El Govern propone a la CUP no invertir en el Hard Rock ni impulsar los Juegos sin consulta previa

BarcelonaSi las cosas no cambian de forma radical, entramos en la recta final de la negociación entre el Govern y la CUP. La situación ha llegado a una callejón sin salida y las bases de los cuperos acabará tomando la decisión definitiva –que incluye la curiosa posibilidad de presentar enmienda a la totalidad y seguir negociando– el próximo lunes en una votación telemática. Este jueves las dos partes han decidido hacer públicos documentos que no hacen más que evidenciar su distancia. Para el Govern, que detalla todas las concesiones que ha hecho a los cuperos, los presupuestos son "una herramienta útil para la recuperación social y económica del país" y significan "un claro cambio de rumbo". En la CUP lo ven radicalmente diferente: "Nuestros esfuerzos no han obtenido la respuesta deseada para conseguir el giro necesario".

Y eso que aseguran que en la última oferta el Govern se ha comprometido a retirar las partidas destinadas al proyecto de Hard Rock en BCN World -para compensar a La Caixa por los terrenos- y a dejar de lado también los Juegos Olímpicos de Invierno. "Tenemos el compromiso del Govern de que la partida de Hard Rock y la de los trabajos para la candidatura de los JJ.OO. serán retiradas de los presupuestos", aseguran. Pero hay matices. Según el ejecutivo, la propuesta sí pasa por incluir en las cuentas una disposición adicional que establecería que la Generalitat "no asumirá, en ningún caso, ningún coste" en concepto del proyecto de BCN World. Con los Juegos, en cambio, plantea incluir una disposición que diga que la Generalitat no formalizará "ninguna candidatura hasta que se haya realizado la consulta ciudadana sobre este proyecto prevista durante el año 2022". No descarta, por lo tanto, acabar impulsándola.

El alejamiento es tal que los anticapitalistas plantean en un documento enviado a la militancia -avanzado por La Vanguardia y que la propia organización ha hecho público poco después- ir más allá de la decisión sobre los presupuestos y también sobre el cumplimiento del pacto de investidura con ERC y tomar conciencia de que "el estancamiento y la gestión autonómica" del actual Govern es más profundo de lo que pensaban. "La pregunta que pensamos que hay que hacernos es: ¿qué posición tiene que adoptar la candidatura para contribuir a impedirlo y avanzar hacia la ruptura y el cambio social y político?" Junts y ERC mirarán hacia los comuns y el PSC si la CUP rechaza las cuentas del año que viene y los cuperos ya prevén un acuerdo a cuatro bandas que, además de la Generalitat, se replique en el Estado, en el Ayuntamiento de Barcelona y en la Diputación.

Para empezar, cuestionan que se trate de los presupuestos más expansivos de la historia, tal como defiende el Govern, porque de los más de 5.000 millones de gasto adicionales respecto al 2020 la mayoría ya está comprometida: casi 3.000 millones en ingresos finalistas provenientes de los fondos Next Generation y ajustes contables; 705 al covid-19; 336 al incremento del sueldo de los funcionarios; y 200 a cubrir el déficit del transporte público. Del resto, casi 900 dicen que el Govern les ha detallado que son gasto para mantener "las cosas como están" y solo habría 88 millones para nuevos proyectos. "Una cifra muy lejana a la inicialmente anunciada y que muestra que nos encontramos ante unos presupuestos que ni mucho menos son los más expansivos de la historia ni los que merece la mayoría popular y trabajadora y que vienen condicionados por los objetivos de estabilidad impuestos por el Estado y la troika", concluyen.

Negociaciones deprisa y corriendo

"A última hora y deprisa y corriendo, el Govern, fruto de las negociaciones y presiones de este último mes, ha estado anunciando una serie de medidas que suponen el inicio del cumplimiento de alguno de los acuerdos de la investidura como la creación de la energética pública o la internalización parcial del 061". Insuficientes para los negociadores cuperos. El documento de la Generalitat, en cambio, destaca la ambición de los presupuestos, que incorporan 4 millones para el plan piloto de la renta básica universal; 750 millones destinados a políticas de vivienda (la CUP reclama 1.000); la internalización del 061; el incremento hasta el 17% de la importancia de la atención primaria en el presupuesto de Salud (la CUP pide que se llegue al 25%); la reducción de ratios en la educación infantil y primaria de 25 a 20 alumnos por aula; la gratuidad del P2; el incremento en 85 millones del presupuesto de Cultura y un plan de choque social, entre otras cuestiones relevantes.

La última oferta del ejecutivo a la CUP no ha convencido a los anticapitalistas y todo apunta a que las bases reafirmarán la apuesta por la enmienda a la totalidad. Entonces será hora de decidir para ERC y Junts: se acercarán al PSC, que se ofrece desde el primer día, a pesar de que tambalee la mayoría independentista del Parlament?