La nueva legislatura

El independentismo avisa a Sánchez que las negociaciones para la investidura serán "largas"

ERC marca la amnistía como una "línea roja" para la investidura y Junts avisa de que el pacto de la mesa no tendrá nada que ver con la mesa del Congreso

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Los diputados de Esquerra en el Congreso, este jueves en rueda de prensa

BarcelonaLa constitución de las Cortes ha sido solo la primera parte de la partida, y el independentismo ya ha avisado a Pedro Sánchez de que todavía hay mucho camino por recorrer y que las negociaciones para sellar su apoyo a una hipotética investidura serán “largas”. Si el mismo día que Francina Armengol era proclamada presidenta del Congreso el expresidente Carles Puigdemont aseguraba que "la investidura está exactamente donde estaba" porque no tiene nada que ver con la mesa, este viernes desde Esquerra ha sido el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, quien ha afirmado en declaraciones a los medios desde Sabadell que "la investidura no está ni más cerca ni más lejos" y ha advertido a Sánchez de que no espere un acuerdo rápido porque las conversaciones serán "complejas". De hecho, los republicanos ya han fijado la amnistía como requisito indispensable.

La encargada de poner precio al apoyo de ERC a Sánchez ha sido Teresa Jordà, quien ha subrayado que la izquierda española no puede dar sus votos por descontados y que existe una “línea roja” clara: “No puede haber investidura de Pedro Sánchez sin ley de amnistía”, ha sentenciado este viernes en RAC1 y Catalunya Ràdio. Éste es el mínimo que exigirán los de Oriol Junqueras: d'iniquitat la persecución contra los encausados por el Procés, porque, si no, “es imposible poder hacer política”. En el mismo sentido se ha manifestado Aragonès, que ha advertido al PSOE de que es necesario resolver el conflicto catalán con el Estado, y que por eso hay que situar la amnistía y la autodeterminación como ejes principales "encima del tablero político".

Por otra parte, después de dar el paso este jueves de llegar a un acuerdo con el PSOE en el Congreso, Puigdemont ha vuelto a escena para recalcar que Junts no ha “vuelto al redil”, no ha cambiado su posicionamiento ni ha entendido que hay que apostar por la vía de la política y el diálogo con el Estado al margen de la estrategia de "confrontación inteligente" que desde la formación han ido defendiendo: "Si esto les hace felices, que lo disfruten", ha dicho. Y ha avisado de que quienes puedan pensar que el partido ha dado un vuelco de manera drástica podrían tener una "decepción". El mensaje que repetían los dirigentes de Junts per Catalunya esta última semana era que ocurriera lo que ocurriera con la presidencia del Congreso –tanto si votaban a favor de Armengol como si no–, no debían extraerse conclusiones precipitadas de cara a la investidura.

El independentismo ha querido alertar así a los socialistas de que los 178 votos que sumó Armengol el jueves pueden ser papel mojado y de que una repetición electoral es plausible si no se abordan sus reclamaciones. Por eso, Jordà ha señalado que sería una "temeridad" que pensaran que ya tienen los votos asegurados. En todo caso, ha explicado que con los socialistas se está hablando de la ley de amnistía, aunque el portavoz de los de Sánchez, Patxi López, insistiera este jueves en que esto no era así y que sólo se refiriera a la "desjudicialización". En un primer comunicado difundido por ERC tras el pacto de la mesa, aparecía explícita una referencia que fue modificada en una segunda nota por “el fin de la represión originada a raíz del 1-O por las vías legales necesarias”. Ahora bien, argumentaron que, al fin y al cabo, se está hablando de lo mismo y que la prioridad es que se deje atrás la “criminalización” de todas las personas perseguidas a raíz del Procés. También han concretado que la posibilidad de incluir a los policías y los guardias civiles investigados por las cargas violentas es una cuestión que "tendrá que determinar el PSOE", pero que hay que centrarse en las víctimas.

La unidad con Junts

Teresa Jordà también ha defendido que, más allá de la amnistía, siguen teniendo las mismas condiciones para hacer Sánchez presidente: trabajar por el referéndum en el marco de la mesa de diálogo, el traspaso de Cercanías y reducir el déficit fiscal. Para conseguir estas reivindicaciones, ha pedido ir acompañados de Junts, como también ha insistido Aragonès, y dejar de lado las negociaciones separadas como las de la mesa del Congreso: "Tenemos una oportunidad de oro y brillará más si trabajamos juntos", ha sostenido . También Aragonès ha vuelto a insistir en que si se hace un frente común para negociar “los resultados serán más positivos”.

Sin embargo, la desconfianza entre ambos partidos y el desacuerdo respecto al rumbo estratégico que debe asumir el movimiento independentista han impedido por ahora esa posibilidad. De momento, los dos están de acuerdo en que falta mucho para poder investir a Pedro Sánchez. En declaraciones al ACN, la líder de Junts en Madrid, Míriam Nogueras, ha remarcado que en estos momentos votarían no a Sánchez como presidente. Los junteros, que llevan días insistiendo en la necesidad de "cobrar por adelantado", dicen que no se fían del PSOE y que quieren ver “hechos comprobables”.

El camino, pues, será largo. El acuerdo de este jueves en el Congreso ha sido sólo el pistoletazo de salida de una negociación, la de la investidura, que apenas comienza y que puede alargarse meses. Los que faltan por saber si la legislatura arranca o si, por el contrario, España se aboca a otra repetición electoral.

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