La financiación singular

ERC replica a Montero sobre la financiación: "El acuerdo al que llegamos se acerca mucho a un concierto"

La ministra de Hacienda enfría la financiación singular y asegura que no irá al margen de las demás comunidades

El portavoz de ERC, Isaac Albert, en rueda de prensa este lunes

BarcelonaCuando Esquerra y el PSC sellaron el acuerdo de investidura para elegir a Salvador Illa presidente de la Generalitat, los republicanos aseguraron que el pacto pasaba por una financiación singular –lo bautizaron como "concierto económico solidario"– y la salida de Catalunya del régimen común de las comunidades autónomas. Ahora bien, la cuestión ahora está en manos del Estado, con quien Esquerra también ha negociado en las últimas semanas, y por ahora el gobierno español se resiste a permitir que las finanzas catalanas salgan de la Lofca. Lo verbalizó el domingo la vicepresidenta del gobierno español y titular de Hacienda, María Jesús Montero, en una entrevista en El Correo de Andalucía, la comunidad en la que ella misma concurrirá como candidata a las elecciones autonómicas del próximo año. Ahora bien, desde Esquerra mantienen que el gobierno español debe cumplir el acuerdo firmado, que "se acerca mucho a un concierto" económico, según ha afirmado este lunes el portavoz de ERC, Isaac Albert.

"Sobre firmar una financiación singular para Catalunya al margen de una reforma del modelo de financiación para todas las comunidades siempre hemos dicho que no. El próximo modelo de financiación [el actual está caducado desde 2014] tendrá que incorporar un reconocimiento a las singularidades ya la diversidad territorial de nuestro país para todos, no sólo para Catalunya", decía. Una forma de equiparar la financiación singular pactada entre el PSC y Esquerra a una negociación clásica del modelo de financiación para todas las comunidades autónomas, pero teniendo en cuenta criterios que hasta ahora no se habían considerado, las llamadas "singularidades".

Los republicanos admiten que el gobierno español debe conjugar el compromiso de modificar el conjunto del sistema de financiación con el de "cumplir" el pacto que llegó con ERC. En este sentido, Albert ha querido quitarle hierro a las declaraciones de Montero. "Que el sistema de financiación sea extrapolable a otras comunidades no significa que no sea singular", apuntó en rueda de prensa. Insistió en que el modelo pactado con los socialistas "se parece bastante desde un punto de vista técnico a un concierto económico", y añadió: "No sé si todas las comunidades querrán tener el sistema de Catalunya".

El portavoz republicano ha explicado que están acabando de negociar con los socialistas las modificaciones legislativas que saldrán adelante y si afectan a una norma clave, la Lofca (ley orgánica de financiación de las comunidades autónomas). Una ley que el acuerdo firmado hace un año incluye que debería modificarse, aunque no detalla en qué términos. Sin embargo, los republicanos habían explicado que una modificación de la Lofca debía servir para salir del régimen común. Cambiar esta norma requiere el apoyo del resto de socios de investidura, y algunos, como Compromís, se oponen a ello. Albert, además, admitió que el "contexto político y la situación del PSOE" les "preocupa", pero también afirmó: "Sus problemas no pueden pagarlos los catalanes".

Por su parte, el PSC ha intentado hacer equilibrios este lunes para justificar las palabras de Montero y garantizar que, por más socavones que haya en la legislatura española, Salvador Illa cumplirá sus acuerdos de investidura. "Nosotros hablamos de nuestra singularidad, a la ministra le toca hablar de todas", argumentó la número 2 del PSC y portavoz del partido, Lluïsa Moret, en rueda de prensa. La socialista ha defendido que el modelo que saldrá de la Bilateral "cumplirá" lo prometido a ERC y que se está trabajando a tres bandas, con el gobierno español. Sin embargo, rechazó adelantar las líneas maestras del pacto que rubricarán el Estado y la Generalitat: "No me corresponde a mí", dijo.

La Comisión Bilateral del 14 de julio

Las declaraciones de la ministra de Hacienda llegaban justo al día siguiente del anuncio, por parte de la Generalitat, de la reunión de la comisión bilateral con el Estado el pasado 14 de julio. En este encuentro, según fuentes consultadas por el ARA, se quieren pactar las "bases" del modelo, así como alguna cuestión relativa a la recaudación del IRPF, que según el pacto ERC-PSC debía empezar a recaudar la Agencia Tributaria de Catalunya a partir de 2026. De hecho, el acuerdo pasaba para que fuera solidaridad en el resto del Estado. Desde Esquerra ya han advertido que si no cumplen el acuerdo, tanto Isla como el presidente español, Pedro Sánchez, pueden olvidarse de los presupuestos del próximo año –ninguno de los dos ha tenido este año– y también de sellar ningún otro gran pacto.

La negociación de la financiación se está realizando a tres bandas: Generalitat, Estado y ERC. Por parte del gobierno español, la interlocutora es precisamente la vicepresidenta Montero, a la que los republicanos acusan de estar poco centrada en desatascar las conversaciones y cumplir con los plazos establecidos. Y es que Montero es la candidata a las autonómicas andaluzas del próximo año y los de Oriol Junqueras creen que ésta es la empresa que más le ocupa, y que la condiciona. No lo ven por igual en la Generalitat, que consideran que está haciendo lo que le toca. De hecho, este mismo domingo Montero ha anunciado que dejará al gobierno español cuando se acerquen las elecciones andaluzas para centrarse "en cuerpo y alma" en liderar la candidatura del PSOE andaluz e intentar desbancar al actual presidente de la Junta, el popular Juanma Moreno Bonilla.

La debilidad de Pedro Sánchez

Sea como fuere, la negociación de la financiación llega en un momento de máxima debilidad de Pedro Sánchez, tras el estallido del caso Santos Cerdán, que precisamente declara este lunes ante el juez por cobrar comisiones presuntamente a cambio de obra pública. Este fin de semana, nuevas voces se han sumado a reclamar al presidente español que se marche: por un lado, se oyeron gritos en contra de Sánchez a la manifestación de jueces y fiscales de este sábado ante el Tribunal Supremo para protestar por la reforma de la justicia que prepara el gobierno español, pero también hay una carta firmada por personalidades públicas y exdirigentes socialistas.

Este manifiesto está suscrito, entre otros, por cinco exministros del PSOE: Jordi Sevilla, Virgilio Zapatero, Julián García Vargas, César Antonio Molina y Javier Sáenz de Cosculluela. Se muestran "profundamente preocupados" por la situación en el partido y piden la "regeneración ética" del PSOE, que creen que es "un imperativo ineludible". Además, los firmantes aseguran que los casos de corrupción no sólo son por conductas individuales y aisladas, sino que son "el resultado de una forma de hacer política y de entender el poder disociado de la moral y la ética". Por eso reclaman la convocatoria "urgente" de nuevos comicios en toda España.

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