Expresidentes

La nueva vida de Pere Aragonès

Compatibiliza la labor de expresidente con el regreso a la universidad para reanudar la tesis

BarcelonaEl 16 de noviembre, Pere Aragonès cumplirá 42 años y, desde este verano, se ha convertido en el expresidente de la Generalitat más joven de la historia de Catalunya. ¿Qué hará a partir de ahora lo que fue también el presidente más joven? Aragonés ha instalado su campo base en el Pabellón Norte del Palacio de Pedralbes de Barcelona. Allí ha situado su oficina de expresidente que quiere que sirva para dar continuidad al "legado" de su Gobierno. De hecho, tiene previsto recopilar en unas memorias la labor del ejecutivo que lideró durante tres años. Sin embargo, no prevé convertir esta recopilación en un libro por ahora.

Llega desde Pineda de Mar, donde sigue residiendo, después de acompañar a su hija a la escuela, pero se desplaza a menudo unos metros hasta la Facultad de Economía de la Universidad de Barcelona. Allí ha reanudado la tesis doctoral que dejó parada hace unos años, aunque ha cambiado de investigación: aparca la Mancomunitat y pasará a estudiar las políticas industriales de los últimos cincuenta años en Europa y, en concreto, en Catalunya.

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Hace apenas una semana que Aragonès ha estrenado la oficina de expresidente, que comienza a hacerse suya. Entre la decoración, mayoritariamente austera –como cuando era presidente, sin la bandera española–, destaca el Miró que ya tenía en su despacho cuando era secretario de Economía, después como vicepresidente del Govern y que también colgó en el salón de diputados del Palacio de la Generalitat, donde recibía las visitas institucionales. O una edición en francés de laEstrella Misteriosa, la aventura donde Tintín viaja al Ártico para explorar un meteorito misterioso, o el cohete con el que el propio periodista de ficción viajó a la Luna.

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Ahora quiere mantener un rol institucional y discreto, de segundo plano. Quiere rehuir, por ejemplo, el papel que han tenido expresidentes como Felipe González. Fuentes de la oficina del expresidente añaden que no participará en el debate público ni en la vida interna de los partidos. Tras el batacazo del 12-M, Pere Aragonès compareció para anunciar que asumía en primera persona la derrota y se apartaba de la primera línea política. Continuará cobrando cuatro años como expresidente –435.000 euros hasta los 46 años–, pero después perderá su asignación hasta que la recupere cuando se jubile. De cara a un futuro más lejano, Aragonés no se ve volviendo al primer plano político. No aclara a qué quiere dedicarse –no hará de abogado, su formación académica– y su objetivo es desarrollar una tarea que sea "compatible" con su figura de expresidente. Antes, también, podrá dedicar algo más de tiempo a ser padre, sobre todo ahora que en abril su esposa, Janina Juli, y él ampliarán la familia.

La tarea como expresidente

El exjefe del ejecutivo catalán quiere centrar su labor como expresidente en tres ámbitos. De entrada, aprovechar los contactos internacionales que su gobierno tejió, especialmente con las instituciones europeas, para potenciarlos y ponerlos a disposición de las instituciones catalanas. Aragonés también quiere poner el foco en las políticas industriales y de investigación y seguir construyendo alianzas con este sector. Y, en global, el expresidente pretende mantener vivas las "políticas republicanas" de su ejecutivo como las políticas a favor del catalán, pero tampoco quiere dejar en un cajón el proceso de diálogo abierto con el gobierno español. Ahora bien, este proceso le pasará a pilotar ahora ERC, que mantiene abierta la negociación con el gobierno español. Aragonés, eso sí, no intervendrá si el partido no le pide.

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Reunión Isla-Aragón

Como expresidente, Pere Aragonès ha regresado este martes al Palau de la Generalitat para reunirse con el actual jefe del ejecutivo, Salvador Illa. Casi tres meses después de abandonar el despacho que ha ocupado durante los últimos tres años, ha vuelto a poner los pies citado por el líder socialista, que en las últimas semanas ha mantenido encuentros con los expresidentes de la Generalitat (excepto con Carles Puigdemont porque el Gobierno le ha excluido por el hecho de que el líder de Junts sigue en activo).