Sequía

Estado y Generalitat desatascan dos nuevas desaladoras y prevén llevar barcos a Cataluña

Las infraestructuras para hacer frente a la sequía costarán 500 millones de euros

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La desaladora de El Prat es uno de los activos incluidos dentro de Aigües Ter Llobregat (ATLL).

BarcelonaLos gobiernos catalán y español han acordado desatascar dos desaladoras y han confirmado que prevén llevar agua en barcos desde Sagunto (País Valenciano) hasta Barcelona para hacer frente a la excepcional sequía que asola a Catalunya. Las dos grandes infraestructuras que deben resolver el déficit hídrico del área metropolitana de Barcelona costarán 500 millones de euros y se financiarán a través de fondos europeos en concepto de crédito del Estado a la Generalitat. En este caso, se aplicará el principio de recuperación de los costes y, por tanto, la financiación de estas infraestructuras acabará repercutiendo en la factura del agua de los usuarios. En concreto, las obras contemplan la ampliación de la desaladora de la Tordera (Tordera II, situada en Blanes), valorada en 287 M€, que se prevé que esté operativa en 2028, y la construcción de la desaladora de Foix (situada en Cubelles), con un presupuesto de 180 M€ y que se prevé que se ponga en marcha en 2029, cuatro años antes de lo previsto en el Plan de gestión del agua.

El anuncio llega tras la reunión que la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, y el consejero de Acción Climática, David Mascort, han mantenido este lunes para coordinar el trabajo de ambas administraciones. "Las cosas cuando se trabajan conjuntamente se desatascan. Aquí nadie viene a salvar a nadie", ha subrayado Mascort. "Este gobierno ayudará cuando sea necesario para poder garantizar el agua de boca a los ciudadanos", ha coincidido Ribera. Según ha explicado la ministra, el licitador de las obras será la empresa pública Acuamed: "Es la fórmula más ágil y fácil para empezar a realizar las obras. Cualquier otro sistema retrasaría la licitación", ha dicho.

Agua con barcos desde la Comunidad Valenciana

La reunión también ha permitido acordar el plan –que se dio a conocer el viernes– que permitiría llevar agua en barcos desde la desalinizadora de Sagunto, propiedad del gobierno español, hasta Cataluña. El coste de producción del agua desalada lo asumiría el Estado (aunque no han dado detalles de la cifra), mientras que el transporte en barco y la descarga en el Port de Barcelona correría a cargo del Gobierno. Con la operación acordada se podría transportar un barco al día, cargado con 20.000 metros cúbicos de agua, que puede producir Sagunto. Sin embargo, en la práctica, habría dos barcos funcionando: uno cargándose de agua en la desalinizadora –una operación que tarda unas 12 h, incluida la producción– y un viajando y descargando el agua en Barcelona. "Ahora mismo trabajamos con un barco o un barco y medio al día", ha puntualizado Ribera. "Lo tendremos todo listo por si es necesario. Iremos hasta Sagunto o hasta donde sea necesario para conseguir agua", ha confirmado Mascort. Ahora bien, el conseller de Acción Climática ha remarcado que ésta es una "solución puntual" que se utilizará para abastecer a "equipamientos estratégicos", como pueden ser los hospitales. "No es la solución por la sequía", ha insistido.

En este sentido, Ribera ha subrayado en varias ocasiones que el agua que se transporte hacia Cataluña "no competirá" con el abastecimiento de Sagunto ni con otros usos "potencialmente previstos". De hecho, la ministra ha detallado que, por ahora, la desalinizadora del gobierno español se encuentra funcionando a un 10% de su capacidad y que, por tanto, es una infraestructura "infrautilizada" que el ejecutivo estatal quiere activar porque está "en condiciones" de ponerse a trabajar al máximo. La ministra ya trasladó la petición al presidente de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, quien "tuvo una reacción muy positiva desde el primer momento", pero pidió garantías de que se haría un "uso prioritario y casi exclusivo" del agua para emergencias de consumo de boca, y no para otros usos como el regadío.

La Generalitat insiste en que el trasvase del Ebro no es necesario

Pese a la apuesta por abastecerse con el agua de la desaladora de Sagunto, el conseller, en línea con lo que ha defendido en las últimas semanas y meses, ha descartado sacar adelante un trasvase al Ebro para llevar agua hasta Barcelona. En este sentido, ha explicado que, actualmente, el 55 por ciento del agua que consume el área metropolitana de Barcelona ya no viene de los embalses, sino de las desalinizadoras y plantas de regeneración, y ha insistido en que con la puesta en marcha de más plantas e infraestructuras que produzcan agua, como la desalinizadora Tordera II y la del Foix, "no sería necesario el agua del Ebro para abastecer a Barcelona a medio plazo".

La ministra de Transición Ecológica también ha hecho referencia a las últimas declaraciones del líder del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, en el que "se atribuía el mérito" de la operación de transporte de agua desde Sagunto hasta Barcelona. "Con el agua no se puede hacer populismo ni demagogia, sino centrarse en trabajar y presentar soluciones", ha señalado Ribera: "No es razonable que Feijóo se atribuya un mérito que carece".

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