El Govern se propone rehacer puentes con las instituciones de la UE

Aragonès viajará habitualmente a Bruselas para restablecer los contactos rotos durante el Procés

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El presidente de la Generalitat de Cataluña, Artur Mas, y el presidente de la Comisión  Europea, José Manuel Durao Barroso, en una reunión el marzo del 2011 que tenía como objetivo impulsar el corredor mediterráneo. .

BruselasMarzo de 2011. Es la última vez que un president de la Generalitat, entonces Artur Mas, se ha reunido con un presidente de la Comisión Europea, José Manuel Duaro Barroso. Hasta entonces, Catalunya había mantenido fructíferas relaciones en Bruselas, donde catalanes como Amadeu Altafaj habían ocupado cargos de primera línea. Pero, a medida que avanzaba el Procés, las relaciones se iban enrareciendo. En 2013 Durao Barroso rechazó un segundo encuentro con Mas e incluso le respondió por carta que no era cosa de Bruselas pronunciarse sobre un referéndum de independencia en Catalunya. Y así hasta llegar a la absoluta incomunicación. Ahora, el gobierno de Pere Aragonès se ha propuesto recuperar el diálogo entre Catalunya y las instituciones europeas.

La Generalitat es consciente de que viene de un periodo de ausencia, e incluso reticencia, de las instituciones comunitarias de hablar con Catalunya, que siempre ha buscado en Europa el paraguas del diálogo y la mediación con el objetivo último de presionar al gobierno español. Pero la agenda de Aragonès da un giro. Ya no se trata de internacionalizar el Procés a toda costa, tampoco de renunciar a él, pero sí de reabrir ventanas de diálogo con las instituciones, empezando por los fondos europeos Next Generation EU, y con las aspiraciones de restablecer las buenas relaciones pasadas. Fuentes próximas a la presidencia entienden que a estas alturas sería prácticamente imposible conseguir una reunión con la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, también por el boicot del Estado en el exterior, pero aseguran que el objetivo es reconstruir todos los puentes que sea posible.

Se trata de demostrar todo lo que Catalunya puede aportar a la Unión Europea, tanto en el ámbito de los fondos europeos antipandemia que tienen que empezar a llegar este verano como en otras cuestiones. Las mismas fuentes insisten en que no se trata de aparcar el Procés o la agenda independentista, sino que empieza por explicar qué tiene Catalunya para aportar al exterior. Está previsto, pues, que el propio Aragonès viaje frecuentemente a Bruselas e intensifique la vía diplomática. Actualmente en las instituciones europeas hay catalanes en posiciones destacadas, como el propio Josep Borrell, histórico político antiindependentista, justamente el responsable de la diplomacia europea y con el despacho en la misma calle que la delegación del Govern ante la UE. El portavoz del Parlamento Europeo, Jaume Duch, es otro de los catalanes en las instituciones.

Aún así, el Govern de la Generalitat todavía no ha nombrado a un delegado en Bruselas, que actúa de representante también ante las instituciones. Hay que recordar, sin embargo, que la cartera de Exteriores la ocupa Junts y, por lo tanto, que el nombramiento de este cargo será decisión de la consellera de Exteriores, Victòria Alsina.

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