El Govern rebaja las restricciones por sequía y el Alt Empordà sale de la emergencia

La mitad de las unidades de las cuencas internas se encuentran en situación de normalidad con las últimas lluvias

Aspecto del pantano de Boadella con el incremento de agua.
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BarcelonaLos últimos días de lluvia han sido "aceite en una lámpara". Son palabras de la portavoz y consejera de Territorio, Sílvia Paneque, que este martes ha anunciado la relajación de las restricciones de agua en diez de las 18 unidades de explotación fijadas por el Pla de Sequera. Así, y con las reservas en las cuencas internas en torno al 46,3%, el Alt Empordà –la zona más castigada por la sequía– sale de la fase de emergencia: el Govern ha decretado el paso del embalse de Darnius-Boadella de emergencia a alerta y el del acuífero Fluvià-Muga, de emergencia a excepcionalidad. Además, el embalse de Riudecanyes, en Tarragona, pasará de emergencia a prealerta.

"Es una buena noticia, pero sería un error abombar que tenemos una solución definitiva con estas lluvias. Debemos seguir trabajando en las infraestructuras del ciclo del agua", ha dicho la consellera en rueda de prensa. Con estos cambios, aprobados en el Comité Permanente de Sequía de la Agencia Catalana del Agua (ACA) de este lunes, el 50% de las unidades quedan en estadio de normalidad.

De momento, sin embargo, no hay cambios en el sistema Ter-Llobregat, que abastece al gran grueso de la población catalana y continuará en fase de alerta. De hecho, Paneque ha recordado que está lejos del 60 por ciento que se requiere para salir de ese nivel (está al 47,6 por ciento), y ha apuntado que habrá que ver el comportamiento del mes de abril, que se prevé más lluvioso de lo habitual.

"Estamos ante el inicio de un proceso de desescalada de restricciones por sequía. Tomamos ahora unas primeras decisiones y esperamos que en las próximas semanas podamos tomar otras a la espera de la evolución de la pluviometría", ha explicado Paneque. Sin embargo, desde el Gobierno descartan cambios abruptos, ya que quiere tener la certeza de que los datos permitirán mantener a los nuevos estados al menos durante unos cinco o seis meses.

En este sentido, ha dicho la consellera, para revisar niveles no sólo se tendrá en cuenta el nivel de agua de reservas, sino también las previsiones, a fin de evitar que no haya entradas y salidas constantes de las distintas fases. El objetivo es que sectores afectados y ayuntamientos puedan adaptarse a ellos sin tener que estar revisando cada pocas semanas las medidas de ahorro de agua. Las modificaciones se harán efectivas cuando se publique en el Diario Oficial de la Generalidad de Cataluña (DOGC) la resolución de la Agencia, prevista para la próxima semana.

Agradecimiento a la gente y los sectores

Paneque ha aprovechado también para agradecer el comportamiento de la ciudadanía respecto al consumo, que han demostrado su "plena responsabilidad". La consellera ha remarcado que en estos momentos, el consumo medio en Catalunya es menor estando muchas unidades en alerta que en otros momentos de excepcionalidad y emergencia. También se ha dirigido al sector industrial, a los campesinos y ganaderos y al sector del turismo para asumir las restricciones en los últimos tres años. "El campesinado catalán ha tenido un comportamiento modélico. Somos muy conscientes desde el Govern de las dificultades que han tenido", ha concluido.

Con la decisión de este martes, también hay cambios en las áreas que dependen de las lluvias, y no de los embalses. El Anoia-Gaià, la cabecera del Ter, el Llobregat Mitjà y Prades-Llaberia pasarán de la fase de alerta a la de normalidad. Y la Cordillera Transversal y el Empordà pasarán de la excepcionalidad a la alerta a raíz de la mejora de los indicadores pluviométricos. El retroceso de la sequía también se ha notado en los niveles del acuífero de Carme-Capellades, que volverá al escenario de normalidad.

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