La Moncloa anuncia un "control interno" en el CNI para esclarecer el Catalangate

El Govern ve "insuficiente" la respuesta del ejecutivo español y pide "dimisiones" de los responsables del espionaje

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La consejera Vilagrà y el ministro Bolaños, este domingo al inicio de la reunión a la Generalitat

Barcelona / MadridEl primer encuentro entre el Govern y la Moncloa para abordar el Catalangate, una semana después de que estallara el caso, se ha alargado algo más de dos horas y ha acabado sin los resultados que buscaba la Generalitat. El ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, se ha reunido en palacio con su homóloga catalana, Laura Vilagrà, y a la salida ha afirmado que ha sido una reunión "cordial, sincera y correcta" con la idea de "buscar soluciones" al caso del escándalo de espionaje. Pero la consellera no ha opinado lo mismo: "La reunión no ha ido bien. Las explicaciones que se han dado son del todo insuficientes, vagos, inconcretas y de resultados inciertos", ha dicho. Bolaños, que ha garantizado la "voluntad inequívoca" de la Moncloa en "trabajar para que se esclarezcan los hechos", ha anunciado la apertura de un "control interno" del CNI, "a petición del organismo," para analizar sus actuaciones. Y también ha garantizado la "plena disposición" de los servicios de inteligencia españoles para "facilitar y colaborar" en una investigación que también iniciará el Defensor del Pueblo.

Poco antes de que acabara la reunión, de hecho, la agencia Efe había informado de que el Defensor del Pueblo abriría de oficio una investigación sobre el espionaje al independentismo. La oficina del Defensor "está analizando las informaciones sobre una eventual utilización inadecuada de las herramientas de software Pegasus que hayan podido poner en riesgo el ejercicio de derechos fundamentales, en particular los relacionados con el derecho a la privacidad", explicaban fuentes de la institución citadas por la agencia. En un comunicado posterior, el ministerio de Defensa ha expresado su "total satisfacción" por la decisión y su convencimiento que demostrara que el CNI ha actuado en todo momento conforme a la ley. "El Defensor del Pueblo tendrá acceso a toda la información que requiera para garantizar la máxima transparencia y dar confianza [...] sobre las actuaciones del CNI", añadían desde el ministerio.

Bolaños, que ha asegurado que el Gobierno español tiene la "conciencia tranquila y nada que esconder", también ha urgido a los partidos estatales la constitución "de manera inmediata" de la comisión de secretos oficiales en el Congreso, donde ha dicho que comparecerá la directora del CNI, Paz Esteban, y ha insistido en la "plena colaboración" de la Moncloa con la justicia para esclarecer los hechos alrededor del Catalangate, con la disposición incluso a "desclasificar documentos". Todo ello, ha concluido, con el objetivo de demostrar que las instituciones españolas actúan siempre dentro de la ley y "reiterar la voluntad de diálogo" con Catalunya. "Siempre y en todo momento, especialmente cuando hay dificultades como las actuales", ha sentenciado Bolaños.

"Las propuestas de actuación son preocupantes por insuficientes. Un escándalo de esta magnitud no se puede resolver de manera cosmética", ha reaccionado Vilagrà poco después, que ha advertido que "si el Gobierno español no se mueve, habrá consecuencias graves". "No queremos cabezas de turco, auditorías técnicas, no queremos excusas", ha insistido, dejando claro que la visita del ministro a Barcelona "no sirve para normalizar las relaciones" entre gobiernos ni "garantiza el apoyo parlamentario" del independentismo en Madrid. Vilagrà, que ha pedido por primera vez "dimisiones" de los "responsables" del espionaje, no ha garantizado por ejemplo el apoyo de ERC al decreto del Gobierno español para hacer frente al impacto de la guerra en Ucrania, que se vota esta semana en el Congreso.

Reunión con distancia y sin móviles

La reunión en palacio ha arrancado con tres cuartos de hora de retraso porque a las 10 horas, cuando estaba previsto que empezara, el ministro todavía no había llegado. En Palau lo esperaba Vilagrà con una puesta en escena que quería transmitir la distancia y malestar del Govern por el espionaje. La consellera ha recibido al ministro en su despacho con ademán serio y se han sentado cada uno en una punta de una mesa alargada, a diferencia de lo que hace con la mayoría de las visitas, con las que se sienta en el sofá. Y otro detalle no menor: una vez hechas las fotografías ha exigido que los teléfonos móviles se dejaran fuera de la sala. Bolaños, que venía con el objetivo de reconducir las relaciones malogradas entre gobiernos, ha accedido a la petición y ha replicado a la escenificación con un gesto simbólico a favor de la continuidad del diálogo, regalando a la consellera el libro En defensa de la conversación, de Sherry Turkle.

Ante la voluntad de la Moncloa de rehacer confianzas, el president Pere Aragonès ya avisó este sábado que no habría suficiente con "una foto de una reunión" para dar por cerrado el Catalangate y poco antes del encuentro Oriol Junqueras también ha subido este domingo el listón de las exigencias al Estado. En una entrevista a La Vanguardia, en la que ha acusado a los ministros del PSOE de haber "permitido, tolerado o no impedido" el espionaje al independentismo, el presidente de los republicanos ha advertido que "ni ERC ni el conjunto de la sociedad catalana nos conformamos con gestos". "La respuesta que hasta ahora ha dado el ejecutivo central, no solo es insuficiente, sino que casi es insultante para las personas espiadas", ha afirmado.

Partidos y entidades independentistas han vuelto a reclamar en las últimas horas que sea el propio Sánchez el que responda por el Catalangate, pero de momento sigue manteniendo el silencio y Junts ha sido crítico con ERC por el hecho de haber accedido a una reunión "menor" sin el presidente español. A través de un comunicado, la parte de JxCat del Govern advirtió este sábado que “el único anuncio” que esperaban del encuentro era “la apertura de una investigación". “En caso contrario, y tal como se pactó entre los dos socios, mantenemos congeladas las relaciones y reuniones políticas bilaterales”, avisaron. Habrá que ver hasta qué punto este "control interno" del CNI contribuye a descongelarlas.

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