Disputa política

La escisión de la izquierda independentista que hace el pulso a la CUP

El Movimiento Socialista reniega del papel de los anticapitalistas y tilda de "ineficiente" e "indefinida" su estrategia

Acto final de la manifestación de la OJS el pasado 7 de junio en Badalona.
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BarcelonaSi hablamos de universidades y militancia de izquierdas en los Països Catalans rápidamente nos viene a la cabeza el Sindicato de Estudiantes de los Països Catalans (SEPC). Desde su creación, se ha erigido y consolidado como uno de los principales actores políticos de los centros estudiantiles del país. Ahora, sin embargo, un nuevo movimiento le disputa el espacio. También en la CUP, su referente institucional. Durante este curso, la Organización Juvenil Socialista (OJS), proveniente de una escisión de Arran, ha incrementado su presencia en las universidades de Cataluña, organizando encuentros formativos y participando de acciones contra actos de extrema derecha. También ha redoblado la presencia en la calle, que ha llegado a reunir a cerca de un millar de personas en Badalona a principios de mes para protestar contra el auge del fascismo y ha amplificado su crítica a la CUP, a la que considera "una muleta" de los partidos de izquierdas institucionales. Por territorios, este nuevo movimiento está haciendo mella en barrios de Barcelona y también en la ciudad de Mataró, a diferencia de la Cataluña Central, donde se mantiene más fuerte la izquierda independentista tradicional.

Pero, ¿quién es este nuevo actor político? ¿Hasta qué punto difiere de Arran y de la CUP? La OJS forma parte de un movimiento más amplio, del Movimiento Socialista. En el Estado, este movimiento surgió en Euskal Herria a raíz de diferencias dentro de la izquierda aberzale y se ha replicado en varios puntos de la península, también en Catalunya. Su principal crítica a la izquierda independentista (entendida como el espacio político que integra la CUP, Arran y el SEPC, entre otros) es que creen que en los últimos años, sobre todo en el Proceso, quedaron "reelegados en las dinámicas de los partidos de la burguesía", en alusión al bloque que formaron con ERC y la antigua CDC –ahora. Un rumbo que desde el Movimiento Socialista creen que dificulta "la emancipación de la clase trabajadora".

La diferencia estratégica

Aunque desde Arran y el SEPC también se han criticado abiertamente decisiones y actuaciones puntuales de la CUP, consideran que su referente institucional es una pieza clave en la estrategia de la izquierda independentista. Esta estrategia, que llaman Unidad Popular, teóricamente consiste en unir a los colectivos sociales y militantes en una lucha conjunta por hacer una revolución y tomar el poder y conseguir el socialismo. En este contexto, ven a la CUP como necesaria porque creen que también hay que "disputar las instituciones", afirman desde Arran.

En cambio, desde la OJS consideran que en la última década este planteamiento se ha demostrado "ineficiente". Por eso, apuestan por una estrategia diferente, que le llaman Proceso Socialista, y que consiste en dejar de lado, por ahora, a las instituciones y ganar adeptos primero en la calle, distanciándose de las reformas que puedan impulsar los partidos actuales. No descartan presentarse en el Parlament, pero aseguran que si lo hacen será cuando las "ideas socialistas" hayan logrado una cierta "hegemonía" entre la población. Ahora, creen, que la práctica parlamentaria se "come" el día a día de la CUP y no quieren caer en lo mismo. Ellos, si acuden a la cámara catalana, dicen que será "para defender una práctica revolucionaria" –sin concretar en qué consiste– enmarcada en "un proyecto propio de la clase trabajadora".

Militantes de Arran ante la comisaría de los Mossos de Les Corts en Barcelona, ​​en una imagen de archivo.

¿Son independentistas?

La otra pregunta que sobrevuela esa escisión de la izquierda independentista es si mantienen la independencia como uno de sus objetivos organizativos. En los actos de Arran es habitual ver tres banderas: una estelada, una bandera roja y una lila. Simbolizan los ejes con los que trabajan: independencia, socialismo y feminismo. En cambio, en los actos de la OJS sólo se ven banderas rojas, ya que desde la organización consideran que el socialismo ya lo engloba todo.

Este posicionamiento les ha comportado críticas, ya que les acusan de dejar de lado la lucha por la independencia y la lucha feminista. "No es así, nosotros lo que decimos es que si no vamos hasta el final a abordar todos los pilares de la sociedad actual que reproducen las opresiones de género y nacionales, no vamos a conseguir superarlas", afirman fuentes de la OJS.

Justamente por este discurso, Arran y el SEPC están convencidos de que el crecimiento de la nueva organización no les perjudicará excesivamente: "En la lucha feminista y en la cuestión nacional hay una brecha que es nuestra. Estamos tranquilos porque creemos que queremos cosas diferentes y la gente también lo ve", concluyen desde '.

El número de militantes, una incógnita

En cuanto a las cifras, es difícil contrastar si el espacio político de la izquierda independentista está en retroceso, y más aún cuáles son las causas de un aumento o disminución de militancia. Ni el SEPC ni Arran –y tampoco el OJS– facilitan datos del número de militantes activos por ahora. Desde Arran apuntan que en el momento de la escisión se marchó "aproximadamente menos de un tercio" de la organización y que han recuperado el nivel de militancia hasta el grueso que tenía la organización antes del Proceso, que era menor al del momento de la escisión. Ahora bien, nadie da cifras oficiales.

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