Òmnium hace piña con Borràs: "Es una víctima más de la operación de estado contra el independentismo"

BarcelonaÒmnium mueve ficha y hace piña con la presidenta del Parlament, Laura Borràs, que se encuentra a un paso del juicio por presunto fraccionamiento de contratos en la Institución de las Letras Catalanas (ILC). En pleno debate sobre su eventual suspensión como diputada, tal como prevé el reglamento de la cámara en caso de juicios orales por corrupción, Xavier Antich ha afirmado que la dirigente de Junts "es una víctima más de la operación de estado contra el independentismo". En su primera entrevista como presidente de la entidad, concedida a Catalunya Ràdio, Antich ha abonado así el relato que la propia Borràs y su grupo defienden ante las irregularidades investigadas por el Tribunal Superior de Justícia de Catalunya (TSJC). Un relato que incomoda a ERC y la CUP, que evitan hoy por hoy posicionarse sobre el futuro de la presidenta de la cámara.

A pesar de admitir que este caso tiene que ver con cuestiones que afectan a la "gestión" de Borràs en la ILC y no con sus acciones en defensa del Procés, Antich ha calificado de "evidencia" que el proceso judicial nace de una "motivación política" para "erosionar" el movimiento independentista. "Se le abren procesos por ser una de las caras visibles del movimiento", ha dicho sobre la presidenta del Parlament. El presidente de Òmnium, aun así, ha querido dejar claro que la entidad está "a su lado" porque –ha insistido– la reconoce "como una víctima" de la causa general contra el independentismo. Las declaraciones de Antich contrastan con el hecho de que, en su última actualización hace seis meses, Borràs no formaba parte del recuento de más de 3.000 represaliados del Procés elaborado por Òmnium y avalado por todos los partidos independentistas, tal como avanzó el ARA. Habrá que ver si se la añade después del posicionamiento expresado este jueves por Antich.

Sea como sea, el apoyo público y explícito de Òmnium redobla la presión sobre ERC y la CUP para posicionarse en caso de apertura de juicio oral contra Borràs, un hecho que podría ser inminente. Según el artículo 25.4 del reglamento del Parlament, y siempre que se considere que la causa en el TSJC está vinculada a la corrupción, Borràs tendría que ser suspendida de derechos y deberes. Este martes, sin embargo, ella misma afirmó que no se siente interpelada y pidió a republicanos y cuperos que hagan piña para no aplicar el polémico precepto, que considera que "vulnera" la presunción de inocencia. Por ahora ni los unos ni los otros se atreven a mojarse y los dos grupos se han impuesto prudencia, conscientes de las contradicciones a las que los aboca este caso.

Tardà avisa que es un "terreno peligroso"

Un buen ejemplo de esto es la reacción que el exportavoz de ERC en el Congreso Joan Tardà ha tenido también en Catalunya Ràdio justo después de la entrevista de Antich. "Alguien puede tener la tentación de querer mezclar la represión española omnipresente y, tal vez, comportamientos no correctos por parte de Laura Borràs", ha advertido, y ha añadido que esta situación es un "vertedero" y supone entrar en un "terreno peligroso". "O nos deshacemos de según qué prejuicios o no iremos por el camino llano", ha concluido, después de admitir que le habría gustado que el presidente de Òmnium "fuese algo más allá" en su valoración del caso que afecta a la presidenta del Parlament.