Feijóo cierra el escaparate de la investidura fiándolo todo a la repetición electoral
El PP cierra filas con el liderazgo de Feijóo y se conjura para frenar la amnistía
MadridAlberto Núñez Feijóo ha terminado el discurso final de investidura con una promesa que ha ido repitiendo en los últimos días: "más pronto que tarde" llegará a la Moncloa para defender lo que ahora ha admitido que tendrá que hacer desde la oposición, la "libertad" y la "igualdad" de todos los españoles. La frase resume el escenario que se abre ahora en el seno del PP: liderar la ofensiva contra un nuevo gobierno de coalición apuntalado por el independentismo y prepararse, si es necesario, para una hipotética repetición electoral. Para llegar hasta aquí, el PP necesitaba el escaparate del debate de investidura de esta semana, aunque terminara en derrota, sobre todo después de que el partido quedara huérfano de estrategia al día siguiente del 23 de julio al no haber cumplido las expectativas .
Varios dirigentes del PP salían satisfechos del pleno, aseguraban que habían cumplido el objetivo de consolidar el liderazgo de Feijóo y de haber puesto contra las cuerdas al PSOE. Es cierto que no ha habido fisuras a la hora de cerrar filas en torno a Feijóo y que incluso diputadas como Cayetana Álvarez de Toledo, uno de los versos libres y del ala más dura del PP, o la propia presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, se han puesto al lado del líder popular. Ayuso lo ha hecho después de que se consumara el fracaso de la investidura de Feijóo, cuando ha asegurado que el líder del PP ha "representado a los españoles libres e iguales en el Congreso". "Ahora, o amnistía o elecciones", ha escrito en un mensaje en X. Una afirmación que cuadra con la que ha desgranado el líder popular durante su último discurso: un "gobierno de mentira", al que el partido quiere hacer frente, o una repetición electoral.
El PP ha podido exhibir unidad en torno a Feijóo, pero también es verdad que el pleno de esta semana ha visualizado su aislamiento en el hemiciclo. Los populares sólo han obtenido los votos de Vox, Unión del Pueblo Navarro (UPN) y Coalición Canaria (CC). Su dependencia de la extrema derecha es lo que le ha impedido obtener los soportes extra para llegar a la Moncloa. Por ahora, el partido no está dispuesto a renunciar a él y, de hecho, Feijóo ha vuelto a agradecer el apoyo "sin condiciones" de la extrema derecha. Es justamente esa pinza la que ha excluido al PNV –uno de los partidos que el PP aspiraba a convencer– de cualquier negociación con los populares. Una ruptura que ha certificado el portavoz de la formación vasca, Aitor Esteban: "Ha hecho un discurso que sonaba a desafío y no a conciliación. Su soledad es mayor que ayer".
El objetivo del PP sigue siendo intentar hacer cada vez más pequeño a Vox para volver a liderar solo el espacio de derecha e intentar llegar a la Moncloa. Por eso, Feijóo ha cogido la iniciativa en la ofensiva contra la amnistía –aún no ha confirmado si estará en la manifestación del próximo domingo en Barcelona– y ha cerrado la puerta rotundamente a abstenerse en una investidura del líder del PSOE , Pedro Sánchez. "Les he ofrecido la posibilidad de que se abstuvieran [...]. Les advierto que no admitiremos el cinismo que nos pidan después a nosotros lo que ustedes se niegan a hacer ahora con el partido más votado por los españoles", ha afirmado Feijóo. Unas palabras que contradicen lo que pedía la expresidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, quien ha apostado por que Feijóo ceda los "votos que sean necesarios" para evitar que Sánchez gobierne "con comunistas, independentistas y filoetarras". Una tesis que ni siquiera Ayuso ha defendido. De hecho, la presidenta madrileña, la dirigente que más sombra puede hacer a Feijóo, de momento mantiene una lealtad ciega al líder popular y varias voces del partido aseguran que por ahora no se moverá.