Mazón anunciará cambios en el gobierno bajo la tutela de Feijóo

MadridCarlos Mazón comparecerá este viernes en las Corts Valencianes, una vez la alerta roja por lluvias ha hecho aplazar el pleno previsto inicialmente para este jueves. Han pasado dos semanas desde que la DANA arrasó unos setenta municipios de la Comunidad Valenciana. Muy cuestionado, el presidente de la Generalitat valenciana prevé anunciar una serie de cambios en el gobierno que incluirían, según varios medios, la destitución de las dos consejeras más salpicadas por el desastre: la de Interior y Justicia, Salomé Pradas; y la de Industria y Turismo, Nuria Montes. Además, prepara la creación de una macrovicepresidencia orientada a la reconstrucción y la consejera de Hacienda, Ruth Merino, dejaría de ser portavoz. El nombre que gana peso por liderar la nueva etapa que quiere proyectar Mazón es Susana Camarero, actual vicepresidenta de Asuntos Sociales, que ya está compareciendo ante los medios en los últimos días.

El presidente valenciano ya avanzó que habría una remodelación de la estructura de su ejecutivo y este miércoles la propia Camarero ha subrayado que el gobierno deberá adaptarse a una "nueva realidad". Sin embargo, no ha avanzado detalles porque será el propio presidente el encargado de determinar "quién y cómo se lleva a cabo la nueva estructura administrativa". Quien conoce las intenciones de Mazón es el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, quien en una comparecencia desde el Congreso aseguró que la ciudadanía se sentirá "parcialmente reconfortada con la clase política" una vez haya escuchado las explicaciones del presidente valenciano. "Estamos atentos a qué va a decir, a los compromisos que va a adoptar ya las explicaciones que va a dar", ha apuntado el presidente conservador.

Feijóo ha conversado con Mazón sobre la comparecencia de este viernes y le ha trasladado lo que considera que debería decir, pero fuentes de Génova no van más allá. Ahora bien, ambos han ido coincidiendo en los últimos días en dirigir la responsabilidad de la catástrofe hacia el gobierno español, sobre todo en la figura de la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, debido a que dos organismos que dependen de ella, como el Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) y la Confederación Hidrográfica del Júcar, son las encargadas de suministrar información a las autoridades. En las últimas horas, el PP ha redoblado la presión sobre Ribera e, incluso, ha maniobrado en Bruselas para intentar poner en peligro su elección como vicepresidenta de la Comisión Europea. Feijóo insiste en que no apoyará a una candidata con "problemas políticos y tal vez judiciales" como Ribera y plantea en la Moncloa que proponga a alguien o que la ministra se comprometa a dimitir si acaba siendo imputada por su gestión de la crisis valenciana. Ella es, de hecho, una de las dirigentes contra quienes ya se han presentado querella en el Tribunal Supremo, además de Pedro Sánchez, Carlos Mazón o los ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, y de Defensa, Margarita Robles.

¿Autocrítica o exculpación?

Mazón y Feijóo han ido alineando posturas ante la constatación de que una dimisión inmediata del presidente valenciano es inviable, aunque a la larga sea la única salida para mantener intactas las opciones electorales del PP en el Estado. El presidente valenciano asumió el lunes por primera vez que se pudieron producir "errores" y el líder conservador reconoció que "se podían haber hecho mejor las cosas". "Pero vamos a calibrar las responsabilidades de cada uno", ha puntualizado. Mazón prometió que hará autocrítica en el Parlament, pero por el momento las pistas sobre las explicaciones que dará se acercan más a un relato exculpatorio.

Por ejemplo, la justificación que ha dado de la comida de cuatro horas con la periodista Maribel Vilaplana en pleno desastre ha sido que, teóricamente, el presidente no forma parte del Centro de Coordinación que se había constituido para abordar la crisis. Sobre el envío de los mensajes a los móviles a las 20 horas de la tarde, con los municipios ya totalmente inundados, se ha redirigido la crítica a que la Confederación del Júcar avisaba de la posible rotura de la presa de Forata y no del desbordamiento del barranco del Poio en l'Horta Sud. Feijóo ha coincidido en ambos argumentos.

Con dos comparecencias consecutivas, el líder del PP ha hecho evidente su cambio de estrategia, que hace sólo unos días implicaba presionar a Mazón a través de los medios conservadores. A qué se refiere con los "compromisos que va a adoptar", teniendo en cuenta que el martes, en una entrevista en Antena 3, no descartó el escenario de una futura dimisión? Habrá que esperar a la comparecencia, "la primera de un político en un parlamento" tras la DANA, ha dicho Feijóo, justo después de que terminara un largo pleno en el Congreso en el que ha rendido cuentas sobre la DANA el ministro de Política Territorial, Ángel Víctor Torres, y antes de que la ministra de Defensa, Margarita Robles, también lo hiciera en el Senado.

Sánchez, ausente

Precisamente, la primera sesión específica sobre la DANA ha estado marcada por la ausencia de Pedro Sánchez. No sólo el PP ha criticado que el presidente español no diera explicaciones en primera persona a la cámara baja, sino que también se han quejado Esquerra y Podemos. Además de estos dos partidos, Junts y Compromís subrayaron que el ejecutivo del Estado tiene su parte de responsabilidad en la gestión de la catástrofe por la decisión de no asumir las riendas de la situación una vez constatada la "negligencia de Mazón, en palabras de la diputada valencianista Águeda Micó. Según el diputado valenciano del PP César Sánchez, Moncloa prefirió no retirar las competencias a la Generalitat Valenciana por "cálculo político". En las Corts Valencianes se vivirá un nuevo episodio de una batalla política por la DANA que va en aumento, con una excepción este miércoles en el Senado cuando el socialista Juan Sagredo y el popular Gerardo Camps, ambos valencianos, se han fundido en una abrazo emocionados por el desastre humanitario.