Extrema derecha

Así envenena la extrema derecha la sala de prensa del Congreso

Periodistas de medios ultras acosan a políticos de izquierdas, a jefes de prensa e incluso a compañeros

4 min
Imagen de un grupo de periodistas sieguen una sesión de control al gobierno, el 23 de febrero del 2022

MadridExplica la veterana periodista de El País y presidenta de la Asociación de Periodistas Parlamentarios (APP), Anabel Díaz, que en el Congreso de los Diputados siempre ha habido periodistas de medios con líneas editoriales diferentes y contrapuestas, pero que nunca había habido problemas graves entre compañeros ni en la sala de prensa. Ahora ya no es así. "El problema es que esta profesión está muy poco regulada", afirma. Y es cierto que no hay un criterio claro para determinar qué es un periodista y qué no lo es. Ni tampoco qué es un medio periodístico y qué no lo es. Pero ¿qué es lo que está pasando en el Congreso ahora? La novedad es que hay una pléyade de medios de extrema derecha que se saltan todas las normas deontológicas, no tienen un mínimo respeto personal y se dedican a acosar a políticos de izquierdas, jefes de prensa e incluso otros compañeros periodistas.

El último caso ha sido el de un tuit de uno de estos supuestos periodistas en los que señala a dos compañeros basándose en una información falsa y exponiéndolos así al linchamiento en las redes. Esto representa un paso más en esta escalada, puesto que hasta ahora su objetivo eran solo políticos y jefes de prensa. Su objetivo siempre es el mismo: provocar un incidente en la sala de prensa o en los pasillos del Congreso para después hacerlo viral en las redes desde medios que a menudo son solo canales de YouTube o televisiones online. Este es un ejemplo de hace un año del presunto periodista Josué Cárdenas y Gabriel Rufián.

Los que más sufren esta presión, sin embargo, son los representantes de EH Bildu, que en cada rueda de prensa tienen que soportar preguntas sesgadas, demagógicas e incluso insultos sin que nadie haga nada para impedirlo. El incidente más grave tuvo lugar el 24 de mayo pasado, cuando uno de estos presuntos periodistas, Javier Negre, insultó gravemente a la portavoz abertzale Mertxe Aizpurua.

La extrema derecha en el Congreso

A raíz de este caso a Bildu le consta que los servicios de comunicación del Congreso advirtieron a Negre de su actitud, pero no hubo ninguna consecuencia más. Tampoco las hubo cuando estos medios, junto con los máximos dirigentes de PP, Vox y Cs, pusieron en la picota a los jefes de prensa de los grupos soberanistas y de izquierdas, también el del PSOE en este caso, por haber elevado un escrito a la secretaría general del Congreso pidiendo amparo ante las faltas de respeto constantes y las situaciones de tensión que se estaban generando. Estos medios filtraron los nombres de los firmantes y en algún caso imágenes suyas, en un caso claro de señalamiento. Respecto a esto, el escritor y activista político Daniel Bernabé opina que "el problema es trazar la diferencia entre un medio de comunicación y otro de sabotaje, es decir, aquellos que solo basan su actividad en la difusión de manipulaciones y mentiras flagrantes con el objetivo de crear un clima de ilegitimidad institucional".

¿Qué hizo el Congreso? Nada. La Asociación de Periodistas Parlamentarios (APP) se adhirió a un comunicado de la Asociación de la Prensa de Madrid (APM) en el que, de manera salomónica, reclamaba "respeto mutuo" a unos y otros. Cuando este diario se ha dirigido a la APM para hablar de la cuestión lo han dirigido a la APP, y al revés. La cuestión provoca una evidente incomodidad entre la profesión en Madrid, donde no hay consenso ni siquiera para tildar a estos medios como ultras. La respuesta siempre es un espeso silencio.

En cuanto a la mesa del Congreso, tampoco hacen nada porque están escarmentados de cuando retiraron la acreditación parlamentaria a un periodista de OK Diario por haber entrado sin permiso en el despacho de Irene Montero, en julio de 2019. El Tribunal Supremo revocó la decisión en solo 15 días aceptando las cautelarísimas pedidas por el sancionado. Desde ese momento, Meritxell Batet deriva todas las quejas hacia los servicios de Comunicación del Congreso, que intentan capear el temporal con un perfil bajo.

Otra práctica habitual es hacer tuits alabando las intervenciones de Vox en el Congreso, dejando claro cuál es su ideología. "Estas prácticas no son nuevas, hay casos históricos de periodistas muy ligados a la extrema derecha como Carles Maurras y ahora Éric Zemmour en Francia", explica el experto en extrema derecha Arsenio Cuenca. "El caso de Negre obliga a pensar hasta qué punto habría que replantearse el acceso al Congreso de determinados individuos", concluye.

Desamparamiento de Bildu

"Nosotros nos sentimos desamparados porque nadie hace nada", se queja el jefe de prensa de EH Bildu, Oihan Vitoria. En un primer momento los partidos que eran boicoteados optaron por no responder a preguntas de estos medios, pero viendo que lo usaban en beneficio propio, cambiaron la estrategia y ahora la mayoría responde en función de la pregunta. Por ejemplo, la semana pasada le preguntaron a Rufián sobre la victoria de la selección española de baloncesto, pero el republicano no cayó en la trampa: "Lorenzo Brown muy bien", dijo. En cambio, con Bildu no hay este espacio para las preguntas simpáticas. "En el Congreso, al contrario que en la Moncloa, los periodistas se pueden activar ellos mismos el micro de forma que los jefes de prensa no tenemos manera de retirarles la palabra. Nos desautorizan constantemente", explica Vitoria. Eso sí, la parte positiva es que han comprobado que cada vez estos clips virales tienen menos repercusión y no salen más allá de su burbuja mediática de extrema derecha.

Aún así, políticos, jefes de prensa y periodistas se ven obligados cada día a convivir con estos "saboteadores", en palabras de Daniel Bernabé, o "agitadores de odio", según Oihan Vitoria, que han conseguido envenenar el ambiente en la sala de prensa del Congreso en beneficio de sus plataformas ideológicas.

La galaxia mediática ultra
  • Decisión Radio Nacida de las cenizas de Radio Ya, está presidida por Rafael López-Diéguez, yerno del histórico ultra Blas Piñar y ex dirigente de Alternativa Española.
  • El Toro TV Esta plataforma, sucesora del grupo Intereconomía, es propiedad del exdiputado del PP en el Parlament de Catalunya Julio Ariza. En abril de 2019, Ariza cerró la lista de Vox por Barcelona.
  • 7NN Esta televisión online, que ha saltado a la fama después de fichar a Toni Cantó para un programa, es propiedad de José Ángel y Jaime Alonso García, excargos de Fundación Francisco Franco.
  • EDATV Estado de Alarma TV es una plataforma online creada por el periodista Javier Negre, condenado por inventarse una entrevista a una supuesta víctima de violencia de género, y que tiene como financiadores a personas como Marcos de Quinto, ex directivo de Coca-cola y exdiputado de Cs.
stats