Galicia

El PP remata la campaña gallega con nervios por el ascenso del BNG: "Está muy abierto"

Los populares alertan del vínculo de los nacionalistas con ERC y Bildu, mientras Ana Pontón se centra en Galicia

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El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, en un mitin en A Pobra de Trives (Ourense)

BarcelonaLos últimos días de campaña en Galicia han estado llenos de nervios en el PP, que ha avisado del "riesgo real" de que el Bloque Nacionalista Gallego (BNG) le arrebate el poder, ante su elevado crecimiento en las encuestas. Por eso, el último empuje de los populares antes de las elecciones del domingo ha recurrido al ataque directo contra el BNG, su pasado "leninista" y sus propuestas "nacionalistas" que llevarían al territorio "el problema de Catalunya". También cargaron contra sus amistades "peligrosas", ERC y Bildu, e incluso difundieron un vídeo que convierte a la líder del Blog, Ana Pontón, en Arnaldo Otegi. Esta inquietud se ha ido acentuando y los conservadores se han abalanzado también contra Vox por poner en peligro la mayoría absoluta, siendo "aliado" tácito de Pontón, según el candidato del PP a la reelección, Alfonso Rueda. Por el contrario, el BNG ha dirigido sus ataques a la gestión del PP y se ha centrado en las propuestas por Galicia, con un aire optimista. "Está muy abierto", reconocen fuentes del partido.

En esta recta final han mejorado bastante las perspectivas de los soberanistas, que han multiplicado su "esperanza". Ahora ven el escenario muy ajustado y puede pasar de todo según los trackings internos. Que Pontón sea presidenta es factible, pero todas las encuestas apuntan a la opción de mayoría absoluta popular. Lo que ha acabado alimentando las dudas es la atropellada campaña del PP, con patinazos de su líder estatal, Alberto Núñez Feijóo, como la propuesta de indulto a Carles Puigdemont. El PSdeG-PSOE también se ha visto arrastrado por la dinámica estatal con la omnipresencia en campaña del presidente español, Pedro Sánchez, que ha mojado pan con la política de "reconciliación" a la que se abrió el jefe de la oposición en el Estado. En el cierre de campaña de este viernes le ha acompañado el expresidente español José Luis Rodríguez Zapatero, desde hace tiempo uno de los principales aliados de Sánchez en el partido.

Tampoco han sido fáciles los debates televisivos que ha tenido que enfrentar el presidente de la Xunta. El de Televisión de Galicia le puso contra las cuerdas y llegó a reprochar que el resto de candidatos –BNG, PSdeG-PSOE, Sumar y Podemos– le hicieran un cuatro contra uno. Así, Rueda no participó en el debate de RTVE de esta semana al que solo acudieron la nacionalista Ana Pontón y el socialista José Ramón Gómez Besteiro, emulando ese debate previo al 23-J entre Sánchez y Yolanda Díaz (y sin Feijóo) . Allí aprovecharon para cerrar filas e ir a por todas contra "el candidato ausente" y los "quince años de retrocesos" de los gobiernos del PP. Se mostró una alianza sólida y, pese a que el PSdeG no lo reconozca públicamente, ya asume el tercer puesto en el podio con la aspiración de la vicepresidencia.

Con la única aspiración de entrar en el Parlamento gallego, Sumar no tiene muchas encuestas optimistas que confirmarían un golpe para Yolanda Díaz, muy implicada estos últimos quince días en la candidatura que encabeza Marta Lois (Ada Colau ha sido una de las estrellas invitadas del cierre de campaña). Isabel Faraldo, de Podemos, no tiene apenas opción, mientras el candidato de Vox, Álvaro Díaz-Mella –siempre acompañado de Santiago Abascal–, ha reavivado gracias a los errores del PP, pero tiene difícil entrar en el Parlament.

Campaña llena de polémicas

Los pellets y la crisis medioambiental asociada levantaron mucha polvareda en campaña por la "tardana reacción" de la Xunta y el rifirrafe constante con el gobierno español, acusado de "esconder información". Pero no ha sido la única controversia: ETA, lengua, amnistía, independentismo y Carles Puigdemont son algunos ejemplos. Pero no sólo: el servicio gallego de salud ha informado este viernes por SMS a los trabajadores de un aumento salarial dos días antes de las elecciones. Las acusaciones de electoralismo no han tardado en aparecer, pero la Xunta alegó que este incremento, anunciado en 2023, empieza a aplicarse este mes, y que es habitual comunicar cualquier cambio a la plantilla.

Uno de los leitmotivs que han ido lanzando Feijóo y Rueda contra el BNG ha sido su "radicalidad". Han rescatado al viejo "sentidiño" gallego frente al "desbarajuste" de los nacionalistas y la izquierda estatal. Y es que la guerra identitaria ha aflorado como nunca atizada por un PP que ha alertado de un Proceso a la gallega: "Somos gallegos y somos españoles", ha repetido en varios mítines Feijóo, llegando a añadir: "Qué somos, sino portugueses ?".

Rechazando abrir el debate identitario, el BNG ha reiterado el cambio como idea bastante de la campaña y se ha centrado en la agenda social y económica, así como en la ampliación del autogobierno, pero sin plantear una aventura independentista. En cambio, el socialista Besteiro ha querido posicionarse como "el cambio seguro" y se ha mostrado como una garantía ante pretensiones de autodeterminación, que el BNG siempre ha defendido como derecho.

La lengua gallega ha sido un otro elemento de disputa y el PP ha advertido de que está en riesgo cuyo "bilingüismo armónico" ha hecho bandera. Todo ello, porque el BNG ha dicho que quiere derogar la ley de multilingüismo en la enseñanza, que "arrincona al gallego", para instaurar una inmersión lingüística en gallego: "Igualdad de conocimiento por una libertad real en el uso". Por eso, el PP ha sacado la artillería denunciando que los nacionalistas "quieren expulsar al castellano de la escuela". Contó con intervenciones duras de Feijóo, pero también de la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, que lo mezcló este viernes con "el acoso y odio" que sufren "los niños españoles en Catalunya", junto con la presencia en la lista europea del BNG de algunos "exmiembros de ETA". El domingo –si el voto exterior no acaba siendo decisivo– los gallegos decidirán en las urnas.

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