El movimiento de los comunes para bloquear a Podemos en el Congreso

BarcelonaMás de un año y medio después de presentarse juntos en las elecciones generales, las relaciones entre Sumar y Podemos siguen rotas. Con la legislatura española adentrándose en territorio desconocido, la vicepresidenta segunda y líder de Sumar, Yolanda Díaz, intensifica los llamamientos a reponer puentes en un momento en que las encuestas pronostican un hundimiento de su espacio político. Aún así, el partido lila sigue marcando distancias con sus exsocios, a los que acusa de ser demasiado blandos con el PSOE.

Las relaciones se tensaron a finales de enero con el movimiento de los comunes de bloquear que Podemos tuviera una diputada más en el Congreso. Pese a no tener ningún vínculo con Catalunya, la exsecretaria de organización de Podemos Lilith Verstrynge se había presentado como número 4 por Barcelona para asegurarse el escaño, fruto de los pactos de coalición con Sumar. Pero los lilas perdieron el escaño cuando Verstrynge renunció poco después de haberlo conseguido, lo que abría la puerta del Congreso a Candela López, de los comunes. En octubre, coincidiendo con la asamblea del partido, López adelantó también que dejaría el escaño para no acumular cargos. Pero, de por medio, Gala Pin dejó el escaño por motivos personales en enero, lo que hizo que los comunes y Sumar cambiaran de planes.

A Gala Pin la sustituyó Viviane Ogou, pero si López también deja el escaño, éste pasará a manos de María Pozuelo (Podemos). Fuentes de los comunes explican al ARA que cuando Pin anunció que se marchaba y, por tanto, la lista corría hacia alguien de Podemos, López planteó a la dirección de los comunes qué debía hacer. La ejecutiva avaló en bloque que mantuviera el acta, según las fuentes consultadas. Su argumento es que Sumar no puede permitirse que baile ni un solo escaño en un momento en que el gobierno español se ve en equilibrios constantes para sacar adelante su programa, presionado por ERC y Junts. Y es que en el Congreso, Sumar y Podemos no comparten grupo parlamentario porque se separaron después de las elecciones.

Hay, sin embargo, un problema: el código deontológico de los comunes no permite a sus dirigentes tener más de un cargo institucional. López tiene tres: es diputada, concejala en Castelldefels y vicepresidenta de la Diputación de Barcelona –aunque estos dos cargos van juntos, una acumulación que el código sí permite–. Ya antes de la asamblea, fuentes de su entorno y de la dirección habían asegurado que renunciaría a alguna de estas responsabilidades por cumplir con el código y centrarse en el partido, dado que una de las quejas de la militancia en el congreso fue la falta de presencia de los cuadros en el territorio y falta de escucha en las bases. Recientemente, el exalcalde de El Prat Lluís Mijoler también dejó el consistorio y se quedó sólo con el cargo de diputado, cumpliendo con el código deontológico.

Guerra abierta en Sant Boi

La disputa en el Congreso se suma al mal estado de las relaciones entre los comunes y Podemos en Cataluña fruto de varios choques a escala municipal. Tras partir peras en Sant Joan Despí, otra crisis ha roto la coalición en Sant Boi de Llobregat. Los comunes expulsaron del grupo a la concejala de Podemos Cristina Serna acusándola de falta de profesionalidad e, incluso, de haber hecho "un uso indebido de dinero público". Ella lo niega. Fuentes de Podemos consultadas por el ARA lamentan estas acusaciones y aseguran que sus exsocios nunca le trasladaron estas quejas antes de que todo estallara. También destacan que los gastos que ahora los comunes cuestionan –por ejemplo, desayunos de trabajo o transporte– pasaron todos los controles de transparencia.

En el momento de hacer pública la expulsión, los comunes aludieron a la imposibilidad "de convivencia política" entre ambas fuerzas, y no fue hasta días después de que hicieran público un comunicado en el que señalaban la supuesta falta de transparencia y comportamientos no éticos. Podemos reprochar que hayan llegado a acusar a Serna de cosas como "alargar los fines de semana a tres días" o pasar gastos indebidos por los que le cancelaron la tarjeta bancaria, y sostiene que hay que encontrar una solución política a este conflicto para evitar que acabe en los tribunales.

El partido lila considera que esta decisión se enmarca en la voluntad de los comunes de arrinconarlos allí donde han hecho valer posiciones más contundentes; en concreto, frente al PSC, con quien gobiernan en Sant Boi. En Esplugues, según fuentes del partido, también están bloqueando la entrada de una concejala de Podemos a la que tocaría entrar en el consistorio a mediados de mandato.

Con toda esta mala marejada de fondo, ¿es posible una reconciliación entre los comunes y Podemos? Varias fuentes de los comunes consultadas por el ARA consideran que, en su caso, pasará por la decisión de que el partido lila tome en Madrid, tras la asamblea prevista en abril y en la que Ione Belarra ya ha presentado candidatura. Ahora, Podemos Catalunya está en manos de una gestora.

Fuentes de la dirección de Catalunya En Comú recalcan que hay "predisposición" a hablar y, además, asumen que en algún momento habrá que articular "un espacio político competitivo" a la izquierda del PSOE para evitar un gobierno del PP y Vox (o al menos intentarlo). En cualquier caso, enmarcan los conflictos locales en la dinámica de cada municipio y niegan que exista ninguna directriz política por parte de la dirección estatal.