Era la sintonía del móvil del nuevo portavoz de Cs, Jordi Cañas.
Este sábado ha cumplido 200 años de la creación del cuerpo policial que finalmente daría lugar a la Policía Nacional. Por este motivo, la Liga había pedido que en todos los partidos se hiciera un homenaje al cuerpo en forma de pancarta de apoyo y con dos agentes haciendo el saque de honor. En el derbi vasco entre el Athletic y la Real Sociedad no se hizo ningún homenaje, como tampoco en el Eibar-Racing ni en el Andorra-Leganés.