Illa propone a Eva Granados para presidir el Parlament
El socialista reivindica su figura para "garantizar" que el legislativo sea una "cámara de diálogo, de debate, pero no para jugar a romper el estado de derecho"
El cabeza de lista del PSC, Salvador Illa, ha propuesto esta mañana en la primera reunión del grupo parlamentario surgido del 14-F que sea Eva Granados quien se postule para presidir el Parlament. Su número dos el 14-F es la mujer "de izquierdas" que hace días que anuncia que quiere situar en un lugar preeminente en la mesa. El socialista explicó que, como primera fuerza de la cámara, trabajaría para presidir este órgano, aunque, con la calculadora en la mano, la mayoría absoluta independentista tiene casi aseguradas, si actúa con unidad, tanto la presidencia como la vicepresidencia primera del Parlament, y lo más probable es que el PSC se tenga que conformar con la vicepresidencia segunda y un secretario.
Diputada desde el 2010, Granados ha sido la portavoz del grupo parlamentario socialista en las dos últimas legislaturas, en los momentos más duros del Procés, y ha encarnado a menudo los choques del PSC con el independentismo. Desde la mesa del Parlament, la socialista será la primera alertadora en caso de que la admisión de algunas iniciativas tense las costuras de los límites impuestos por el Tribunal Constitucional. Desde el periodo 2010-2012 que el PSC no tenía una vicepresidencia en la cámara. Entonces también fue la segunda, que ocupó Higini Clotas en su última legislatura en el Parlament.
"Es razonable que el partido que ha ganado las elecciones tenga la voluntad de presidir la cámara para garantizar que es una cámara de diálogo, de debate, pero no para hacer frivolidad ni para jugar a romper el estado de derecho", ha asegurado Illa. Pero su decisión de situar a Granados como pieza clave en el órgano implica también un cambio de asientos en el grupo, que de este modo tendrá que ser otro portavoz quien defienda la nueva etapa de diálogo "dentro de la ley" que prometió durante la campaña y que esta mañana ha vuelto a reivindicar. Con Vox en la extrema derecha y el PP y Ciudadanos compitiendo para jugar un rol en el Parlament, Illa defiende ejercer una oposición menos polarizada que en la anterior legislatura –cuando Cs marcaba el compás– y llegar a consensos con otros partidos. "El 14-F es un cambio de rasante en la política catalana –ha asegurado–. El cambio es irreversible, e insistir en fórmulas fracasadas, en fórmulas divisivas, no tiene recorrido".
La única vez que el PSC ha tenido la presidencia del Parlament fue entre el 1995 y el 1999, con Joan Reventós, aprovechando que la CiU de Jordi Pujol había perdido la mayoría absoluta y gracias a un pacto entre todos los partidos de la oposición. La formación se esfuerza ahora por acceder a alguna cuota de poder haciendo valer su mayoría en votos en las urnas. Pero los 33 escaños de los que dispone no son suficientes, y los partidos independentistas vetaron pactos con el PSC por escrito antes de las elecciones. Illa aseguró que hablaría con todos los grupos excepto con Vox, con el que mantiene un cordón sanitario. De hecho, los socialistas propusieron este miércoles un acuerdo entre los grupos para vallar el acceso a la extrema derecha en la mesa del Parlament.