El Govern pone 1.000 millones de euros para hacer frente a los meses más complicados de la sequía
Aragonés pide responsabilidad a la oposición y dejar de lado "los intereses de parto"
BarcelonaLa grave crisis de sequía no da tregua a Catalunya y el Govern ya augura meses "complejos". Sin embargo, el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, ha puesto en valor la gestión del ejecutivo y todas las medidas tomadas hasta ahora y, de hecho, ha asegurado que esta será la línea que seguirán de cara a los próximos meses. "Si no llueve, vendrán meses complejos, momentos complicados. Desde el Govern, les afrontaremos como hemos hecho hasta ahora: ofreciendo una solución para cada problema", ha afirmado Aragonès, quien ha añadido que trabajará con "los sectores afectados". Para afrontar las próximas semanas y planificar la gestión más a largo plazo, el presidente ha anunciado una partida de 1.045 millones de euros a los presupuestos de la Generalitat. Unas cuentas que el ejecutivo todavía no ha presentado porque sigue negociando con los grupos. Precisamente, Aragonès ha aprovechado su intervención este martes en el pleno monográfico sobre la sequía para pedirles que los aprueben para disponer de estos recursos -el Hard Rock es ahora mismo el arrecife principal-.
¿Qué incluirán estos 1.045 millones? Según Aragonès, servirían para financiar infraestructuras de regeneración y desalinización, para mejorar la red de abastecimiento o también para modernizar los sistemas de riego. En este sentido, fuentes del ejecutivo consultadas por el ARA apuntan, por ejemplo, que se destinarían 327 millones de euros a "ampliar y mantener" las infraestructuras de saneamiento para la regeneración y desalinización; 86,3 millones para las mejoras del riego; 32 millones de euros por el abastecimiento de agua en el transporte en alta, o también 27 millones para que los ayuntamientos renueven las redes de suministro y digitalicen los sistemas de gestión.
Todo ello, para "hacer frente a la sequía más importante del último siglo", ha defendido Aragonès. En esta línea, el consejero de Acción Climática, David Mascort, ha reivindicado las líneas de actuación e inversión previstas para aumentar la producción de agua mediante desaladoras, la regeneración o la recuperación y construcción de pozos, o el despliegue de la ley de cambio climático aprobada en 2017. Aragonès ha remarcado que el ejecutivo ha tenido que "poner el país al día" ante la "dejadez" de anteriores gobiernos y "la austeridad" de ejecutivos capitaneados por CiU.
Construir consensos
Sea como fuere, para afrontar toda esta situación, el jefe del ejecutivo catalán ha pedido a la oposición "construir consensos" y dejar de lado "los intereses de parto". Así, Aragonès ha exigido "rigor", que "nadie niegue ni banalice el cambio climático", pero también "coherencia", porque los criterios "medioambientales no son unos criterios más", sino que juega un "papel central" para plantear "cualquiera" infraestructura".
Ante el llamamiento del presidente al diálogo, tanto el PSC como Junts le han reclamado convocar una cumbre con los grupos políticos para consensuar las medidas. También han pedido al Govern que no ceda a las presiones de comunes y CUP para "confrontar" a los campesinos y al mundo industrial -que ahora soporta la mayor parte de las restricciones- con el turismo y que apueste por la "colaboración" con las administraciones en lugar de por las sanciones.
A pesar de la mano tendida, socialistas y junteros no se han ahorrado reproches. El líder del PSC, Salvador Illa, ha pedido "humildad" al conseller ante la falta de previsión con la que cree que el actual Govern ha gestionado la sequía. "El agua viene de Sagunto con el esfuerzo y la generosidad del gobierno de España”, ha reivindicado. Illa ha sostenido que Cataluña ha llegado a esta situación después de "10 años de Proceso" y ha responsabilidad de los gobiernos de "Artur Mas, Carles Puigdemont y Quim Torra por no haber invertido en infraestructuras hídricas. Batet se ha vuelto: ha reprochado a los socialistas la gestión en Cataluña de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) -dependiente del Estado- , ha dicho que fue el expresidente José Montilla quien dejó la Agencia Catalana del Agua "arruinada" y ha resaltado que el plan especial de sequía lo aprobó un conseller de Junts. También lo ha habido por el Govern de ERC, a quien Junts ha acusado de sufrir de "españolitis" y de "ir a mendigar a Madrid" inversiones en infraestructuras como la desaladora de la Tordera Críticas de la CUP y los comunes
La CUP -uno de los grupos proponentes del pleno monográfico, junto a los comunes- no ha avalado tampoco al conjunto de la gestión del Govern. "Marchamos con ese gusto amargo porque, con muy buenas palabras, al final de todo vemos que no piensan cambiar de modelo, sino que ya les va bien continuar con el actual, sea porque no tienen una mayoría suficiente o porque realmente lo piensan" , ha afirmado el diputado Dani Cornellà, que ha instado al Govern a "planificar el decrecimiento". El diputado de En Comú Podem Enric Bárcena ha puesto el foco en las restricciones en el turismo: "Se pasa de puntillas equiparándolo al uso doméstico". "Aplican restricciones sin mirar a quien dentro del sector ha hecho más esfuerzo", ha añadido.
El discurso de los cuperos y de los comunes ha encendido a Cs y su portavoz, Carlos Carrizosa, les ha acusado de abordar el cambio climático desde "dogmas" en lugar de apostar por el crecimiento sostenible y la innovación. El diputado del PP Daniel Serrano, a su vez, ha acusado al Govern de haberse centrado en el Proceso mientras "Catalunya se secaba", y Vox ha relativizado el cambio climático y ha reprochado a Aragonés la falta de previsión.