La extrema derecha entra en el Parlament con 11 diputados
Vox consigue 216.000 votos y se convierte en la cuarta fuerza política en Catalunya
Barcelona“Nos han dicho que no pasaríamos. Yo les digo que hemos pasado y que seguiremos pasando hasta desalojarlos de todas las instituciones catalanas”. El candidato a la presidencia de Vox, Ignacio Garriga, utilizó ayer vocabulario guerracivilista para celebrar, a pesar de que sin mucha euforia, la entrada de Vox en el Parlament con 11 diputados y 216.000 votos.
Las encuestas no dejaban ninguna duda de que Vox obtendría representación, tal como llevan haciendo en la mayoría de comicios autonómicos a los cuales se presentan desde el 2019. Las encuestas les daban entre 6 y 10 diputados.
“No daremos ni un paso atrás”, prometió ayer Garriga, que aseguró que a partir de ahora “todos los catalanes estarán representados”. En los primeros puntos de su hoja de ruta situó “acabar con la inmigración ilegal y que en las escuelas se hable español”.
El líder del partido, Santiago Abascal, felicitó a Garriga por los 11 diputados pero insistió en que “son unos malos resultados para España y, por lo tanto, son unos malos resultados para Vox”, puesto que los tres partidos más votados (PSC, ERC y Junts) son “los que han atacado el orden constitucional”. Los independentistas por el hecho de serlo (Vox defiende su ilegalización) y el PSC por haber sacado adelante “ese Estatuto inconstitucional”. Garriga ya ha dejado claro durante la campaña electoral su intención de “liderar la oposición en Catalunya”.
Su programa electoral para Catalunya se limita a diez únicos puntos que, además, son muy genéricos. Básicamente, defienden “la recuperación de las instituciones” para “parar el golpe de estado” independentista y acabar con la inseguridad, que sin complejos relacionan con la “inmigración ilegal”, a pesar de que las cifras oficiales no avalan esta tesis de Vox.
Campaña llena de tensión
La campaña de Vox ha estado marcada sobre todo por las protestas que los colectivos antifascistas de todo el territorio han protagonizado contra ellos. Los disturbios de Vic, que acabaron con un chico encima de la furgoneta de Vox golpeando el techo, fueron los más sonados. El partido ultra ha intentado sacar rédito electoral de la confrontación denunciando que si los atacan a ellos es porque representan el verdadero peligro para la “mafia separatista”. “Solo queda Vox”, gritaba Santiago Abascal en el mitin final de campaña en la Plaça Artós, en Sarrià-Sant Gervasi. Ha sido en este distrito acomodado donde el partido ultra ha sacado uno de sus mejores resultados: ha conseguido el 11,2% del total.
Ahora que ha entrado en el Parlament, el partido que defiende acabar con las comunidades autónomas ya tiene representación en 10 autonomías, además de Ceuta y Melilla. Los lugares donde ha conseguido más apoyo son Ceuta, con el 22% de los votos; Andalucía (10,9%); el País Valenciano (10,4%); Murcia (9,4%), y Madrid, con el 8,8% de los votos. También tiene 52 diputados (15%) en el Congreso. En Catalunya se conforma, de momento, con el 7,6%.
Los líderes del partido siguieron la jornada electoral desde el hotel Avenida Palace, en la Gran Via de Barcelona, a pocos metros de la antigua sede del departamento de la Vicepresidencia, Economía y Hacienda, donde el 20 de septiembre del 2017 miles de personas se concentraron en contra de los registros de la Guardia Civil contra el proceso independentista.