La nueva vía "catalanista" del PP: hablar más catalán y defender intereses económicos
El senador Juan Milián teje la estrategia
BarcelonaEl PP y el catalanismo han sido dos polos que en los últimos años, sobre todo desde el Proceso, han tendido a oponerse. Pero no siempre ha sido así y los populares han intentado algunos giros catalanistas. Mientras que la etapa de auge del independentismo o la de Alejo Vidal-Quadras en la presidencia del PP catalán están marcadas por un choque total, Josep Piqué protagonizó una apuesta por una vía catalanista, si bien no le dejaron margen desde Génova y acabó defenestrado. Asimismo, Alicia Sánchez-Camacho protagonizó su propuesta de "financiación singular" cuando CiU reclamaba el pacto fiscal, pero con el Proceso pasó página. Actualmente, según ha podido saber el ARA, se está produciendo un trabajo interno estratégico del PP catalán para impulsar una vía catalanista propia.
Este diario ya explicó que varios dirigentes del PP abogan por el "catalanismo constitucional" que no se ha implementado por un liderazgo autonómico de Alejandro Fernández que no coincide con el diagnóstico. Sin embargo, ahora hay elementos nuevos: la sala de máquinas del PP catalán está trabajando en un corpus ideológico que pretende ser una actualización propia del catalanismo. Más allá de los cuadros que le apoyen, existe un planteamiento intelectual de la coordinación general de estrategia encabezada por Juan Milián. Los ingredientes son: hablar de "catalanidad", defender la "pluralidad" de Cataluña y de los "intereses de los catalanes" con un perfil económico claro.
Según fuentes populares, este impulso no reivindicaría el nombre de catalanismo como tal, que ven tocado de muerte a raíz del Proceso, sino que trabajaría, al estilo de Piqué, sobre la "catalanidad" y una conexión con el tejido productivo y económico catalán hecho de pequeñas y medianas empresas. Es decir, un catalanismo conectado con los intereses económicos.
Con todo, el PP tiene contradicciones con el catalanismo como la oposición a la oficialidad del catalán en Europa, incluso en una votación en el Parlament, y el hecho de que no hayan defendido públicamente la unidad de la lengua catalana ante los ataques del gobierno valenciano. Varias fuentes se escudan en que la oficialidad en la UE "no es posible", pero que "ojalá lo fuera", y sobre la unidad lingüística no han entrado porque el partido no quiere hacer polémica por el "nombre", ya que la gran mayoría reconoce que es lo mismo. "Es un debate estéril y respetamos que a la Comunitat Valenciana le llamen valenciano y en Baleares, catalán", sostiene un alto dirigente.
Los puntos clave
El diagnóstico del trabajo interno que está realizando Milián es que, trece años después del estallido del Proceso, es necesario recuperar un catalanismo con perfil propio. Fuentes consultadas apuntan que "no es una cuestión de etiquetas porque el PP debe ser el PP" y que hay que partir de que el catalanismo que se está trabajando internamente se fundamenta en elementos que creen que ya caracterizan al PP como la apuesta por "una España descentralizada", "soluciones cercanas al ciudadano" y un ta la sociedad, sino como una sensibilidad para valorar la pluralidad de Catalunya". Apuntan que "hablar más catalán" ya se ha ido haciendo últimamente con un "uso habitual" de dirigentes y diputados, "sin abandonar la defensa del bilingüismo y el castellano". De hecho, hay estudios internos que evidencian que a la inmensa mayoría de los votantes del PP les gusta oír a sus representantes hablar en catalán.
La propuesta dista fuerza del catalanismo tradicional, pero tiene puntos en común con Piqué. Con matices, dicen las fuentes populares consultadas, como que "el Proceso parte a Catalunya en dos comunidades políticas en las que el tema lingüístico es importante" y que la convierte diferente de Galicia y las Islas Baleares, con perfiles regionalistas fuertes y predominancia de la lengua propia. "El Proceso ha hecho mucho daño", lamentan. "El exceso de discurso identitario" pasado hace que la nueva etapa tenga un sesgo diferenciado del perfil propio, en una agenda con prioridad por la inseguridad, la inmigración o la vivienda.
Un ingrediente clave es la "defensa de los intereses de los catalanes" en infraestructuras como el aeropuerto, prioritario para el PP. También para defender un "reequilibrio ideológico de Catalunya" tras la incidencia que encuentran en la CUP, con un acento "promercado" para "poner fin a la cultura del no a todo". A la iniciativa popular le avala la implicación del cerebro alabado masivamente dentro del PP, Juan Milián –no forma parte de ninguna familia interna–, y múltiples cuadros que secundan esta vía.
Sintonía
Milián, flamante senador, cultiva una gran relación con Alejandro Fernández –tienen sintonía liberal– y goza de la confianza de Feijóo, que le ha ascendido a la junta directiva estatal del partido, además de ser el cerebro de múltiples papeles internos. Varias voces le consideran "el hombre de futuro" del partido. Valoran que está bien que "se hable más catalán en el Parlament", pero también reparten críticas: "Me gustaría que los cargos públicos hablaran más en catalán; cabrea que haya gente del partido que hable siempre en castellano", espeta un dirigente. Algunos de los cargos que citan como referentes son el alcalde de Badalona, Xavier García Albiol, el propio Milián, el secretario general, Santi Rodríguez, y varios diputados y concejales.
"A Feijóo le gusta que se hable catalán", asegura otro dirigente. De hecho, según recuerdan, el líder estatal habría preguntado sobre el uso de la lengua del PP, por lo que animaba a hacerlo como Galicia. Otro dirigente remata que "se trata de que la gente sea lo que es sin postureo", "reflejar la sociedad con naturalidad" porque "dentro del partido hay de todo, con posiciones más arraigadas en el territorio y otras sin tanto arraigo".