La Junta Electoral rectifica y exonera al vecino de Callús que tenía que estar en una mesa el 14-F a pesar de su cáncer crónico

La cifra de alegaciones para no estar en una mesa alcanza las 25.540

Cesc Maideu
y Cesc Maideu

Hoy, con solo descolgar, a Jordi ya se lo notaba contento. "No tendré que ir a la mesa, esto es para celebrarlo", ha exclamado. En ocho días, los estados de ánimo han cambiado y, después de vivir con "angustia" permanente y "miedo" en el cuerpo constante, este martes estaba entusiasmado. Hace una semana que el Jordi cogía el teléfono del ARA y decía: "Tengo un cáncer crónico y me obligan a estar en una mesa". Narraba que hacía cuatro años que sufría un cáncer neuroendocrino de pulmón y que, después de ser inmunodeficiente por las sesiones de radioterapia, había vivido la pandemia aislado, de todo y de todo el mundo, incluso de sus hijos, a los cuales hacía un año que no abrazaba a pesar de tenerlos durmiendo en la habitación del lado, comiendo a dos metros o tumbados en el mismo sofá. Toda la prevención casi se fue a pique cuando recibió una citación para ser primer suplente de mesa en las elecciones del 14 de febrero. "Si cojo el covid-19 es una sentencia de muerte", describía entonces. Para evitarlo, su doctora elaboró un informe médico con todas las patologías de Jordi. "El suyo era un caso claro, no podía estar en una mesa", explicaba la doctora. El informe médico concluía: "No es conveniente que esté en una mesa". Aún así, la Junta Electoral de Manresa lo denegó. "Ni siquiera se la leeron, fue una injusticia", apunta ahora Jordi con perspectiva.

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"Al leer el artículo, todo el pueblo se volcó conmigo. Muchas personas se ofrecieron al Ayuntamiento de Callús para sustituirme, sentí el apoyo de la gente como nunca", explica. El consistorio del pueblo también quiso aportar su granito de arena. De hecho, el que ha acabado siendo definitivo. El Ayuntamiento abrió un espacio de mediación con la Junta Electoral. La doctora de Jordi, conocedora de las conversaciones, lo explica: "La Junta Electoral dijo al Ayuntamiento que como el informe médico concluía que no era «conveniente» que estuviera en una mesa, consideraron que no era uno «no rotundo». Aluciné. Decidimos presentar un segundo informe. En este sí encontraron el no rotundo, porque he concluido que «es imposible» que pueda estar en una mesa. Y no miento, es la verdad, lo único que hice la primera vez es un informe médico como tantos. No solemos ser radicales, si decimos que no es conveniente es porque no lo es y, por lo tanto, no lo tendría que hacer". Así, por una sola expresión lingüística, Jordi habría podido acabar en una mesa con el peligro que supone para él. Finalmente, este martes, después de que el Ayuntamiento le haya comunicado que mañana recibirá una notificación en la que lo informarán de que le han aceptado la alegación, Jordi podrá dormir tranquilo. El 14 de febrero se podrá quedar en casa, y seguir tachando del calendario los días que quedan para que lo vacunen y pueda volver a abrazar a sus hijos.

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Una cuarta parte

El mismo día en el que Jordi ha conocido la noticia, el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC) ha actualizado el número de alegaciones que los ciudadanos han presentado para intentar evitar tener que ser miembros de las mesas electorales el 14-F. Ya se han presentado 25.540, cosa que supone más de una cuarta parte de todas las personas convocadas a través de un mecanismo de sorteo. Este número todavía podría crecer más porque estos datos los registran las juntas electorales de zona y no todas han presentado las suyas. La junta que más objeciones ha recibido es la de Barcelona con 9.600, seguida de la del Hospitalet con 2.450 y la de Terrassa con 1.324.

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Lo que también ha batido récords son las peticiones para votar por correo, una cuestión que la Generalitat ha intentar fomentar para evitar tanto como se pueda las aglomeraciones en los colegios electorales el día de los comicios. Según datos de Correos, 191.500 ya han hecho efectivo su voto a través de este sistema, un 67,3% de las 284.634 que lo han solicitado. El plazo para votar para todos aquellos que lo hayan pedido acaba el viernes a las 14 horas.