DEBATE INTERNO

El PP valenciano afronta dividido la renovación de la dirección

Casado avala a Carlos Mazón ante la actual líder, Isabel Bonig

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El presidente del PP de Alicante, Carlos Mazón, y la líder  del PP valenciano, Isabel Bonig.

ValenciaLa todavía líder del PP del País Valenciano, Isabel Bonig -con el apoyo de sus colaboradores más estrechos-; el presidente de la Diputación de Alicante, Carlos Mazón -a quien promociona la dirección estatal-, y la vieja guardia encabezada por el exjefe del Consejo Francisco Camps, que reclama su derecho a volver a la primera línea política dado que después de años de imputaciones no ha sido condenado por ninguna causa y únicamente se encuentra investigado por la contratación de la Gürtel en Fitur 2009. Son las tres facciones que se disputan la dirección de un PP valenciano lastrado por su pasado, carecido de un candidato atractivo y con unas perspectivas electorales poco alentadoras.

No se trata, sin embargo, de una disputa entre iguales. Si no hay sorpresas, una circunstancia poco probable en una formación tan jerarquizada, el nuevo líder de la federación valenciana será Carlos Mazón. Así se lo comunicó a Isabel Bonig el viernes 16 de abril Teodoro García Egea, secretario general del PP y mano derecha del presidente del partido, Pablo Casado. Una decisión que la dirigente conocía desde hace meses pero que todavía no ha digerido. Lo demuestra el hecho de que se ha negado a aclarar si se presentará a las primarias o si aceptará el relevo. En sus últimas declaraciones públicas, el pasado miércoles, al ser preguntada por la convocatoria del congreso autonómico primero lamentó que “algunos tienen mucha prisa” y después avisó de que “a veces por correr tanto uno puede correr el peligro de tropezar y caer”. Y añadió: “Veo a alguna gente, no Génova sino los satélites de Génova, con demasiada prisa”. Interpelada sobre quiénes son estos satélites, la dirigente popular, que nunca ha tenido un gran apoyo orgánico, tiró pelotas fuera. “La gente que está hablando”, se limitó a decir.

Apuesta por el españolismo

La elección de Mazón hecha por Casado obedece al deseo de revitalizar un bloque conservador desmovilizado por unas bajas expectativas electorales y la percepción de que Bonig ya ha logrado su techo electoral. Así lo confirmaría una encuesta publicada el pasado domingo en Las Provincias, que apunta a un aumento de la mayoría del tripartito progresista, que pasaría de los 52 diputados actuales a 56. En la elección del presidente de los populares también influye la apuesta por los sectores más próximos al nacionalismo español, situados mayoritariamente en Alicante, para recuperar los votos que se marcharon a Ciudadanos y Vox.

El último factor de la elección obedece a las alianzas internas. En el congreso estatal que en julio del 2018 escogió a Pablo Casado, el dirigente palentino contó con el apoyo de Mazón pero no de Bonig, que públicamente se mostró neutral pero que internamente apoyó a la ex vicepresidenta del gobierno español Soraya Sáenz de Santamaría.

El lío interno del partido lo quiere aprovechar el Foro 2020, un colectivo crítico con la renovación de Bonig que reivindica el legado de ex dirigentes como Camps -que reclama ser el candidato a la alcaldía de Valencia- o del ex senador Pedro Agramunt. Los dos han impulsado un tercer candidato a la dirección. Se trata de José Vicente Anaya, alcalde del pequeño municipio de Ayora, en un movimiento que parece concebido como una carta negociadora para recuperar presencia en la formación.

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