Elecciones al Parlament

Cuando el PP proponía una financiación "singular" (dentro del régimen común)

Los populares han planteado mejoras en la financiación en 2005 y 2012

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Sánchez-Camacho, junto a Enric Millo en una imagen de archivo durante una reunión de la dirección del PP en Catalunya.

BarcelonaUno de los puntos que ERC quiere abordar en la campaña electoral es la propuesta de financiación singular que el Gobierno pidió al Estado para que Cataluña recaudara todos los impuestos y se redujera al déficit fiscal. Sin embargo, no es el único que ha propuesto un sistema para mejorar la financiación catalana con un nombre idéntico, aunque con un contenido muy diferente. Es el caso del PP catalán, que en 2012 aprobó una ponencia que reclamaba un "modelo fiscal singular" para el Principado, aunque siempre en el régimen común. "Ojalá se hubiera aprobado, mejoraba la financiación para Catalunya y podía impulsar los servicios públicos", explica al ARA el coordinador general de los populares catalanes, Juan Milián, que participó en la ponencia.

De hecho, el PP planteó su propuesta cuando CiU reclamaba el pacto fiscal y había avisado de que si Mariano Rajoy no aceptaba podía crear una Hacienda propia igualmente. En ese momento, bajo el liderazgo de Alicia Sánchez-Camacho, el partido de gobierno en el Estado se erigió en el "dique de contención" contra la "deriva" de Artur Mas, mientras, al mismo tiempo, planteó algunas soluciones para un sistema de financiación que no ha sido de su agrado ya desde el inicio, cuando el expresidente José Luis Rodríguez Zapatero lo aprobó. "Seguro que habría sido difícil, pero era una vía para negociar en términos realistas que no se aprovechó", sostiene Milián, recordando el rechazo de la mayoría de grupos parlamentarios. Pese a la dificultad que ha augurado por el contexto, comenta que era una puerta para el entendimiento.

El modelo que pretendía Mas era el concierto vasco –similar al planteamiento de Pere Aragonès–, al que el PP se opone, y existía una distancia importante entre los sistemas. De todas formas, lo que planteaba el PP era un remedio "bueno", según Milián, que lamenta que el pacto fiscal se planteara como una "trampa" y "paso previo a la transición nacional". Admite que en el 2012 "abrir un melón como quería Mas era imposible", a diferencia de su planteamiento, que no sale del marco común. "Ahora esto me parece prehistoria porque en el 2017 lo cambia todo, ojalá algún día se vuelva a una visión más pragmática", añade.

¿Pero cómo surge la idea del PP y cómo se concretaba? Todo ello tuvo lugar en el congreso autonómico del partido de mayo de 2012 en un giro catalanista que incorporó la bandera al logo y la defensa del "autonomismo diferencial" y el "modelo fiscal singular" para garantizar una solidaridad de carácter limitado que podía dar mayor margen a la Generalitat. Este autonomismo diferencial, según expresó en ese momento el portavoz del grupo parlamentario, Enric Millo, era "el respeto por la singularización de Catalunya, por nuestra cultura, historia y lengua". En el congreso se aprobaron estos cambios sin objeciones, en el marco de una estrategia para ocupar un espacio que veían huérfano por el posicionamiento indeciso del PSC y el giro soberanista de los convergentes.

Aún más atrás en el tiempo, en 2005 el entonces líder del PP catalán, Josep Piqué, reivindicó en una conferencia en abril un nuevo modelo de financiación dentro del sistema común, así como la reducción del déficit fiscal. Con el objetivo de alcanzar las mejoras pedía que el Estado invirtiera en infraestructuras un porcentaje que se fuera elevando progresivamente hasta el 19% del PIB –la contribución catalana a la economía del Estado– a través de un pacto sobre estas inversiones entre las administraciones. Entonces el PP estatal, sin embargo, no recogió el guante de la propuesta.

Las claves del modelo del PP

La cuestión de la financiación siempre ha sido una reivindicación latente en Catalunya y desde 2014 el sistema actual está caducado. Primero ha sido el argumento de la crisis y después el Procés han dificultado la renovación del modelo de financiación. En este sentido, Milián ve claro el motivo: "Una vez entra en marcha el Procés, es imposible una negociación y más bajo amenazas, porque el independentismo quería ir hasta el final del camino y cualquier cesión era alimentarlo", argumenta, añadiendo que es una "oportunidad perdida".

¿Y qué haría el PP ahora respecto al modelo actual? Según Milián, sigue defendiendo la "mejora" de la financiación "sin crear desigualdades", acudiendo al Consejo de Política Fiscal y Financiera para negociar multilateralmente. No ve el actual sistema "injusto", pero sostiene que existe "margen de mejora".

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