Debate presupuestario

Los cinco motivos que separan a la CUP del aval a los presupuestos

El rumbo de la legislatura y las partidas en vivienda y sanidad son los principales escollos

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Los diputados de la CUP este jueves en el Parlamento .

BarcelonaA la espera de las nuevas reuniones que mantendrá con el Govern y en las que podría llegar una contrapropuesta para arrancar su apoyo en los presupuestos, la CUP se sigue mostrando recelosa con el proyecto y hoy por hoy, como avanzó el ARA, el debate interno encamina a la formación anticapitalista a presentar una enmienda a la totalidad, en una decisión que tomará la militancia en la votación del próximo lunes. Pero, ¿cuáles son los motivos que llevan a los cupaires a vetar las cuentas?

El rumbo de la legislatura

Durante el debate de investidura, la CUP no se cansó de repetir que el acuerdo al que habían llegado con ERC era "de mínimos" y que en ningún caso era "un cheque en blanco". Solo doce horas después de que Aragonès tomara posesión del cargo de president de la Generalitat, algunos diputados de la CUP se plantaron ante el bloque Llavors de Barcelona para protestar por la participación de la Brimo en el desahucio. Allí cargaron con dureza contra los republicanos porque el pacto establece que los antidisturbios no puedan intervenir en desahucios que afecten a personas con riesgo de exclusión social. El diputado Xavi Pellicer ha defendido este jueves que no hay suficiente con decir que la actuación de esta división de los Mossos será el último recurso sino que "no se debe contemplar" después de que en la última oferta del Govern se hable de "limitar" su presencia. La CUP interpreta que al Govern le falta voluntad para hacer frente a la justicia y evitar que estas unidades policiales se usen en los desahucios y esto, interpretan, demuestra que no se apuesta por la ruptura en el ámbito social para garantizar el derecho a la vivienda. "No nos vale empezar citando a Karl Marx y acabar aplicando el programa de Foment", reprochan constantemente los cupaires al presidente del ejecutivo, en referencia a su discurso de investidura y a su primera visita institucional, a la sede de la patronal. El rechazo de ERC y JxCat a su propuesta de hacer un referéndum antes del 2025, que hicieron pública en el debate de política general, también ha generado bastante malestar entre los cupaires, porque acordaron con los republicanos ir trabajando alternativas por si la mesa de diálogo no funciona.

Incrementar los impuestos a las rentas altas

El Govern se ha cerrado en banda a incrementar los impuestos a las rentas más altas, una de las principales demandas de la CUP. El conseller de Economía, Jaume Giró, ya anunció en las primeras conversaciones que las cuentas no incluirían la creación de un nuevo tramo de IRPF para las rentas superiores a los 60.000 euros. Los anticapitalistas también reclamaban la modificación del impuesto sobre el patrimonio, rebajando el límite de 500.000 a 300.000 euros a las personas exentas de pagarlo, así como grabar más a los que disponen de un capital superior a los 10 millones de euros. Las cuentas tampoco incorporan toda la fiscalidad verde que planteaban y los cupaires consideran ridícula la partida de 500.000 euros para la creación de una energética pública catalana, otra exigencia de la CUP. "Con estos recursos no vamos a ninguna parte”, denuncian fuentes de la organización, que también lamentan que no se recuperen las hidroeléctricas con concesiones caducadas.

Macroproyectos

La CUP no ha escondido su firme oposición a los macroproyectos que se han puesto sobre la mesa, y de hecho el partido forma parte de las plataformas ciudadanas que los rechazan. Los cupaires criticaron que el presidente Aragonès y ERC no se opusieran de manera clara a la ampliación del aeropuerto de El Prat y denunciaron las divergencias entre los dos socios de gobierno en este ámbito. La apuesta por la construcción del complejo del Hard Rock en BCN World, que incluye una partida de 120 millones para la compra de los terrenos para construir el complejo, o la inyección de 50 millones más para el Circuito de Montmeló después de aportar 19 millones este verano, también han suscitado un fuerte malestar en la formación anticapitalista, porque considera que supone perpetuar "un modelo caduco basado en el monocultivo turístico, que no tiene nada que ver con la transformación ecológica de la cual hacía bandera Aragonès". Los Juegos Olímpicos de Invierno son otra línea roja para los cupaires, a pesar de que el Govern haya presupuestado 800.000 euros para hacer una consulta en el territorio, que la CUP ha reclamado para demostrar la oposición de los municipios afectados. La CUP defiende un plan de reindustrialización y denuncia que solo se destinen 15 millones a la empresa pública Avançsa, que tiene que ser el motor de este plan.

Vivienda

250 millones separan la CUP del Govern. Los cupaires exigen que se destinen los 1.000 millones de euros en políticas de vivienda que la formación acordó con ERC en el pacto de investidura, a pesar de que no concretaron a partir de cuándo se tendrían que ejecutar. Los presupuestos prevén una partida de 750 millones en este ámbito, pero la CUP recuerda que cuando negociaron el acuerdo de investidura cifraron en 2.000 millones el gasto y que ya han rebajado sus planteamientos iniciales. También se oponen al hecho de que el 70% de la vivienda recaiga en manos de promotores privados y solo un 30% en tanteo y retracto.

Sanidad

A pesar de que el Govern ha anunciado este viernes que la gestión del 061, en manso de Ferrovial desde 2016, pasará a ser pública, Pellicer ha criticado la "letra pequeña" de la propuesta porque habla de "la parte de interés sanitario". Esto hace pensar al diputado anticapitalista que se plantee una "internalización parcial" que deje de lado a los que están en situación "de más precariedad" como los teleoperadores y gestores. La formación asamblearia también insta a internalizar el transporte sanitario y ya presentó una proposición la semana pasada que superó el primer trámite en el pleno. No es la única demanda en materia sanitaria. Los anticapitalistas critican que el Govern no destine la partida acordada a la atención primaria que se fijó en un 25% del presupuesto sanitario (se llega a un 17%). También reclama fortalecer “los equipos sanitarios básicos”, que incluyen a los médicos de familia y las enfermeras que trabajan en los centros de atención primaria, pero el ejecutivo aboga por incorporar a especialistas para ampliar sus servicios, cosa que la CUP no rechaza a pesar de considerar que hay que reforzar el servicio más próximo al ciudadano.

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