ERC, JxCat, CUP, comunes y PSC firman el cordón sanitario contra Vox

Entre otros, se comprometen a excluir a la extrema derecha de los órganos parlamentarios y a no apoyar ninguna de sus iniciativas

115 diputados del Parlament de Catalunya harán el vacío a los 11 parlamentarios de Vox. ERC, JxCat, CUP, comunes y PSC han acordado este jueves un decálogo de medidas para hacer frente a la extrema derecha en el hemiciclo y tejer, de este modo, el cordón sanitario que resonó durante buena parte de la campaña electoral. A pesar de que inicialmente cada uno había ido haciendo propuestas en solitario, finalmente han conseguido ponerse de acuerdo después de varias reuniones a cinco bandas. Como ya habían anunciado, ni PP ni Cs se sentirán comprometidos por el cordón sanitario. Las conclusiones que han salido comprometen a los firmantes a evitar que el partido ultra tenga un lugar en la mesa de la cámara y en la de las comisiones; a no sumarse a ninguna iniciativa de Vox y a evitar que prosperen.

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Concretamente, el primer punto del decálogo obliga a los partidos a combatir "los discursos de odio" y contrarrestar "las informaciones falsas" que pueda difundir Vox. También se comprometen a evitar "la presencia de la extrema derecha en la mesa del Parlament, las mesas de las comisiones, en la coordinación de los intergrupos, en la relatoria de los grupos de trabajo y en la presentación de ponencias colegiadas". Es decir, coordinar el voto en los espacios de la cámara en los que no todos los partidos tienen que tener presencia por norma, sino que se escogen a los miembros basándose en las mayorías parlamentarias. Como Vox es la cuarta fuerza del Parlament, esto implicará sobrerepresentar a los tres partidos mayoritarios en algunos casos o ceder más visibilidad a los grupos pequeños.

Al mismo tiempo, los partidos también se niegan a convocar a Vox a las reuniones que se mantienen con entidades y sectores para abordar temáticas concretas. En el decálogo informan de que las formaciones en ningún caso avisarán a la extrema derecha de que se producirá esta reunión, y dejarán en manos de las entidades la posibilidad de convocarla.

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Pero el cordón sanitario no acaba aquí, puesto que también entrará en las resoluciones y leyes que vote el pleno. Los firmantes se comprometen a no "subscribir ninguna iniciativa parlamentaria conjunta" con la extrema derecha y a evitar que prosperen sus resoluciones. Si solo pueden contar, como máximo, con los 6 diputados de Cs y los 3 del PP, las iniciativas de Vox tendrán un techo de 20 votos favorables (de 135).

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Sanciones para no firmar los compromisos contra la discriminación

Todos los diputados elegidos el 14-F se podrán comprometer por escrito contra la discriminación "y el acoso psicológico o sexual" en el momento de asumir el acta. Los once parlamentarios de Vox, sin embargo, ya avanzaron que ninguno de ellos firmará este compromiso. Las formaciones que han pactado el cordón sanitario intentarán que esto no vuelva a pasar, puesto que se emplazan a implementar sanciones en caso de que no se firmen los compromisos contra la discriminación y el acoso.

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Los partidos también quieren modificar el requisito de unanimidad que piden las declaraciones institucionales para que pasen a ser de una mayoría cualificada, y evitar de este modo que la extrema derecha pueda pararlas cuando hagan referencia, por ejemplo, a cuestiones como la violencia machista. A la vez, se han puesto de acuerdo para condenar en sede parlamentaria y también fuera de la cámara todas las manifestaciones "de violencia verbal, física o psicológica hacia las diputadas".

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Para vallar el paso a los discursos de odio, los partidos también han pactado emplazar s la mesa de la cámara a ratificar el calendario de conmemoraciones institucionales actual, que incluye, entre otros, la conmemoración de las víctimas del Holocausto, las del genocidio del pueblo gitano y las del tráfico transatlántico de africanas esclavizadas, así como mantener la iniciativa de hacer en cada pleno el recuento de las muertes en el Mediterráneo y de los feminicidios. Además, también se comprometen a crear una Comisión de Estudio sobre el Racismo Institucional.

Para que este acuerdo perdure en el tiempo, republicanos, Junts, cuperos, comunes y socialistas prometen mantener un espacio para coordinar las acciones contra la extrema derecha e, incluso, ampliar este grupo de trabajo a la sociedad civil organizada.