Aragonés asume la derrota y abandonará la primera línea política

El presidente de la Generalitat en funciones anuncia que no será diputado y que también iniciará una "transición" para su cargo de coordinador nacional en el partido

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BarcelonaPere Aragonès asume en primera persona el descalabro de ERC de este 12-M y dará un paso al lado. El todavía presidente de la Generalitat en funciones no recogerá el acta de diputado y abandonará el Parlament, y también dejará sus responsabilidades en el partido, donde iniciará una "transición" para ser relevado de su cargo de coordinador nacional. "No voy a formar parte del próximo Parlament, abandonaré la primera línea política", ha anunciado el presidente de la Generalitat en funciones en una comparecencia desde la sede del partido. Aragonés se desdice, pues, de lo que había dicho en campaña, cuando aseguró que si no podía seguir siendo presidente se quedaría en el Parlamento como jefe de la oposición, y finalmente dejará la cámara catalana. El batacazo de Esquerra ha dejado el partido con tan sólo 20 diputados en el Parlament, 13 menos de los que tenía hasta ahora, y la formación ha quedado tocada, lo que le obliga a abrir un proceso de reflexión para digerir el descalabro.

El partido había iniciado un ciclo electoral a la baja con las elecciones municipales del pasado año –perdió 300.000 votos– que continuó con las generales del 23-J –con 400.000 votos menos– y ha culminado con los comicios del 12-M con una caída de 178.000 votos. Una pérdida que ha propiciado que ERC se quede sin la primera presidencia de la Generalitat que tenía en sus manos desde la Segunda República. Los republicanos no han rentabilizado la gestión al frente del Govern ni tampoco la estrategia negociadora con el Estado, dos cuestiones que Aragonès ha vuelto a defender pese a la oposición, reprochó, de Junts y el PSC. De hecho, admitió que han asumido "contradicciones inevitables" a lo largo de estos últimos tres años, pero que han pesado más las "realidades alcanzadas". Sea como fuere, ahora el presidente de la Generalitat en funciones centrará sus "esfuerzos", ha dicho, en facilitar la transición desde el Govern hasta que haya un nuevo presidente.

Esquerra sigue teniendo la clave para un pacto tripartito con el PSC y los comunes. Pero un escenario que ahora mismo los republicanos rechazan. "No pretendemos facilitar una investidura del PSC", ha defendido Aragonès. Por ahora, siguen quitándose de encima el papel de clave que le ha otorgado el 12-M y ponen el balón en el tejado del PSC y Junts para que lleguen a un acuerdo para gobernar. "Serán ellos los que tendrán que entenderse. [...] Nosotros hemos decidido asumir que iremos a la oposición", ha subrayado Aragonès. Carles Puigdemont rechaza cualquier pacto de gobierno con el PSC. Para ERC, decidir si investir a Salvador Illa o abocar al país a una repetición electoral es un debate incómodo, porque ambos escenarios tensionarán al partido. Por el momento, la formación evita abrir el debate en público a la espera de cómo queda el partido reordenado internamente.

El debate interno

Aragonés compareció solo en la sede de Esquerra y le siguió desde el fondo de la sala de prensa la cúpula del partido, encabezada por Oriol Junqueras. El todavía presidente de la Generalitat no ha concretado cómo se traducirá esta reflexión interna, si esto llevará a convocar un congreso, por ejemplo, o si habrá más cargos de la formación que han tenido un peso relevante en la sala de máquinas de Izquierda que también darán un paso atrás. Habrá que ver, por ejemplo, en qué posición quedan los directores de campaña, el viceconsejero Sergi Sabrià y el vicesecretario de comunicación del partido, Oriol Duran. "ERC llevará a cabo la reflexión y la haremos colectivamente para fortalecernos", ha contestado Aragonès a la pregunta sobre las "responsabilidades colectivas" de las que él mismo habló el domingo por la noche. El presidente en funciones ha evitado ir más allá y pronunciarse también sobre si debe plegar a Oriol Junqueras.

Con Pere Aragonès dando un paso al lado también al partido, el presidente de Esquerra pasará a asumir todo el liderazgo de la organización. Un liderazgo que comparte con la secretaria general, Marta Rovira, y hasta ahora también con Pere Aragonès. Mientras Junqueras estuvo en prisión, Aragonès asumió el peso del partido, pero desde hace ya unos meses que el presidente de ERC se ha vuelto a volcar en su papel de líder –en las últimas semanas Junqueras ha recorrido el país para intentar acercar el partido a la ciudadanía.

De momento Esquerra deberá compaginar el proceso de reflexión interno a raíz de la derrota del 12 de mayo con la gestión del Govern de forma interina, pero también afrontando otra campaña electoral, la de los comicios europeos del 9 de junio, en la que los republicanos se juegan mantener la actual representación. En todo caso, cualquier proceso interno que el partido decida abrir será posterior a las elecciones europeas, porque antes no hay tiempo material –la próxima semana comienza la campaña–. Ahora bien, el partido sí tendrá que afrontar la negociación para constituir la mesa del Parlament y, de momento, no han aclarado qué papel van a jugar, si se decantarán por un acuerdo entre independentistas, de izquierdas o se quedarán al margen.

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