Juan Carlos I, en la Zarzuela buscando "abrazos" de Felipe VI
La Moncloa carga contra el emérito: "Ha perdido la oportunidad de pedir perdón"
MadridJuan Carlos I ha pasado el día en la Zarzuela buscando "abrazos" de Felipe VI y su familia, tal como ha reiterado este lunes por la mañana cuando salía de la casa de su amigo Pedro Campos en Sanxenxo. Un fin de semana de ocio a bordo del Bribónsin dar explicaciones de su pasado corrupto no era lo que el gobierno español esperaba para evitar el declive institucional de la monarquía. Más bien al contrario. Juan Carlos I preguntándose "¿explicacions de qué?" en sus últimas declaraciones antes de abandonar la costa de Pontevedra han colmado el vaso y la portavoz de la Moncloa, Isabel Rodríguez, ha cargado contra el emérito desde los micrófonos de RNE este lunes por la mañana: "Ha perdido una oportunidad que los españoles esperaban, de dar explicaciones, de pedir perdón. Sin duda, ha perdido la oportunidad que merece la sociedad española pero también la democracia", ha afirmado.
El ejecutivo español ha calentado el ambiente, por si no lo estaba lo suficiente, de la visita de Juan Carlos I a su hijo, Felipe VI, en la Zarzuela. El exmonarca ha volado esta mañana desde Vigo hasta Madrid y ha llegado pasadas las 10 de la mañana a la sede institucional del jefe del Estado, donde tiene vetado dormir durante sus viajes en España. En la carretera de acceso lo esperaban algunas decenas de personas con banderas españolas que han querido saludarlo. La sensación de descontrol por parte de la Casa del Rey hacia la figura de Juan Carlos I es latente, y Rodríguez ha subido un nivel más la incomodidad del ejecutivo con sus declaraciones.
"Debería haber aprovechado esta visita, esta presencia en el país, habiéndolo hecho con la dimensión pública de publicidad, de rendir cuenta de aquellas acciones que hemos conocido y que no son compatibles con la ejemplaridad y la transparencia que se exige a una institución como la Casa del Rey", ha subrayado la también ministra de Política Territorial. La Zarzuela guarda silencio sobre la actitud de su padre y sobre el enojo del gobierno español, mientras Juan Carlos I hace como si no hubiera pasado nada y espera "abrazos" con su familia durante la comida que mantienen este lunes. Habrá que ver si la Casa del Rey facilita imágenes del encuentro privado, dado que no figura en la agenda oficial del rey.
La Moncloa desacredita a Juan Carlos I y lo contrapone a Felipe VI, de quien asegura que está haciendo un "ejercicio formidable para recuperar la esencia que tiene que primar en una institución del Estado: la transparencia y la ejemplaridad". Unidas Podemos, en cambio, va a la raíz: "El problema no es que el rey emérito haga bromas sobre las explicaciones que tiene que dar. El problema es que puede hacerlo porque disfruta de impunidad y cualquiera que ostente el cargo lo puede volver a hacer. El horizonte republicano es la única salida", ha tuiteado la ministra de Derechos Sociales y Agenda 2030, Ione Belarra.
El PP: "No tocaba" visitar a Juan Carlos I en Sanxenxo
Mientras tanto, el PP contribuye a su manera a preservar la monarquía sin criticar públicamente al ex jefe de Estado. Este fin de semana se ha celebrado en Pontevedra el congreso del partido en Galicia y han participado dirigentes estatales como el presidente, Alberto Núñez Feijóo, el coordinador general, Elías Bendodo, o la vicepresidenta segunda del Congreso, Ana Pastor. Pese a la proximidad con Sanxenxo, nadie se ha acercado a saludar a Juan Carlos I. Fuentes conservadoras admiten que "no tocaba" y, con la boca pequeña, reconocen que el comportamiento del emérito no es pertinente.