Mireia Ingla será la responsable de completar la investigación interna sobre la estructura B de ERC

La exalcaldesa de Sant Cugat releva a Lluís Mombiela, que asumió el cargo de forma provisional

BarcelonaMireia Ingla, ex alcaldesa de Sant Cugat, asumirá la investigación interna de los carteles contra los Maragall por el Alzheimer. Según ha podido saber el ARA, Esquerra acaba finalmente con la interinidad en el cargo de responsable de Cumplimiento, que en los últimos meses ha desarrollado Lluís Mombiela de forma provisional (Oriol Junqueras fulminó en diciembre a su predecesor, Xavier Mombiela, por falta de confianza). El compromiso de Lluís Mombiela era dejar el puesto tras el congreso de marzo que el partido celebró en Martorell y también se había fijado el objetivo de poder completar antes la investigación sobre los carteles y la estructura B del partido. No habrá podido hacerlo, aunque la reanudó en el punto muerto en el que había quedado. Después de que la aprobara la ejecutiva, el nombramiento de Mireia Ingla se comunicó el pasado sábado al consejo nacional.

La investigación interna sigue abierta, pero, en respuesta a preguntas del ARA, Lluís Mombiela explica que había decidido aplazar "determinadas citas" para no "agitar" el congreso. El ya exresponsable de cumplimiento había llevado todas las investigaciones internas de ERC desde 2016, cuando el partido creó su código de conducta y ejerció el cargo hasta julio de 2023, cuando cogió la baja médica por enfermedad. En los últimos meses, aparte de la investigación sobre los carteles, Mombiela también ha hecho un informe complementario sobre el presunto caso de acoso sexual que afecta al partido en la Comunidad Valenciana y que enmienda de arriba abajo lo que había hecho su predecesor. A raíz de este informe, la ejecutiva de ERC apartó al presidente de los republicanos valencianos del cargo la semana pasada.

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Fase final

Ingla toma el relevo a Lluís Mombiela en un cargo –no remunerado– que lleva un año en el ojo del huracán. Fuentes de la dirección republicana remarcan que la responsable de Cumplimiento actuará con independencia de la dirección –lo que ponen en duda que sucediera con Xavier Mombiela durante la presidencia interina de Marta Rovira. Ingla, en cualquier caso, se significó públicamente a favor de la candidatura de Junqueras para volver a presidir el partido. Será esta abogada quien deberá decidir cómo procede en los casos pendientes y en los que lleguen de nuevo. La ex alcaldesa de Sant Cugat también tiene experiencia en la mediación en el ámbito del derecho de familia e inmobiliario. Actualmente, trabaja como directora de asuntos públicos en una consultora de comunicación.

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Una vez finalice el informe, deberá ponerlo sobre la mesa de la comisión de garantías, el órgano que tiene la potestad de decidir las sanciones para las personas investigadas, siempre a propuesta de la responsable de cumplimiento. La ejecutiva es quien tendrá que ratificarlas. En paralelo a esta investigación interna, Junqueras pidió al exportavoz en el Congreso, Joan Tardà, que pilotara una comisión paralela, la llamada "comisión de la verdad", que no tenía capacidad sancionadora, pero que la dirección pretendía que sacara conclusiones políticas del caso. Ingla también formó parte de esa comisión. Tardà presentó el informe en el congreso de Martorell y reconoció la existencia de la estructura B y señaló sus máximos responsables: los exvicesecretarios de comunicación del partido, Sergi Sabrià y Marc Colomer.

Hasta ahora, el informe que había hecho Xavier Mombiela había planteado sanciones para el militante de Anoia que encargó los carteles; el ex director de Comunicación, Tolo Moya; el exvicesecretario de Comunicación, Marc Colomer, y el exviceconsejero de Estrategia y Comunicación, Sergi Sabrià, que se ha dado de baja del partido y, por tanto, ya no puede ser sancionado. Para los dos primeros es para quien proponía unas sanciones más altas, que podían acarrear la expulsión del partido o la suspensión de militancia; mientras que para los dos últimos, las sanciones que proponía eran leves, las que suponían una "advertencia". Sin embargo, la investigación se limitó inicialmente a los carteles y luego se amplió a la estructura B, donde Sabrià tendría un papel dirigente.