Quien gana y quien pierde con el adelanto de las elecciones

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El presidente del grupo parlamentario de Junts, Albert Batet, y el del PSC, Salvador Illa, conversan en el hemiciclo

BarcelonaEl equipo del presidente Aragonés cruzaba los dedos a media mañana como si todavía confiara en el milagro. Necesitaban un voto, aunque fuera por error a lo Casero, para ganar tiempo. De lo contrario, sabían cuál era el pan que se serviría porque, por mucho que lo negaran en público, tanto en el Palau de la Generalitat como en la calle Calàbria de Barcelona hacía días que se analizaba la salida a un más que probable fracaso de los presupuestos . Elecciones. Aragonés era el menos partidario, aunque crecían internamente las voces que le aconsejaban pulsar el botón porque no encontraría un momento mejor.

¿Por qué un presidente empeñado en terminar la legislatura llega a esta conclusión? En primer lugar, porque piensa que tiene el mejor relato posible en las actuales circunstancias, que, por supuesto, no son óptimas para ERC, pero que aún podrían empeorar. "Los vetos cruzados y las líneas rojas han ido contra los intereses de los ciudadanos de Catalunya", expresó en su comparecencia en la Galería Gótica de Palau. Él asume "la responsabilidad" de desbloquear la situación, por lo que, dice, avanza las elecciones. Convertir una derrota en una oportunidad al más puro estilo Pedro Sánchez tras el descalabro del PSOE en las elecciones municipales y autonómicas del pasado año. Los culpables de la situación, asegura, son los demás y no él, quien ha intentado el acuerdo hasta el último minuto.

Pero este no es ni mucho menos el único argumento que fuentes de ERC apuntan a que se ha tenido en cuenta. La derrota parlamentaria de este martes abocaba al Gobierno a vivir diez meses agónicos, en los que la debilidad parlamentaria no hubiera hecho más que evidenciarse. Al fin y al cabo, los presupuestos son la ley más importante de cada curso. El año pasado dieron el oxígeno que necesitaba un ejecutivo debilitado por la salida de Junts del Govern y ya entonces, aunque en público sentenciaba que agotaría la legislatura, Aragonès planteaba internamente la posibilidad de acudir a las urnas si no encontraba a los socios necesarios. El desgaste por la sequía es otro de los motivos que había sobre la mesa, especialmente pensando en el futuro: nadie descarta en estos momentos que en verano la Generalitat tenga que endurecer aún más las restricciones de agua.

Fortalezas y debilidades

Ahora bien, si el momento es propicio es por la debilidad, entienden a Esquerra, de sus dos principales rivales. Juntos no tenía candidato hasta que hoy mismo el secretario general, Jordi Turull, ha apuntado el nombre de Carles Puigdemont, una vez más el revulsivo al que se encomiendan los junteros. Volverán a jugar la carta del regreso del presidente sabiendo que la aprobación de la amnistía no hará automáticamente que los jueces apliquen su contenido. Turull ha acusado a Aragonès de tomar una decisión "sectaria", insinuando que convoca ahora para evitar una campaña con Puigdemont paseándose por Catalunya. En todo caso, en Junts celebran haber salido del Govern en su día porque les ha permitido tener manos libres para cargar contra ERC.

El PSC fue quien salvó el año pasado los presupuestos y estaba dispuesto a volver a hacerlo este año. Las encuestas apuntan a que será el partido más votado, pero habrían preferido comprobarlo dentro de unos meses, alejando la convocatoria de la amnistía, que les desgasta ante su electorado, y también del caso Koldo, en el que algunos partidos y medios apuntan hacia el ministerio de Sanidad que comandaba Salvador Illa en el tramo más duro de la pandemia. En todo caso, este fin de semana Isla tendrá la ocasión en el congreso del partido y con presencia de Pedro Sánchez, de realizar su primer acto de campaña.

¿Y los comunes? Su no es lo que ha derribado las cuentas, pero asumen que conseguirán que haga falta el mensaje que son la opción verdaderamente de izquierdas que se opone a los casinos y al juego. La decisión de Aragonès toma muchos partidos a contrapié. La CUP todavía está en pleno proceso de refundación, la ANC apenas decide este fin de semana si presenta lista cívica y el proyecto de la extrema derecha de Aliança Catalana no está tan maduro como probablemente lo habría estado en un año . En el unionismo, el PP tiene las mejores expectativas –Illa será su enemigo número 1– y Vox y Cs también podrían sufrir sus consecuencias.

Pronto se publicarán las primeras encuestas para comprobar desde dónde parte cada uno. Tienen dos meses para intentar mejorarlas.

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