La nueva legislatura catalana

ERC decantará a última hora la presidencia del Parlament

Esquerra puede cerrar filas con el PSC o Junts, pero los socialistas podrían desactivar el bloque independentista con el PP

4 min
La presidenta del Parlament, Anna Erra, y las vicepresidentas Alba Vergés y Assumpta Escarp.

BarcelonaQuedan menos de 24 horas para que se constituya el Parlamento y lo más caliente está en el fregadero. Por ahora no existe ningún acuerdo público que permita saber de qué color acabará siendo la mayoría de la mesa y la presidencia de la cámara catalana, la segunda autoridad del país. Ahora bien, hay un grupo que tiene la clave para decantar mayorías: Esquerra, ya que alineándose con Junts o con el PSC tiene la clave para que haya una mayoría de la mesa independentista, "antirepresiva" o de izquierdas. Según las fuentes consultadas, los republicanos tomarán la decisión este lunes por la mañana, pero este domingo por la noche han reunido ya a la ejecutiva para "informar" sobre las negociaciones. Sobre la mesa tienen dos opciones por ahora: podrían tener la presidencia de la cámara gracias a los votos socialistas y de los comunes o formar parte del bloque independentista para que tenga la presidencia Anna Erra (JxCat). Sea como fuere, la incógnita se mantendrá hasta el final.

Los partidos han optado por la discreción máxima esta semana por no influir en sus expectativas electorales en los comicios de este domingo en el Parlamento Europeo, por lo que será este lunes por la mañana cuando se desencallará todo. El pleno, de hecho, no empezará hasta las cuatro de la tarde, y los resultados de esta noche tampoco son una cuestión menor a la hora de tomar la decisión. A continuación desgranamos todos los escenarios posibles:

  • Mesa con mayoría independentista

Si Esquerra opta por hacer una mesa independentista, se trataría de una alianza con Junts y la CUP. Ahora bien, según fuentes consultadas por el ARA, deberían apoyar la candidatura de Anna Erra, la actual presidenta de la cámara, ya que Junts sólo estaría dispuesto a votar una candidatura de ERC y ceder la presidencia de la cámara a los republicanos si los de Marta Rovira –que trae las negociaciones– se comprometen a vetar una investidura de Salvador Illa. Un extremo que en estos momentos Esquerra no garantiza, porque justo han comenzado las conversaciones y la decisión la tomará la militancia del partido en una consulta. Es decir, para los republicanos, los pactos de la mesa no están relacionados con la decisión de apoyar o no a Carles Puigdemont –que quiere tener la oportunidad de presentarse a la investidura– o Salvador Illa.

A esta ecuación, en todo caso, también debería sumarse la CUP, que no ha revelado si estaría dispuesta a votar una candidatura de Junts. Solo ha dejado claro que quiere evitar una presidencia del Parlament del PSC. Ahora bien, lo que también es relevante para los cuperos es asegurarse grupo propio en el Parlament, que se adquiere con cinco diputados (tienen cuatro). De esto depende su capacidad de iniciativa política esta legislatura y no tener que compartir grupo mixto con la extrema derecha de Aliança Catalana. Para lograrlo, necesitan que haya otro grupo que les ceda un escaño, como se hace en el Congreso de los Diputados, pero, a diferencia de la cámara española, en el Parlamento el diputado que ayude a la CUP no puede volver a su grupo de origen, sino que se quedaría como no adscrito toda la legislatura. Para flexibilizarlo, es necesario modificar el reglamento de la cámara, de modo que el voto de la CUP en el rompecabezas de la mesa dependerá de quien esté más comprometido a realizar este cambio –informa Xavi Tedó–. Quienes no estarían dispuestos a situarse en el mismo bloque que los junteros, en todo caso, serían los comunes, que prefieren una alianza de izquierdas.

  • Mesa con mayoría de izquierdas

Según diversas fuentes consultadas por el ARA, Esquerra ha mantenido conversaciones tanto con los socialistas como con Junts. Si optase finalmente por pactar con el PSC, podría tener al alcance tener la presidencia del Parlament pese a ser la tercera fuerza de la cámara, con veinte diputados, ya que varias fuentes apuntan a que los socialistas sí podrían llegar a cederles la presidencia de la cámara para garantizar una mayoría de izquierdas en la mesa y allanar el camino hacia la investidura de Salvador Illa, que necesita el seno de los comunes y de los republicanos para llegar al Palau de la Generalitat. En las quinielas ya hay nombres, como la vicepresidenta en funciones del Govern, Laura Vilagrà. Ahora bien, ¿cómo garantizaría entonces ERC forjar una mesa "antirepresiva", tal y como han ido diciendo hasta ahora? Los republicanos podrían ceder una secretaría a los de Jèssica Albiach y, en función de las alianzas, habría dos mayorías posibles en la mesa: una de izquierdas con el PSC, los comunes y ERC y otra llamada "antirepresiva" contando los representantes (2) que obtendría Junts sin pactar con nadie, Esquerra y los comunes. Lo que no sería esto, en cualquier caso, es una mesa con mayoría independentista.

  • Mesa unionista

Aún habría otro escenario: una mesa unionista. Pese a que el PSC y los comunes siempre han dicho que su prioridad es constituir una mayoría de izquierdas, si Esquerra se aliara con Junts y la CUP para tener una presidencia de la cámara independentista, los unionistas podrían neutralizarlo yendo a buscarlo el PP. De esta forma, sumarían 57 diputados, dos menos que los 59 de junteros, republicanos y cuperos si se cuentan los votos de los exiliados Carles Puigdemont y Lluís Puig. Ahora bien, dado que el Tribunal Constitucional ha dictaminado que no se podrían contar los escaños de los exiliados, los demás grupos podrían impugnar la votación y dejar en suspenso la elección de la presidencia del Parlamento. Y es que, si hay empate, debe repetirse hasta cuatro veces la votación y, si se mantiene, el puesto se lo llevaría la candidatura con más escaños. Es decir, el PSC.

  • El rol de la extrema derecha

Ninguna mayoría, ni independentista, ni unionista ni de izquierdas, cuenta con los votos de la extrema derecha de Vox o de Aliança Catalana. Sin embargo, los dos partidos ultras pueden provocar sorpresas el mismo día de la votación, ya que se hace de forma secreta, con papeletas y con urna. Los espanyolistas de Vox tienen 11 escaños y podrían decantar la balanza a favor del PSC si los socialistas presentan candidatura; también los independentistas de Aliança Catalana, que tienen dos, podrían acabar decantando la balanza para la banda independentista. También hay otra hipótesis: que PP y Vox pactaran al margen del resto para intentar garantizar una secretaría para los populares. La incógnita permanecerá hasta el final.

stats