Miriam Nogueras, la boxeadora de Puigdemont en Madrid

BarcelonaMiriam Nogueras llenando la bolsa del gimnasio con unos guantes de boxeo, poniéndose una sudadera con el Catalonia is not Spain en la espalda y dirigiéndose a colaborar en el Gran Recapte. O Miriam Nogueras caminando con un abanico a ritmo de rap con el mensaje "aire que significa viento" dirigido a Pedro Sánchez. O la líder de Junts abatiendo al presidente español en un videojuego de pelea urbana. O respirando profundamente como si hiciera yoga antes de una entrevista y diciendo a cámara que tiene ganas de escuchar a Rosalía. Son sólo algunos de los vídeos que en las últimas semanas Nogueras ha colgado en su cuenta de Instagram y que ejemplifican la intención del partido de potenciarla y llegar a nuevos públicos vía redes, sobre todo a franjas medias de edad y jóvenes, también en el marco de competencia con la extrema derecha independentista y también para diferenciarse de Esquerra.

El rol de la "capitana" de Junts en Madrid –como la llaman a menudo los dirigentes junteros– ha tomado relevancia dentro de la formación desde que la organización de Carles Puigdemont tiene un papel clave para la mayoría de Sánchez. Y es que, sin un Junts que juegue un papel en la gobernabilidad en Catalunya, Nogueras se ha erigido en una de las líderes del partido con mayor proyección. Se ha forjado un liderazgo que no deja indiferente: aunque entró en el espacio posconvergente de la mano del secretario general, Jordi Turull –era soldado–; ahora ya tiene un perfil propio y cuenta con una vía directa con el expresidente Carles Puigdemont.

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Hasta el punto de que algunas voces dentro de Junts piensan en ella para una misión futura en Catalunya si el expresidente no pudiera volver por los próximos comicios. Un melón que nadie quiere abrir, dado que hay dirigentes de la cúpula con aspiraciones: algunas fuentes apuntan a Turull, que protagoniza desde hace meses una campaña por el territorio con el lema "Junts se explica" que ha generado algo más que suspicacias entre cuadros territoriales. Él está inhabilitado y pendiente de la amnistía, pero el gobierno español tiene sobre la mesa resolver una petición de indulto –también sobre Oriol Junqueras y el resto de expresos políticos.

Fría y distante

A diferencia de otros líderes independentistas como Gabriel Rufián (ERC) en el Congreso, que se ha ganado simpatías en la izquierda española –en exceso incluso para algunos compañeros de filas de Esquerra–, Miriam Nogueras ha hecho lo contrario. "No hemos venido a hacer amigos a Madrid" es algo de lo que hace gala a menudo y mantiene una actitud distante y fría con los periodistas del Congreso, acostumbrados a un trato cercano con políticos de todos los colores. Ha intentado convertir la antipatía en un activo político frente al electorado independentista. Sin embargo, Nogueras se ha acostumbrado a off multitudinarios en los pasillos y, en algún momento, incluso se la ve cómoda siendo el foco de atención e insistiendo en que la rotura con el PSOE va de verdad ante el escepticismo de los medios.

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Tasativa en las respuestas y dura en las formas, destaca en las entrevistas con medios de ámbito estatal por su contundencia contra el gobierno español. Se ha ganado la antipatía de la derecha –sólo está por ver el último comunicado de la FAES comparándola con un asesino en serie francés– y también de la izquierda por sus posiciones en contra de medidas como la reducción de la jornada laboral. Esta semana el jefe de comunicación del partido, Pere Martí, difundía un vídeo en X con abucheos a los diputados junteros al entrar en el Congreso: "Un día cualquiera del equipo en Madrid". Solo las urnas dirimirán si este estilo de boxeadora muy alejado del tradicional ADN pactista convergente es acertado para seducir al electorado en Catalunya.