El PSOE mantiene la "mano tendida" en Junts y los socios presionan a Sánchez
El PP no plantea de momento presentar una moción de censura para derribar a Sánchez
MadridLa ruptura con el PSOE anunciada por Carles Puigdemont no ha provocado, de momento, movimientos en el ejecutivo español. El aviso del líder juntero de que pese a "tener el poder", la coalición de socialistas y Sumar "no podrá ejercer el gobierno", no ha alterado el posicionamiento de ambas formaciones, que siguen apostando por la continuidad de la legislatura e insistiendo en el "diálogo" con Junts tras escuchar al presidente de la Generalitat. "Desde el PSOE mantenemos la mano tendida. Continuaremos ofreciendo la que es, ha sido y será nuestra mejor carta: el diálogo", reaccionaron fuentes socialistas.
En el PSOE rebatan el relato desplegado por Puigdemont en la comparecencia de Perpiñán sobre el pacto de Bruselas. "Estamos cumpliendo con lo pactado. Lo que está en manos de otros, estamos trabajando para que se cumpla", afirman a Ferraz. La delegación de las competencias en inmigración en Cataluña, por ejemplo, fracasó en el Congreso por la oposición de Podemos. Y el catalán en la Unión Europea se negociará con Alemania. Los últimos dos años, de hecho, con Junts como aliado de la mayoría plurinacional, también ha sido un quebradero de cabeza para el gobierno español aprobar normas en la cámara baja, si no era por las reticencias de Junts, por las de la formación lila, con quienes los de Puigdemont han rivalizado por el título de principal piedra en el zapato.
Pedro Sánchez, de hecho, hace meses que ha asumido esta precariedad parlamentaria y ya había avanzado que seguirá gobernando aunque no consiga aprobar unos nuevos presupuestos. Un escenario de prórroga que ahora Junts confirma sin que haya generado una gran inquietud en la Moncloa. Desde el respeto a las "dinámicas internas" de Junts, en el PSOE hacen un llamamiento a continuar como hasta ahora, tratando de "construir puentes" para sacar adelante las votaciones en el Congreso. En Sumar, por su parte, mantienen la llamada a entenderse con Junts expresada al mediodía por su portavoz, Ernest Urtasun: "Es mucho lo que todavía podemos hacer en materia de democratización de España y de plurinacionalidad".
Los de Yolanda Díaz reivindican que esta legislatura se han producido avances y advierten a Junts que no tienen aliados alternativos en la Moncloa. "Nadie en Catalunya, ni los votantes de Junts, entenderían ningún tipo de operación para facilitar la llegada de PP y Vox", ha dicho Urtasun en rueda de prensa. Fuentes de los Comunes reprocharon que los de Puigdemont se sitúen en un "no a todo" que "no beneficia en nada a Catalunya". "Erosionar deliberadamente al gobierno de coalición progresista es ir acercando la posibilidad real de un gobierno de PP y Vox", avisan. Sin embargo, en Génova, hoy por hoy, no han planteado la posibilidad de activar la vía de la moción de censura contra el presidente español.
El PP, a la espera
Antes de la comparecencia de Puigdemont, los de Alberto Núñez Feijóo habían quitado hierro a la amenaza, tal y como ha hecho Vox, y tras escucharle han optado por la prudencia. La vicesecretaria popular Cuca Gamarra ha instado, en una atención a los medios, a esperar al jueves cuando ya se haya pronunciado la militancia de Junts y ha defendido que lo que queda demostrado es que permitieran iniciar esta legislatura fue un "error". Pese a que no haya ningún movimiento tectónico inminente en la legislatura, otras formaciones de la mayoría plurinacional, como el PNV, pronostican un futuro complicado ante la constatación de que existe "una mayoría negativa en el Congreso". "Un parlamento sin mayorías ni presupuestos no es demasiado sostenible en el tiempo", concluyeron fuentes de los nacionalistas vascos. Ante este escenario, Coalición Canaria ha ido más allá y ha reclamado a Sánchez que se someta a una cuestión de confianza.